martes, 14 de julio de 2015

Reseña: EL TIEMPO COMO ENEMIGO de Darío Vilas.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

EL TIEMPO COMO ENEMIGO de Darío Vilas.

Un mensaje recibido en su teléfono móvil empuja a Carlos a un duelo contra el tiempo. Desde la desaparición de su novia, dos años antes, ha estado esperando que una pista apareciera en su horizonte y por fin ha sucedido. Tirando de ese hilo invisible llega hasta Vigo, donde se reunirá con su mejor amigo y socio en un turbio negocio. También conocerá a Dena, la enigmática chica portuguesa que le alquila el piso en el que se alojará durante su estancia en Galicia, y en el que el fantasma de una niña y su misterio lo aguardan, interfiriendo su búsqueda personal y mostrándole que a veces a la verdad le gusta hacer ejercicios de funambulismo, arriesgándose a caer por su propio peso.

Darío Vilas es uno de esos autores con la hijoputesca habilidad de dejar el listón bien alto allá donde va.
¿Que se propone escribir una historia de zombis? Pues va y te crea INSTINTO DE SUPERVIVIENTE (Dolmen 2011) uno de los mejores títulos de muertos vivientes escritos en nuestro país. No contento con ello, remata la faena logrando publicar LANTANA: DONDE NACE EL INSTINTO (Dolmen 2012), precuela de la novela anteriormente nombrada. Una historia de zombis sin zombis pero igualmente aterradora.

¿Relatos cortos? "Sin problema. Ahí te dejo PIEZAS DESEQUILIBRADAS (23 Escalones 2011) o ABSURDARIO (Sven Jorgensen 2014). Un par de colecciones de perlitas capaces de acongojar, reír, llorar, atemorizar o asquear al mas exigente."
¿A que no tienes huevos a coordinar una antología? "Vale, ¿Donde te voy dejando FANTASMAGORIA (Tombooktu 2013)?"
Espera, espera, que todavía se pone exquisito. "Me apetece un premio, así que te cojo un NOCTE (Uno de los pocos galardones literarios que aun respeto) y te lo cambio por este Thriller bizarrísimo al que he titulado en un alarde de simplismo EL HOMBRE QUE NUNCA SACRIFICABA LAS GALLINAS VIEJAS (Tyrannosaurus Books 2013)"

Claro, uno se lleva el NOCTE a casa y ya piensa que todo es felicidad y tranquilidad, néctar y ambrosía...

Mentira.

Posiblemente sea ahora cuando empiece lo realmente duro para el escritor. Por un lado ¿Va a querer dejar huérfana a la pobre cucaracha que sale de tintero?¿No se volverá e lector mas exigente?¿Mirará con lupa cada párrafo, cada posible coincidencia, cada ansiado punto a criticar? Nadie dijo que ganar premios, uno merecidísimo, queda dicho, fuera fácil. Ni que conservar la credibilidad de esa estatuilla se hiciera solo.

Y Darío Vilas lo hace de la mejor manera posible, publicando una novela. EL TIEMPO COMO ENEMIGO llega a nuestras estanterías con promesas propias y ajenas de ser una de las obras mas personales y arriesgadas del autor. Sorprender al lector se convierte en un duro objetivo, las virtudes de sus anteriores obras se tornan en enemigos a esta causa. Pero a veces lo que en un sitio puede ser un punto débil, en otro es usada como un arma. Lo que echamos en falta en una ocasión, se nos vuelve abundante en otra. Pero lo mejor de todo es que, sea cual sea la situación o las circunstancias en las que éste escritor nos sitúa no dejaremos de sentirnos cómodos a lo largo del viaje. Y es lo que a veces ocurre con este relato.

Porque Vilas aparte de escribir sus historias se convierte en un magnifico guía de éstas. EL TIEMPO COMO ENEMIGO es una historia de ficción, pero el escenario en que se desarrolla, el marco temporal, cada mínimo detalle (esa mirada, ese gesto aparentemente inocente pero que oculta muchísimas facetas) hace que uno no lea una historia nueva, sino que la recuerde. O al menos tenga esa sensación.

Podemos leer en la contraportada una nota que dice "... de gran crudeza y sin autocensura...". Bien, No dejamos de estar ante un potente thriller emocional, de esas que recuerdan al mejor Ignacio Cid Hermoso, donde se junta el drama desgarrador, el mencionado realismo escénico y los giros argumentales que en principio parecen imposibles pero que al final lo imposible es que las cosas fueran de otro modo. Sin embargo, comparado con las historias que han salido de la mente de este autor, EL TIEMPO COMO ENEMIGO resulta una historia incluso amable, tierna y de un fuerte carácter protector e incluso maternal. la pluma desgarra con sus trazos, pero luego es cubierta por vendas de terciopelo y mimado. Como cuando somos pequeños, algo nos incomoda pero un abrazo nos devuelve a nuestra pequeña fortaleza infranqueable. Así trata Darío al Lector. Te asusta, te incomoda, pero enseguida te dice que todo está bien. que ya ha pasado todo.
En definitiva. Esta vez no estamos en Simetría. La vida real sigue siendo dura, si... pero aquí al menos hay donde huir.

Es sorprendente como en tan pocas páginas (apenas 150) se puede construir una historia tan compleja, tan llena de tramas, de situaciones, de relatos dentro del relato. Cada personaje, principalmente los de Carlos y Dena son despiezados con el mas riguroso cuidado, mostrándonos sus puntos fuertes, los débiles, expuestos como porcelana rota y vuelta a unir, pero que sin embargo siempre quedarán las marcas de lo que una vez fue el acercamiento al desastre. Otros personajes como Raúl, Gloria o César funcionan como lineas delimitantes, que ayudan a seguir el camino sin perderte en el desconcierto o la ficción forzada.

Y si, como buena historia firmada por éste escritor vigués, no puede faltar su fantasma, o fantasmas podríamos decir, ya que no solo encontraremos capítulos protagonizados por apariciones , espíritus que producen mas desasosiego que miedo, mas empatía que rechazo, sino también ese fantasma que todos llevamos cargado a nuestras espaldas, el fantasma del pasado, lo que pudo ser o lo que fue y nunca debió ser.
Y del estilo no creo que falte por decir nada que no sepa cualquiera que haya leído algo de Darío Vilas. su escritura es tan directa como cautivadora, llena de expresiones que hacen bello lo macabro, donde la muerte, la violencia y el peligro es convertida en una amiga íntima que te susurra al oído cosas desagradables y que nosotros disfrutamos como cuando contemplamos nuestro cuadro favorito. No encontramos frases complicadas, pero si que rebosan cariño por lo que se hace, pero sin pasarse, embellece pero no sobrecarga.

EL TIEMPO COMO ENEMIGO es una lectora breve pero sumamente intensa, próxima y cercana, que se ayuda de eventos y circunstancias verídicas para mantenernos en vilo y hacernos dudar del termino ficción. Uno de esos relatos que fácilmente le podría pasar al vecino o a ti mismo. Una historia en definitiva, muy humana, por mucho que se pinte de blanco esperanza o de negro. De negro como debe ser el color de los secretos.

Un nuevo acierto de este magnífico escritor Su novela mas madura?¿La mejor? No sabría decirlo puesto que cada obra suya es muy difícil de comparar con las otras. Lo que sí está claro es que es una novela recomendadísima que tiene como único puntos negativos el dejarnos al final al margen de algunos de los hilos argumentales, como si se hubiera olvidado de algo que ha dejado a medias. La otra pega es la espera de una nueva obra del autor, más si ésta se nos ha hecho tan corta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario