lunes, 30 de enero de 2017

Reseña: LA ÚLTIMA HABITACIÓN de Carlos Navas.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

LA ÚLTIMA HABITACIÓN de Carlos Navas.

Todo edificio guarda secretos. El célebre y enigmático edificio Secret Garden, situado a las afueras de Madrid, no es una excepción. Su fachada de piedra natural y color negro azabache, esconde, tras sus paredes, la versión más siniestra e inquietante de la naturaleza humana. 
Este libro recoge las llamadas telefónicas registradas en el interior del edificio "Secret Garden" y en zonas colindantes, durante la noche del viernes 27 de Noviembre de 2015. 
Un edificio donde el mal se desata de la manera más atroz, depravada e imprevisible. 
Secretos que convierten el día a día en una infame rutina. 
Secretos sin escrúpulos que siembran de pánico tu existencia. 
Secretos que esconden el verdadero infierno de la vida, y que perduran ocultos sin ningún tipo de castigo... 

...hasta esta noche. 

Esta noche, alguien va a descubrir esos secretos. 

Un thriller de suspense y terror psicológico con un desenlace sobrecogedor e imprevisible. 
(No le cuentes a nadie el final...) 

Si hay algo que siempre nos ha inspirado seguridad es sin duda aquel lugar al que llamamos hogar. Reconozcámoslo, nos sentimos invencibles. poderosos, reyes de nuestra pequeña parcela en el mundo. Nuestra casa es nuestro templo, una pirámide construida para nosotros en vida donde esconder todo lo que más apreciamos, incluidos nuestros más inconfesables secretos. Pero, ¿De verdad el muro que levantamos entre nuestro refugio y el mundo exterior es tan inexpugnable como creemos? El tiempo pasa y los modos de hacer las cosas cambian. Internet y un sinfín de nuevos medios de comunicación han sido ideadas para facilitarnos la vida, pero al mismo tiempo solo por su mera existencia le damos involuntariamente a cualquier desconocido la llave que abre todas las puertas que tanto nos ha costado mantener cerradas.
Así, lo que pensábamos que era el lugar más seguro del mundo termina convirtiéndose en una trampa mortal.

El mundo del cine no ha parado de usar este recurso para contar historias terroríficas, apostando por las escenas verídicas, el realismo convencional y demostrando que no hace falta recurrir a elementos sobrenaturales para joderle la vida a cualquiera en su propio hogar. La Última Casa a la Izquierda, No Respires, The Collector o Mientras Duermes son una mínima pero interesante muestra de terror tras cuatro paredes, de lo fácil que es ver convertido en lo que has volcado todos tus esfuerzos en una ruina, pero también lo son para recordarnos que las apariencias no siempre son lo que parecen y que la confianza ciega puede ser un error que paguemos de la peor de las maneras.

Y es que cuando nos mudamos a un nuevo hogar no tardamos mucho en hacernos una fugaz idea de todo lo que nos rodea: vecinos, decoración, historia... nos convencemos de lo que hay que evitar y a que o quien es aconsejable acercarse o evitar. Una experiencia por la que pasamos todos y que en el caso de Carlos Navas no debió de ser muy agradable si le inspiró a escribir LA ÚLTIMA HABITACIÓN.

Tras varias aportaciones en el mundo de la literatura coordinando antologías como ESTA NOCHE CONECTAREMOS CON EL INFIERNO o DEJEN MORIR ANTES DE ENTRAR, este escritor debuta con esta primera novela, una historia de terror y suspense, perteneciente al género del realismo sucio o también conocido como "hechos que te podrían pasar a ti". Una trama cada vez más común pero contada de una manera poco convencional... en apariencia.

No es la primera vez que vemos algo similar, y lo que hace un tiempo podía parecer novedoso, en la actualidad se está convirtiendo casi en una costumbre destinada aparentemente a llamar la atención por encima de otras novedades digamos "de toda la vida" y a resultar original o exótico. Me refiero a los medios de interacción e información de la obra, pues no pasa desapercibido tras un vistazo rápido del libro que la totalidad de la trama está desarrollada por medio de métodos como llamadas telefónicas, archivos policiales o boletines informativos de radio. Repito, no es en absoluto la primera vez que nos topamos con recursos similares. Obras como GUERRA MUNDIAL Z de Max Brooks o la recientemente editada en nuestro país LOS GIGANTES DORMIDOS de Sylvain Neuvel narran su historia por medio de recortes de prensa o entrevistas a implicados en una, digamos, versión moderna de tradicional estilo de diario. Otros casos se acercan más a lo que es el trabajo experimental que hace uso de otros medios de comunicación, como correspondencia por carta, conversaciones por Whatsapp, fichas e incluso recuerdo un relato corto de terror escrito exclusivamente con tweets.

El resultado de este tipo de escritos en muchos de los casos es convertir al lector en un ente omnipresente, un fantasma capaz de transportarse de un lado a otro, consciente de que a él no va a ocurrirle nada, y nada escapa a su conocimiento. Algo muy similar es lo que sentimos leyendo LA ÚLTIMA HABITACIÓN. Ahora bien, si piensas que esto solo puede tener conclusiones positivas, permíteme devolverte a la realidad.

En contra de lo que en un principio puedan señalarnos las primeras apariencias, la falta de empatía con los personajes es más que evidente. El lector se encuentra con una colección de llamadas telefónicas que se entrelazan entre sí, que se relacionan de manera evidente a veces y de forma retorcida e inverosímil otras, que nos cuentan de una manera un tanto velada la historia negra que arrastra el edificio Secret Garden y los misteriosos hechos que le rodean en la actualidad. De algún modo, este mismo lector se siente más partícipe de una partida de Cluedo que de la historia en si, buscando la manera de resolver el misterio, de encontrar conexiones donde en apariencia no las hay. De ese modo y de manera involuntaria se va perdiendo otro tipo de conexión: La que se mantiene con los habitantes del edificio. No preocupa saber quién es bueno y quién no, solo saber quién muere antes y de qué manera para encontrar algún nexo. En resumen, LA ÚLTIMA HABITACIÓN nos convierte en un detective que muestra los mismos sentimientos que un ladrillo y la misma habilidad para resolver casos, pero lo importante es que no son los sentimientos hacia las victimas las que guían sus pasos, sino la curiosidad.

Curiosidad que llegados a cierto punto la novela convierte en puro morbo, concretamente en su segunda parte. Otro síntoma de esa falta de complicidad con los personajes del Secret Garden es que llega un momento en que nos preguntamos "¿Cómo?" en lugar de "¿Quién?". Esta segunda parte, compuesta por los archivos policiales de los hechos acontecidos durante la noche en la que nos sumerge la lectura suponen el pegamento de todas las tramas que hemos ido descubriendo durante la primera mitad, nos señalan esos preciados nexos entre las historias hasta su desenlace.
Un desenlace por cierto que promete ser impactante y desgarrador y que a la hora de la verdad aparte de alargarse demasiado y en algunos puntos parecen cogidos por los pelos o directamente haciendo alarde de incongruencias, no supone mucha sorpresa, aparte de imágenes que en nuestra mente se vuelven grotescas, acompañadas de un recurso mas bien poco original, sobre todo para seguidores de cierta saga cinematográfica interminable de terror con un sexagenario dotado de un peculiar sentido de la justicia, buenas manos para la maquinaria afilada y los muñecos ventrílocuos.

Pero no todo es malo en LA ÚLTIMA HABITACIÓN. Carlos Navas ha creado una novela cuanto menos entretenida, que usa como baza su corta duración y su peculiar estilo de narración, construyendo con ello una lectura que se termina de una sentada y sin cansarse y deja en términos generales un regusto nada desagradable. El Secret Garden es un edificio que rebosa realidad (si obviamos algunos aspectos que se alejan corriendo de lo lógico y que no obstante nos recuerdan que no dejamos de estar ante una ficción?, sus personajes, aunque no tengamos tiempo de simpatizar con ellos dado los pocos momentos en los que se puede profundizar en ellos sí que se comportan como correctos retratos de la sociedad de nuestro país (Cuidado, a veces se cae en referencias "de moda", es decir, elementos que ponen fecha de caducidad a la historia), aunque alguno de ellos como Bruno Chaves termine cayendo en el más estrepitoso de los estereotipos.
Y aunque sea por puro morbo, Navas sabe atrapar, crear intriga de la nada y mantenerla hasta el final, haciendo que cuando haya que sospechar, sospechemos de todos, y así, el ovillo del suspense crece y crece...

Me gusta la literatura experimental, pese a que muchos casos la lectura de algunos ejemplos se vuelva monótona y aburrida, generalmente síntomas causados por el abuso de sus "novedosos" recursos. LA ÚLTIMA HABITACIÓN es lo suficientemente breve para no caer en el aburrimiento, pero creo que las herramientas de las que dispone se han reducido en numero y tipos de uso. Me hubiera encantado que la trama no se hubiera limitado a ser contada únicamente por medio de grabaciones telefónicas y archivos de la policía, sino que se hubiera echado mano a otros medios como chats, foros, SMS, cartas, etc... y de manera desordenada, creando ese pequeño caos en que muchos disfrutamos tirándonos de cabeza para desentrañar el misterio.
LA ÚLTIMA HABITACIÓN es una lectura para ocupar un breve periodo de tiempo con un relato entretenido, a sabiendas que no va a pasar a nuestro catálogo de historias inolvidables, pero que aporta un original lavado de cara a una historia que podría pasar al lado de nuestra casa, o de nuestro cuarto...


martes, 24 de enero de 2017

CICLO MUNDODISCO de Terry Pratchett VI: ¡GUARDIAS!¿GUARDIAS?




Un ejército de enanos ha de viajar a Ankn Morpork para enfrentarse a un enorme dragón que aterroriza a los habitantes del lugar. Pero se trata de un ejército muy peculiar pues, además de enanos, sus combatientes son unos cobardes reclacitrantes. Así las cosas, el panorama no parece muy alentador, aunque nunca se sabe...

Es una metáfora de la puta existencia humana, un dragón. Y por si eso no fuera lo suficientemente malo, también es una jodida cosa enorme, caliente y voladora.


Ya os avisé que este ciclo dedicado a las novelas de Mundodisco iba a llevar su tiempo. Entre lecturas pendientes, novedades de interés y demás motivos varios no aparecía un nuevo capítulo de este especial desde Junio del año pasado. Y es que a veces hay que buscar el momento oportuno para según que cosas.
Mas de una vez la mayoría de nosotros habremos pensado que la lectura es un modo de evasión de la vida real, una prescripción médica no escrita y nada profesional para aliviar estrés, ansiedad o depresión, pero, ¿Pueden llegar los libros a saturar, cansar, en definitiva, a requerir de un descanso? Es obvio que si y al menos en mi caso, que ironía, leer puede suponer un oasis para la lectura.

Terry Pratchett siempre ha sido para mi ese área de descanso de parada obligatoria cada cierto tiempo, lo que creo que es razón suficiente para explicar porqué es uno de mis autores favoritos Aunque otro motivo podría ser simplemente por la existencia de libros como ¡GUARDIAS!¡GUARDIAS!

Este sexto capítulo de la saga es también el primero dedicado a un grupo de personajes concretos y, pese a que ya habíamos realizado un breve primer contacto con el capitán Vimes, el sargento Colon y el cabo Nobby Noobs de la guardia nocturna de Ankh-Morpork, no es hasta esta novela que toman el absoluto protagonismo de la trama.
Una trama por cierto nada desconocida por el lector, pero sí enfocada bajo un punto de vista inusual, algo que poco a poco fue convirtiéndose en firma indiscutible de Sir Pratchett. Pilares centrales de la fantasía se unen como manos de dedos que se entrelazan a la perfección. Dragones, magia, gente humilde destinada a convertirse en reyes, conspiraciones, temas inmortales que a su vez beben de un sinfín de influencias y referencias que no hacen sino acomodar al lector, darle un trasfondo que conoce bien, para inmediatamente contarle la "historia de siempre" pero como nunca antes se la habían imaginado, y dándole protagonismo a esas figuras que por norma general no llegan ni al papel de secundarios, sino de prescindibles elementos decorativos.

Y ahí tenemos a la guardia nocturna, caída en desgracia y nunca tomada en serio ni por ellos mismos. Figuras que en otras historias estarían destinadas a acabar ensartadas en la espada del héroe o villano de turno mientras intentan detener sus planes, y siempre sin éxito. Personajes anónimos, almas pasajeras de las que olvidarnos fácilmente que en el fondo son personas con sueños, con una infancia, posiblemente una familia que espera temerosa su regreso al acabar la jornada, gente que disfruta y sufre, con unas metas, unos miedo e ideales.

unos ideales sobre la vida que están maravillosamente representado por el trío de guardias Vimes, Nobby y Colon, reflejando el lado racional y muy comúnmente negativo de la realidad, pero también su lado irracional, fantasioso y despreocupado. Y por supuesto, ese lado que no deja de cuestionárselo todo, una balanza que equilibra a la perfección ambos pesos de la existencia. No me olvido de la aportación del nuevo recluta Zanahoria, cuya aparición supone para el grupo original una bofetada de realidad y responsabilidad. Un recordatorio lleno de músculos e inocencia que explica que se elija a opción que se elija, siempre hay unas normas que no hay que olvidar jamas.

¡GUARDIAS!¡GUARDIAS! (¿Cuando dejó de llamarse "¡GUARDIAS!, ¿GUARDIAS?"?) es una sátira plagada de momentos y frases desternillantes donde nunca falta la magia y las criaturas fantásticas, pero al mismo tiempo trata temas muy humanos, y es inevitable sentir parte del drama que el humor más que camuflar, encuadra.
Temas como el valor, la responsabilidad o el mal uso del poder que nos supera y las inevitables consecuencias son tratados aquí, y no son temas tocados al azar, sino que en su conjunto ayudan a entender un poco más la historia de Ankh-Morpork y en consecuencia de todo el disco. Vimes y sus hombres representan un reflejo de sistemas gubernamentales de la ciudad, empezamos a entender mejor los gremios, sus leyes... o al menos nos hacemos una idea de donde está el límite a la hora de quebrantarla, y no se priva de ofrecernos un retrato de lo más atípico de las clases altas y aristocráticas, dándonos una vez más una nueva lección que reitera eso de no guiarse por las apariencias.

Pero no olvidemos que esto es una novela de fantasía, una trama perfectamente construida cuyo ritmo no requiere de constantes escenas de acción para que su ritmo no decaiga, y sus personajes, tan llenos de matices  y peculiaridades no hacen sino ganar más y más cariño con cada página que pasamos, y eso que al finalizar la novela, si la comparamos con los futuros títulos que protagonizaran los hombres de Vimes, queda claro que apenas arañamos la superficie del mundo que representa cada uno de ellos.

En ocasiones absurda, en otras rebosante de ternura, ¡GUARDIAS!¡GUARDIAS! es el pistoletazo de salida de una de las mejores consideradas sagas de Mundodisco, no solo por lo divertido de su lectura, sino por el valor moral y educativo que rebosa tanto en personajes como en sus trasfondos.
Una obra imprescindible que además puede ser usada para viajar a los mundos de Terry Pratchett por primera vez sin ningún problema.

P.d. ¿De verdad soy el único que se ha dado cuenta de que la sinopsis del libro no tiene nada que ver con la trama real de la novela?



lunes, 23 de enero de 2017

SORTEO: HISTORIAS DEL CAMINO de Mariela González



Hacía tiempo que no organizábamos un concurso para nuestros seguidores de Facebook. Ya sabéis como funciona esto, con pocas editoriales que apuestan por nuestro "modo de hacer las cosas", raro es cuando no tenemos que sacar la cartera para pagar por los libros cuyas reseñas disfrutáis, y más raro aun es que podamos disponer de libros para sortear.
Por suerte la fantástica editorial Kelonia nos ofrece la oportunidad de disfrutar por la cara de una de las mejores novelas del año pasado según nuestro criterio. Nos referimos a la novela de fantasía HISTORIAS DEL CAMINO de Mariela González, de la cual podéis leer la reseña en este mismo blog.

¿Qué tenéis que hacer para conseguir esta magnífica obra? Como siempre, más fácil no puede ser.

- Dale a ME GUSTA a nuestra página oficial de Facebook de AUTOPSIAS LITERARIAS DEL DR. MOTOSIERRA.

- Dale a ME GUSTA a la página oficial de Facebook de la editorial KELONIA.

- Compartir la entrada del concurso (ESTA) de manera publica para que vuestros contactos también tenga la oportunidad de participar.

- Deja un comentario en la entrada para que sepamos que participas. (Un chiste, una anécdota del día, El número premiado del Euromillón, nos da igual)

Y eso es todo. Con esos tres sencillos pasos ya participaréis en un ejemplar de HISTORIAS DEL CAMINO. Tenéis dos semanas para participar, es decir, hasta el día 6 de Febrero inclusive. Se dará el nombre del ganador el día siguiente. Ya no tenéis excusa para disfrutar de una de las mejores sorpresas del año.


Recordad también que el concurso es únicamente para ámbito nacional.

¡MUCHA SUERTE A TODOS!



martes, 17 de enero de 2017

Reseña: LAS GUERRAS DEL CÓDIGO de Juan Manuel Sánchez-Villoldo.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

LAS GUERRAS DEL CÓDIGO de Juan Manuel Sánchez Villoldo

En una pequeña comunidad de la América rural, los niños desarrollan una salvaje deformidad que hará de ellos asesinos monstruosos bautizados como coyotes.

Tras un primer combate y aparente victoria, otro pueblo es atacado y todos los habitantes devorados. Julián Mozzi,  superviviente de la primera batalla, es convocado para dirigir las operaciones de contención de este nuevo ataque.

Pero esta no es una novela de zombies. No hay infecciones ni contagios. Puede que los coyotes sean la respuesta de la naturaleza al vaciado de especies, o quizás al orgullo del ser humano.

Las Guerras del Código relata el conflicto entre el ser humano y la naturaleza, una batalla que se gesta en nuestro interior desde el origen de la vida. Ahí se esconden nuestros peores miedos.

Nota: He dejado una serie de Spoilers marcados con asteriscos (*) en zonas específicas. Las notas correspondientes a cada uno podréis leerlas al final de la reseña.

Se suele decir que las cosas buenas vienen en formatos pequeños. Seguramente esto se debe a que cuando empezamos a disfrutar de algo que nos satisface por encima de la media acaba terminándose, en apariencia antes de lo que en principio suponemos.

El mundo del cine está plagado de ejemplos de pequeños aperitivos en forma de cortos que han terminado convirtiéndose en menús completos, es decir, en películas, ya fuera por las demandas masivas de los espectadores que tanto han disfrutado que piden más, o por los mismos creadores, que ven en su obra una futura fuente de ingresos. Ejemplos bastante actuales los encontramos en el corto de éxito en Youtube No Apagues La Luz, que tuvo su homónimo largometraje, o el primer capítulo de la cinta V/H/S, que acabó derivando en la película Siren. Ambos casos por cierto bastante prescindibles, por no decir nefastos.

La literatura es un campo donde también se han visto cosas similares. Sin ir muy lejos, raro es el caso en que yo mismo hago una reseña de una antología de relatos y no digo una o varias veces que tal o cuál historia ganaría mucho si se convirtiera en novela o al menos la longitud se viera ampliada. A veces digo esto porque en apariencia se quedan muchos hilos sin unir en el relato o tramas sin completar que no consiguen cerrar el circulo completamente. Otras veces lo creo así sencillamente porque pienso que la idea usada es demasiado buena para exprimirla y dar todo su jugo en tan solo una docena de páginas.
Pues bien, hace aproximadamente año y medio reseñé la antología EN LOS ALBORES DEL MIEDO en la que varios autores nóveles, yo incluido aportábamos nuestro granito de arena en forma de relatos de terror por un fin benéfico. Uno de los autores que participaban en el libro era Juan Manuel Sánchez-Villoldo, y me gustaría refrescaros la memoria recordando lo que dije de sus textos:

"GOTTEN WILLE de Juan Manuel Sánchez Villoldo parece que intenta recopilar en un solo relato un buen numero de elementos característicos que muchos buscamos en historias de terror, sobretodo de las que vienen firmadas por gente de Maine y que hacen que la trama se nos descubra interesante. Echa una dosis de terror, otro tanto de acción, añade una pizca de elemento religioso y sazónalo con una buena cantidad de sangre. Para terminar decora el plato con una ramita de drama de lo más previsible y tendrás un relato cuanto menos ameno. La mayor pega radica en que la historia podría haber dado mucho mas de sí, para lo cual unas cuantas páginas más y no abusar tanto del reciclaje de escenas cinematográficas tan típicas habrían ayudado bastante. Pero insisto, éste es uno de esos relatos que dan para mucho más."

Pues bien, dicho y hecho, año y poco después GOTTEN WILLE se convirtió en un prólogo para lo que sería la primera novela de su escritor, LAS GUERRAS DEL CÓDIGO...
... y ahora maldigo el día en que pensé que la historia de Juan Manuel debería ampliarse.

Si mencionaba a Stephen King en la reseña no lo hacía como recurso fácil ni para subirle los colores al autor, sino porque su ambientación y su trama principal me hacían rememorar esas sensaciones que transmitían novelas como DESESPERACIÓN, su manera de aislar a los protagonistas en un terreno apenas civilizado, enfrentados a una amenaza que no consiguen comprender. GOTTEN WILLE ganaba enteros por estas y otras razones, lo que no esperaba es que en su continuación esta trama terminara derivando a una burda excusa para crear una historia militar con soldados ansiosos por frotarse la bandera de su país por la polla mientras se gastan e dinero de los contribuidores en disparos al aire mientras luchan contra un enemigo que amenaza con destruir un ecosistema que ya apenas se sostiene, aprovechando para ello todos los recursos posibles que le brinda la literatura Z de corte militar. 

"Pero la sinopsis dice que...", ya, ya se lo que dice a sinopsis. Lo se tan bien como que cuando leo cosas del tipo "Esto no es una novela de zombis" o hay que recurrir a frases similares para diferenciarse de otros títulos del género, sé exactamente lo que voy a encontrarme: una novela de zombis.

Vale, ya se que los chacales (los malos de turno, para que nos entendamos) no son muertos resucitados que caminan a trompicones y ven nuestros higadillos como pura ambrosía, pero tampoco lo son las criaturas de la película The Descent, los del videojuego The Last of Us o de la novela Y PESE A TODO... de Juan de Dios Garduño, y aun así nos es inevitable pensar automáticamente en la palabra que empieza por zeta. No dejan de ser seres que acechan a toda forma de vida, atacan en manada, su origen es humano y uno de los motivos principales que guían sus pasos es merendarnos... ¿Os suena de algo?.

LAS GUERRAS DEL CÓDIGO retoma la historia de GOTTEN WILLE inmediatamente después de donde lo dejamos (tanto es así que quien no haya leído previamente el relato corto puede sentirse bastante perdido), coge lo más básico de la idea que germinó y lo retuerce y deforma de una manera que, es de suponer, el autor piensa que es lo que ansiamos disfrutar. ¿Una historia sobre soldados preparadísimos cayendo ante las fauces de criaturas antinaturales? Si, por favor, cuéntame más que nunca había leído nada parecido. Además, llegados a un punto la historia se bifurca en dos escenarios bien diferenciados, aquí tengo que hacer un alto en el camino porque hay cosas que me llaman la atención, obviando las semejanzas en argumento y estructura con otra joyita de la generación Z como es RENAISSANCE de J.J. Lucas, porque sería alargarme demasiado.

Por un lado tenemos la trama protagonizada por el personaje principal Julián Mozzi (no confundir con el simpático monstruo con el que aprendíamos inglés y comía relojes), ex sheriff, ex marido perfecto, ex padre, y poco contento con la vida en genera plantándole cara a su más dura prueba, adoptando para ello actitudes tan contradictorias e inmorales (cuando lleguemos al tema del epílogo sabréis de lo que hablo) que de ser tratado por psiquiatras, posiblemente estos acabarían encerrados en sus propios centros de salud mental. Sin embargo hay que reconocer que los capítulos protagonizados por Mozzi y su compañía de lo más variopinta e inútil constituyen la parte más interesante de la obra, ya sea porque es donde se concentra la mayor parte de la acción o por mera simpatía con el protagonista, aunque esto se asemeja también a la morbosa curiosidad de adivinar cual va a ser la próxima estupidez que va a decir o hacer, así como la predictibilidad de los personajes secundarios, que por una vez juega a favor de la trama, siendo sumamente fácil adivinar quien vive y quien muere, quien es un capullo insoportable y quien se las va a dar de héroe... o si lo pensamos fríamente se deba a que, en comparación con la otra parte de la historia cualquier cosa es mejor.

Y es que por el otro lado tenemos la ya tradicional base militar científica, ultra secreta, escondida hasta del gobierno, desconocida por todos pero no me extrañaría que subiera ofertas de empleo a Infojobs... porque lo que ocurre allí no puede ser más absurdo. Más propio de un circo o de una comedia subvencionada por Mediaset, los capítulos que aquí se desarrollan son una antología de despropósitos y situaciones inverosímiles que harán replantearnos si no estamos ante una parodia del género en lugar de una historia que debería tomarse a si misma en serio. Situaciones (*) que parecen surgidas de las complicadas decisiones del mismo escritor que, al verse ante un obstáculo difícilmente salvable en un improvisado guión, decide tirar por la ruta más fácil y con frecuencia errónea.

Podría decirse que ambos focos de acción convergen constantemente a lo largo de toda la novela. A fin y al cabo, la historia trata de cómo la humanidad hace frente a una amenaza que pone en riesgo su supervivencia , y lo hace de la manera en la que nos tienen acostumbrados: La estudia, intenta entenderla, evaluarla, buscar un punto de inflexión o uno débil que poder aprovechar, una cura... y cuando todo eso falla, aniquilarla de manera que no quede ni el recuerdo. Juan Manuel Sánchez lo intenta con ganas, buscando teorías que expliquen las cosas al mismo tiempo que descubre nuevas cuestiones sin resolver. Lo malo es que cuando se quiere dar cuenta de que ha complicado la trama y nos ha llenado la cabeza de incongruencias (que se traducen en cosas explicadas varias veces pero de manera distinta, otras cosas que parecen perderse en el olvido y quedan sin razonamiento...) en vez de arreglarlo, lo complica en demasía, sacándose nuevos elementos de una manga que se va quedando cada vez sin menos ases... Pero permitidme volver a los chacales.

En GOTTEN WILLE ya nos daban a entender que estos seres no eran depredadores despiadados que solo atienden a sus instintos primarios. Instintos que se limitan a matar y comerse lo matado. No, los chacales son criaturas inteligentes, más cercanos a su lado humano que animal, pero sin perder su característico salvajismo, aunque uno debería saber cuando echar el freno y no sobrepasar un recurso. Porque si, pueden ser lo suficientemente inteligentes para tender emboscadas a sus victimas, usar cebos u otros modos de engaño. Todo eso está muy bien, pero de ahí a convertirlos en especialistas en ingeniería avanzada o medicina aplicada, a saber utilizar tecnología que nunca ha usado y demás ejemplos (**). ¡Y más cuando el anfitrión original antes de convertirse en esa aberración tenía no más de 14 años! Pues no, lo siento pero no me lo creo.
Por cierto, ¿No existe un principio en la biología que dice algo así como que cuanto más inteligente es un ser vivo, más fuerte es su instinto de supervivencia? Lo digo porque aquí los chacales, como los zombis, carecen de esa capacidad de protegerse de una muerte inminente, es más, cuando reciben dosis de plomo siempre parecen quedarse con ganas de más. Contradicciones estas que terminan afeando el resultado final.

Y todo esto es una pena, porque narrativamente, LAS GUERRAS DEL CÓDIGO está bien escrito. Los diálogos son realistas, las descripciones y demás aportaciones del narrador están bien compensadas y no saturan ni dejan a medias, incluso Juan Manuel Sánchez no se priva de ofrecer al lector ciertas raciones de morbo visceral con escenas truculentas. Pero como dejé caer antes, la trama parece escrita sin planificación alguna en un ejercicio de "Tiro para adelante y que sea lo que Dios quiera", inventado cosas sobre la marcha para enriquecer un suspense que termina explotando y confundiendo en un desenlace tan absurdo y frágil como el resto de la obra.

Hablando del final... concretamente del epílogo de la novela. No soy de los que se enfadan cuando leo un libro que no me gusta. Más bien lo que siento es decepción y en casos como este cierta sensación de tristeza ante lo que podría haber sido y al final no fue... pero este final... ¿Queríais que le sacara un merito a esta novela? Pues bien, el epílogo de LAS GUERRAS DEL CÓDIGO me parece de lo más inmoral, bochornoso, ruin, traicionero, machista, carente de sentimiento, ética y sentido común, arrogante, injusto, oportunista y cínico que he tenido la desgracia de leer en toda mi vida. Intento con todas mis fuerzas ser tolerante con las ideas que los escritores plasman en sus libros, a fin y al cabo son sus historias y pueden hacer con ellas lo que quieran, pero, ¿De verdad querías escribir ese final? Porque no recuerdo haberme sentido tan confuso e indignado al mismo tiempo como leyendo las dos últimas páginas de esta novela (***).

Y esto es LAS GUERRAS DEL CÓDIGO, un intento al que se ha puesto ganas de ofrecer una historia que se aleje de los cánones de la literatura Z más típica, pero cayendo accidentalmente en ellos en muchos casos, la continuación de un relato que todos sabíamos que podía dar para mucho, pero que si se hubiera hecho en otra dirección, tal vez más simple y carente de tantas curvas, el veredicto hubiera sido uno distinto. Muy distinto.

Por desgracia el resultado final es de lo más deprimente. Un vistazo a un collage carente de realismo, carisma, personalidad y seriedad... Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas. Ahí tenéis como prueba Independence Day Resurgence, La Mascara 2 o LAS GUERRAS DEL CÓDIGO.



(**) Un hombre poniéndose una peluca de mujer para engañar a los sistemas de seguridad, orgías y demás depravaciones sexuales provocadas por un gas que aumenta el impulso sexual en seres humanos, chistes demasiado malos en relación al tema,...

(**) ejemplos como saber donde e encuentran los cables específicos para provocar un daño u otro dentro de unas instalaciones de cientos de metros cuadrados, entender el sistema de filtrado de aires o mandar mensajes en morse.

(***) Tras sobrevivir al ataque de los chacales, Mozzi cuida a su mujer en un centro de cuidados especiales, la cual se encuentra en un estado semicatatónico tras enterarse de la muerte de su hijo tras convertirse éste en un monstruo.Es más, uno de los motivos por los que el ex sheriff acepta la misión suicida de luchar contra los monstruos es garantizar los mejores cuidados que el gobierno pueda dar a su esposa. Pues bien, en las últimas páginas Mozzi recibe la llamada de Galera, una especialista que le acompaña en la misión y que queda milagrosamente embarazada de mellizos, siendo uno de ellos un clon del hijo perdido de éste. Esto es lo que le comunica, y el maravilloso Mozzi, el gran soldado y mejor persona Julián Mozzi decide que aunque su mujer este mejorando lentamente, la pueden dar mucho por culo, ahí se queda ella con toda su tristeza y agonía, con toda la carga que supone saber que su hijo ha muerto a manos de su marido (comprendiendo que no había otra opción) y no ha podido ni despedirse de el, allá se las apañe ella sola, que él se va con su nuevo ligue que espera un hijo clavado al que tuvo y, ¡que coño!, no tiene que madrugar todos los días para cuidar a su "amada esposa", darle de comer y aportar su granito de arena con recuerdos y palabras que poco a poco la devuelvan a la realidad porque, según el y con palabras textuales, lo de ella es "una batalla perdida". 

jueves, 12 de enero de 2017

Reseña: LOS NUEVOS MITOS DE CTHULHU de VV.AA.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

LOS NUEVOS MITOS DE CTHULHU de VV.AA.

“No hay en el mundo fortuna mayor, creo, que la incapacidad de la mente humana para relacionar entre sí todo lo que hay en ella. Vivimos en una isla de plácida ignorancia, rodeados por los negros mares de lo infinito, y no es nuestro destino emprender largos viajes. Las ciencias, que siguen sus caminos propios, no han causado mucho daño hasta ahora; pero algún día la unión de esos disociados conocimientos nos abrirá a la realidad, y a la endeble posición que en ella ocupamos, perspectivas tan terribles que enloqueceremos ante la revelación, o huiremos de esa funesta luz, refugiándonos en la seguridad y la paz de una nueva edad de las tinieblas.” — La llamada de Cthulhu, por Howard Phillips Lovecraft

Selecta antología de intranquilizadores relatos, inspirados en los Mitos de Cthulhu y la eterna obra del maestro del terror cósmico: H. P. Lovecraft. Entregando el esfuerzo de sus plumas —hoy digitales— a la memoria del solitario y excéntrico soñador de Providence, un total de 14 autores, representantes del terror patrio, proponen un nuevo acercamiento a Lovecraft desde una óptica diferente, conservando en algunos casos el estilo original del maestro y, en otros, innovando completamente en fondo y forma para ofrecer historias atrevidas, vanguardistas e, incluso, desenfadadas, pero siempre originales y sorprendentes.

Cuando se habla de terror cósmico o se menciona a Lovecraft, la inevitable primera reacción de muchos es evocar en nuestra mente imágenes grotescas de tentáculos, criaturas viscosas sin forma predefinida salpicadas de postulas y ojos. Y bueno, si... a grosso modo los relatos de Lovecraft están llenos de esos seres de pesadilla, los cuales ponen a prueba la cordura y ganas de vivir de sus protagonistas, quienes parecen disfrutar sacando billetes de solo ida a dimensiones desconocidas y mundos plagados de maravillas y peligros.
Pero los relatos que nos trajo el escritor de Providence van mucho más allá de darnos historias que bebemos por los ojos y provocan noches en vela. ¡Joder!, que estamos hablando de un escritor de culto que ha creado un medio de vida y estudio, que ha influenciado a muchos de los escritores y obras más importantes en la actualidad, y no solo en el campo de la literatura, sino también en el cine y en los videojuegos.
La obra de Lovecraft es una ventana abierta a la bastedad del universo desconocido y hostil, pero es una ventana de una altura inalcanzable para un mero mortal, con lo que se demuestra también el insignificante papel del ser humano en el infinito cosmos, la desesperación y la locura a la que se ven sometidos sus personajes en contraposición a la enormidad de las deidades primigenias a las que se enfrentan. Unos seres tan poderosos que sus formas no pueden ser descritas con palabras y su influencia puede viajar entre dimensiones, y eso sin contar cuando a alguno no le da por merendarse una estrella por pura gula.

Olvidamos muy pronto el lado más emocional y personal del miedo a la ignorancia, pero es algo muy presente en el trabajo de H. P. Lovecraft, que lo refleja con fuertes connotaciones filosóficas y existencialistas, rozando el nihilismo. A todo esto, ¿Sabéis quién heredo ese pensamiento y faceta tan dada de lado? Thomas Ligotti.
¿Sabéis también donde se nota sobretodo esa exclusión del sentido de la muerte y la existencia en beneficio del terror puro, duro y tradicional, generalmente a manos de alguna aberración de otro mundo? En las antologías que usan la obra de Lovecraft como punto de partida.

Si, la mitología creada por el solitario de Providence es basta y variada, pero no infinita. Sin embargo muchos autores en vez de usar su imaginación para la creación de nuevos seres primigenios, rituales, situaciones y sobre todo, emociones, optan por llenarlo todo de profundos, ponen un Cthulhu revoloteando por el barrio o a un Nyarlathotep susurrándote obscenidades al oído y derritiendote el cerebro.
Ni estoy criticando ni estoy diciendo que esta práctica esté mal. Yo sigo disfrutando de argumentos nuevos tanto como de los antiguos, solo quiero dejar constancia de que, en mi opinión el género del terror cósmico está muy desaprovechado si nos paramos a imaginar todo lo que puede darnos.

LOS NUEVOS MITOS DE CTHULHU, antología editada por Edge, editorial mas reconocida por sus juegos de rol y de mesa que por sus novelas y narraciones publicadas, pero que cada vez se está tomando este campo más en serio, fue la encargada de hacer realidad la visión de su editor, Rubén Serrano. Y lo hizo en forma de libro que recopila 14 ejemplos de todo aquello de lo que os estaba hablando. 14 autores que han dado su propia versión personal de lo que significó o significa ese miedo a lo desconocido que alguien plasmó en papel hace casi un siglo y hoy parece que lo sentimos resurgir. ¿Una moda pasajera como ocurrió con los muertos vivientes?, ¿O es que es ahora cuando la gente ha decidido atravesar las fronteras de un terror que va más allá de coches y muñecos malditos y payasos asesinos? (Que ironía usar este ejemplo para referirnos a monstruos de otros mundos)

Cabe mencionar una de las virtudes de LOS NUEVOS MITOS DE CTHULHU. Y es que Rubén en su selección ha sabido recopilar historias que no tienen por qué estar dirigidos a eruditos de la materia, sino que incluso alguien que nunca haya leído a Lovecraft puede disfrutar de todos y cada uno de los relatos que aquí encontramos y, mejor todavía, interesar al lector a explorar los orígenes de estos. Es algo que posteriormente no cuidó tanto Aitor Solar en su antología LA FUENTE DE LAS TINIEBLAS, publicado por la misma editorial que, de notable resultado, sí que exigía en ocasiones algún tipo de noción básica del tema para disfrutar plenamente de la experiencia. Lo que sí es cierto es que con sus relatos buenos y no tan buenos, Edge dio con este título el pistoletazo de salida para que le siguieran LAS MIL CARAS DE NYARLATHOTEP, DONDE RESIDE EL HORROR y, de próxima publicación, ADORADORES DE CHTULHU y RITOS DE DUNWICH, sin contar con dos trilogías inspiradas en el juego lovecraftiano Arkham Horror. Lo que demuestra que el horror cósmico no solo no está olvidado, sino que permanece latente, y que como Cthulhu en la ciudad de R`lyeh, ha despertado, y con hambre.



Más que acertada es la idea de iniciar este viaje con EL SUEÑO DE R´LYEH de Ángel Luis Sucasas, un relato que. a modo de fábula o cuento nos ofrece una visión personal del origen de la ciudad de R´lyeh y de su principal guardián. Situados en un lugar incierto, en un tiempo incierto, Sucasas en su estilo aunque quizá más nítido y claro de lo acostumbrado sin prescindir de un aluvión de imágenes metafóricas y demás embellecedores literarios nos trae una historia interesante, que bebe hasta emborracharse de numerosas influencias, pero que pese a su atractivo, contradice de algún modo una de las filosofías del terror según Lovecraft, la de la insignificancia del ser humano en el universo o el desinterés de las criaturas primigenias hacia el hombre, una simple gota en un inmenso océano de caos.

Emilio Bueso nos trae INNSMOUTH, MASSACHUSETTS, relato que por cierto recuperaría tiempo después para incluirlo en su antología AHORA INTENTA DORMIR. Su historia no pretende ser un alarde de originalidad, llena de giros inesperados o revelaciones asombrosas. Más bien leer el relato de Bueso es como incurrir en una partida de rol en pleno clímax en la que las fuerzas del ¿Bien? se enfrentan a las tropas del ¿Mal?. Ahora bien, el sacrificio de dicha complejidad argumental es recompensada por una sensación atmosférica impecable que, ayudado de una prosa casi tajante aproxima cada imagen, sonido y sensación a un lector tan indefenso como los protagonistas.

Lo que en apariencia ha pretendido Miguel Puente Molins en su relato LA VENTANA EN EL ALTILLO es mezclar distintas historias dentro del círculo de los mitos de Cthulhu, además de otras referencias externas pero con una fuerte relación con la obra de Lovecraft. Pues bien, lejos de las malas expectativas que pueda generar tan arriesgado reto, el relato funciona notablemente, manteniendo interés e intriga gracias a una narración no excesivamente retocada pero ni mucho menos simplista. Un relato que se disfruta por muy poco que se conozca la obra del escritor de Providence y que suscita esa curiosa en el fondo buscada hacia las obras que se mencionan.

Otra original propuesta es la que ofrece Magnus Dagon en LA CASA DE GUERNICA en la que a paso seguro y sin prisa mezcla la mitología de los temas de Lovecraft con una de las obras pictóricas más representativas y a la vez dramáticas de nuestro país. Un relato que sabe evocar por medio de la sugestión imágenes inquietantes, aunque por desgracia en su último tramo el abuso de las mismas y el afán de introducirnos en un escenario cuasi apocalíptico termina perjudicando a esa, por así llamarlo, experiencia íntima y personal.

No es la primera vez que se habla de la importancia de la música en el horror cósmico. Si Lovecraft buscaba con sus imágenes espeluznantes y sus momentos terroríficos un límite en la cordura de la mente humana para destruirlo, la música es sin duda una de las mejores herramientas para ello. De ese modo, Juan Díaz Olmedo convierte a ese mismo elemento en LOS ACORDES DE AZATHOTH en salida, camino y meta, es decir, en tema principal de su relato lleno de ideas interesantes que  para bien o para mal quedan bastante abiertas debido a que muchos puntos finalizan sin muchas respuestas para ¿Aumentar una especie de suspense residual? ¿Mero olvido?

Nos vamos con la música a otra parte (Por favor, perdonadme el chiste malo) y desembocamos en EL ASCENSO de José Alberto Arias, el cual parece querer repetir la misma formula que Puente Molins en una narración que simula un cóctel de numerosas historias cogidas de aquí y allá de la alacena de Lovecrat y demás. Lamentablemente el abuso de estas referencias hace que el lector tenga la sensación de que aquí solo se intenta demostrar quién tiene más conocimientos en lugar de construir una historia coherente y más importante que mantenga el interés. Eso, sumado a un relato escrito en forma de cuento unas veces y memorias en otras lo convierte en una sucesión de momentos interesantes pero también confusos.

José Maria Tamparillas se saca de la manga MARCH &CIA, el relato más largo de la antología y a su vez el que más pretende emular el estilo y las formas del escritor de Providence . Como resultado, tenemos aquí una más que notable fusión de terror gótico y contemporáneo con todo lo que ello implica: narración muy atmosférica, de ritmo pausado que evoca más suspense que miedo y con una extensión que ayuda a dar profundidad a sus personajes protagonistas. Puede que argumentalmente no sea muy destacable, pero cumple con creces como homenaje a los ritos paganos del mar.

Juan Ángel Laguna Edroso es un escritor al que siempre me ha costado encontrarle el gusto. Eso se debe a que su uso constante de una prosa demasiado recargada me sacaba con bastante asiduidad del contexto de la historia que pretendía narrar. Sin embargo casi creía que estaba leyendo a un autor completamente distinto en ALGO PASA CON LAS RATAS DE BUTCHER´S HOLE. El toque clasicista permanece, si, pero sus relatos se vuelen más directas, centrándose en un objetivo claro y sin necesidad de irse demasiado por las ramas. Resultado de esto tenemos una historia corta pero intensa, con un toque macabro justo, que rememora a un Lovecraft no tan conocido por todos.

En apariencia, SEAN BIENVENIDOS A SU HORRIBLE FINAL de Roberto J. Rodríguez tampoco supone ninguna oda a la originalidad. Sin embargo la historia se apoya en un concepto que viene traducido en cómo es narrado,o mejor dicho en cuando. La figura protagonista nos sitúa en un lugar y un tiempo que ha vivido el mismísimo infierno, lo que ayuda a imaginar cómo sería una historia postapocaliptica en la que los primigenios caminaran sobre la tierra. Si claro que al final la narración termina desviándose y contando el motivo por el que el protagonista ha llegado a esa situación, predecible aunque a medio explicar. Pero la historia cumple con el cometido de jugar con la imaginación del lector, al que se invita a llenar huecos de la manera más escabrosa posible.

Si antes comentaba que los relatos de Laguna me producían cierto temor cuanto tocaba aventurarse a ellos, la obra de Julián Sánchez Caramazana directamente, y lo siento por no poder ni querer evitarlo, me produce rechazo, y PUERTAS se encarga de recordarme el motivo. Eso si, hay que reconocer al autor el merito que tiene llenar páginas y páginas de palabras y no decir, y mucho menos hacernos sentir, absolutamente nada. El relato busca una prosa tan llena de florituras y elementos decorativos que al final termina careciendo de toda esencia y emoción. Y eso en el primer tramo de la historia, ya que el segundo parece tomar una dirección más acorde a la literatura Z que de terror lovecraftiano.

¿Puede mezclarse el sexo con un terror sin nombre? Si esa pregunta se la hicieran a Javier Quevedo Puchal, YGST podría usarse como demoledora respuesta positiva. Puchal se adueña de medios y sensaciones conocidas por todos para contar una historia que funciona como perfecto ejemplo de que no es necesario recurrir a los mismos temas de siempre para narrar una historia escalofriante sin salirse de los cánones de la esencia de Lovecraft, pero sin imitarla, y una historia de amor que roza lo enfermizo y grotesco es una inmejorable llamada de atención hacia el lector, ¿no?...

... No como sucede en EL SUPREMO TITIRITERO que, en contra, demuestra que algunos autores se limitan a contar la misma historia de siempre una y otra vez. Pedro Escudero Zumel es lo que hace aquí y con resultados tristemente aburridos. Bien escrito si, pero sus personajes resultan demasiado planos, sacados de un catalogo de protagonistas a la carta. Además, su estructura lineal, el saber lo que va a pasar en el párrafo siguiente no ayuda a mejorar el resultado final.

Víctor Conde se marca con ALAS NOCTURNAS uno de los textos más impactantes y repletos de acción, y no solo de la antología, sino de su carrera de escritor. Si piensas que introducir terrores sobrenaturales en una historia se basta por si solo para llamar a la desesperación, situar los acontecimientos en un trasfondo como el que él usa deja a la experiencia en el unto de buscar el infarto del lector. No posee ese carácter profundo que explora el sitio del ser humano en el universo, no busca reinventar los mitos lovecraftianos o crear los suyos propios. Conde simplemente llama a la puerta de la cordura y cuando alguno de los protagonistas la abre, lo sumerge en la más absoluta desesperación. Una delicia.

Santiago Eximeno finaliza este viaje con VISITA GUIADA A LA CIUDAD SUMERGIDA, un relato que me cuesta tomarme en serio y que en varias de las escenas se acerca ya no a lo surrealista, sino a lo absurdo y casi paródico. A ver, entendedme. Admiro el trabajo de Eximeno, y encontrarme una historia suya más escurridiza que un pez recién sacado del mar resulta muy chocante y frustrante. Que igual es cosa y aún le estoy buscando un sentido oculto que ni siquiera existe.

Así pues, ¿Recomendaría LOS NUEVOS MITOS DE CTHULHU como antología decente de relatos lovecraftianos? Y más que decente, ya que obviando las pegas o diferencias de opiniones personales acerca de como debería ser llevado un relato u otro, el conjunto muestra una amplia variedad sobre las distintas facetas y la falta de límites del terror. Mitos antiguos, mitos nuevos... la mano de Lovecraft es muy grande y abarca muchas mentes, y eso es bueno, dejarse arrastrar por la locura, siempre y cuando luego escribas tus experiencias en papel.


domingo, 8 de enero de 2017

Reseña: EL NIÑO QUE QUERÍA SER UN GOONIE de Víctor Blázquez.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

EL NIÑO QUE QUERÍA SER UN GOONIE de Víctor Blázquez.

Podría decirse que esta historia comienza con Yago Arquero viendo Los Goonies. O tal vez lo hiciera mucho antes, con el sangriento y macabro final de la familia Kostka.

Yago Arquero tiene ocho años y un hermano mayor. Los dos van a pasar junto a su madre las vacaciones de verano en un complejo hotelero llamado El Nirvana. Un lugar perfecto para vivir cientos de sueños y correr aventuras, un paraíso donde hacer amigos y crear su propia pandilla de goonies.

Pero a veces el paraíso es tan solo la fachada que vela una oscura pesadilla.

Víctor Blázquez nos ofrece una historia conmovedora sobre un niño lleno de imaginación. Yago está a punto de descubrir que bajo la perfección se esconden horrores sin nombre. ¿Por qué una niña escribió en la pared del fondo del armario “No quiero estar aquí”? ¿Y qué es eso que se arrastra por la noche hacia su ventana?

Aunque recientemente hayamos, como si de un regalo de navidad se tratara,  desenvuelto y estrenado el año 2017, parece que muchos de nosotros en los últimos meses hemos echado la vista atrás con altas dosis de nostalgia, a una añorada década de los años ochenta donde (Voz de falsete): "Todo era mejor y mas original". Buena parte de la culpa la tienen un montón de representaciones audiovisuales que de algún modo recuperan ese espíritu retro que nos devuelve a nuestros primeros pasos en una cultura o culturas que a día de hoy terminamos rememorando constantemente o que forjarían los orígenes de nuestras actuales referencias de ocio. Aunque el caso de los nacidos en los noventa que ahora van de "ochenters" aún no tiene explicación lógica por ahora vamos a dejarlo pasar.

Stranger Things, Kung Fury o Turbo Kid en el panorama cinematográfico, así como otras muestras en campos como la música, los videojuegos y por supuesto la literatura han hecho que mucha gente se ate el pañuelo en la cabeza dispuestos a regalarnos su propio homenaje a los clásicos inmortales que, todo sea dicho, sin ellos nada sería igual en la mente de lo que aún recordamos esa época con esa sonrisa. Porque los viajes en el tiempo no volverían a ser lo mismo desde que Doc pusiera un condensador de fluzo en un DeLorean. La inteligencia artificial se mostraría como nunca antes desde que un robot decidiera llamarse a sí mismo Johnny 5 y declararse vivo, y criaturas como E.T., los critters o la nave Max harían que guiar nuestra vista a las estrellas fuera tan esperanzador como imaginativo.

El concepto de la amistad tampoco se queda atrás. Esa idea de pandilla, esas interminables y a la vez demasiado cortas tardes con nuestros amigo esperando una nueva aventura mientras soñábamos despiertos, fueron ideas que alcanzaban cotas inimaginables cuando disfrutábamos de los libros del Club de los Cinco o veíamos películas como Una Pandilla Alucinante, Cuenta Conmigo y, por supuesto, Los Goonies.

No es de extrañar que un autor tan polifacético como Víctor Blázquez termine firmando una novela titulada EL NIÑO QUE QUERÍA SER UN GOONIE. Muchas de sus obras parecen querer rendir su peculiar homenaje a los distintos géneros del cine que tanto han cautivado al autor. Los zombis de su saga EL CUARTO JINETE, la terrorífica cara oculta de los nazis de NO EXISTEN LOS MONSTRUOS, el peculiar aporte a esa vertiente argumental que nació con La Mitad Oscura y que el adaptó en PACTO AL FILO DE LA MEDIANOCHE o el inesperado desarrollo que puede sufrir una invasión alienígena en ORILLA INTRANQUILA, son muestras tanto de un gran talento para crear verdaderas películas novelizadas como para enganchar al lector con historias que, pese a partir de ideas establecidas, mantienen su originalidad casi intacta.
Era cuestión de tiempo que las historias de pandillas fueran origen y objetivo de su pluma, más cuando uno disfrutó tanto con esos fragmentos que tocaban el tema de la amistad y la infancia que podíamos leer en la historia protagonizada por Hugo Smith. Y ya cuando el mismo título de su nueva novela hace mención a una película que cambió para siempre mi manera de ver el cien, pues claro... mis expectativas tocan techo.


Entonces yo me pregunto, si el nombre del autor ya es sinónimo de calidad, al igual que la editorial que nos ha traído su obra, si todo apunta a que alguien iba a sacar al niño que llevo dentro para que se divirtiera, rememorando una infancia donde cada día era una oportunidad para nuevos peligros pero también para vivir nuevas aventuras, si estaba casi convencido de que este iba a ser uno de los más atractivos homenajes a la década de los ochenta que tanto hicieron por mostrarme el camino hacia unos sueños que marcarían mi futuro... entonces ¿Por qué leer EL NIÑO QUE QUERÍA SER UN GOONIE me ha dejado tan frío?

No, no quiero que los más morbosos empiecen a frotarse las manos intuyendo la inminente escaramuza porque serán los primeros en llevarse el chasco. Soy consciente de que la mayor parte de la culpa de que la última novela de Víctor Blázquez no me haya gustado tanto como deseaba es casi toda mía. Casi.
Llevaba tiempo buscando un termino para describir lo que me ha pasado con EL NIÑO QUE QUERÍA SER UN GOONIE, y de pronto me acordé del pequeño Data y su habilidad para poner "tuampas" y entonces caí en la cuenta. Yo mismo había montado una de esas trampas para después tirarme a ella voluntariamente. Lo que quiero decir es que estamos ante una novela tramposa, que nos muestra un cebo, un espejismo de lo que crees que va a ser para, cuando ya es demasiado tarde para evitarlo, caer a un incierto vacío.

¿Y qué es lo que yo esperaba de esta obra? Básicamente no un constante, pero si un abundante homenaje al filme de Richard Donner, un montón de aventuras inverosímiles y sobre todo unos personajes profundos, de esos a los que coges cariño nada mas aparecer en la pantalla, como nos ocurrió con Gordi aplastando su batido en la ventana o la primera vez que Bocazas abre su ídem. Por desgracia lo que me he encontrado dista mucho de esto.
Por lo pronto, el nexo que une a Los Goonies con la novela es casi inexistentes y se limitan a que Yago, el niño protagonista ve la película por primera vez de camino a Jávea, y tanto le fascina que le servirá para rememorar un par de situaciones (no muchas más) a lo largo de la historia. Ni siquiera los personajes con los que irá juntándose Yago poseen ese poder de unión de Mikey y los suyos. No son miembros de un grupo por los que darías la vida o con los que irías al fin del mundo... Aquí no hay Goonies, solo la fantasía de imaginar que la relación entre Yago, Toño, Chucky y los demás fuera tan fuerte e irrompible, y esa sensación nunca llega.

Soy de los que dan muchísima importancia a los personajes. Considero que son el principal pilar sobre el que se sostiene una buena historia. Es por eso que no he podido quitarme de encima cierta sensación de desequilibrio, de paredes agrietándose por una mala elección de materiales y sujeción a lo largo de todo el libro. Y es que los protagonistas son muy protagonistas y los secundarios demasiado secundarios, meros figurantes obligados a estar ahí para unir piezas y nada mas.
Vale si, Yago es uno de los mayores aciertos de EL NIÑO QUE QUERÍA SER UN GOONIE, un más que destacable reflejo de algunos fragmentos de nuestra infancia, de esas vacaciones de verano que con tanta ilusión se empiezan y con alivio acaban. Pero Yago es algo más. Es la imagen de una familia desestructurada que intenta desesperadamente volver a la normalidad, intentado dar pasos más grandes de los que sus piernas pueden permitir. Se nota que en el protagonista recae todo el peso de la acción, y eso se ve en sus pensamientos e interacciones con el entorno, pero también con el uso de los tópicos y costumbres que creíamos personales pero que en realidad se convierten en costumbre popular.
Los demás personajes, y aquí hago hincapié en Toño, el hermano mayor de Yago, porque es el personaje donde menos debería pasar, no son libros tan abiertos como este. Muy al contrario, parece que les falta contenido, y el que tienen se encuentra desordenado. Y ¿Cómo se traduce esto en sus personalidades? Pues en sujetos que no tienen muy claro cual es su lugar en la historia, con cambios de humor y de actitud demasiado bruscos que nos hacen dudar muy seriamente sobre las intenciones de estos, pero no en ese tono que llama a la intriga, a los protagonistas que parece que constantemente esconden algo y unas pocas palabras suyas pueden dar la vuelta al guión, no, me refiero a ese tono que hace dudar de la cordura de estos, que tan pronto son los mejores amigos del mundo como se quieren matar a machetazos. Eso si no hablamos de personajes como Sara, cuyo objetivo en la trama más que el de hacer bulto no queda muy claro.

¿Y que os puedo contar de la historia? Bueno, procurando evitar no desvelar nada, Blázquez mantiene su costumbre de seguir creando historias que saben enganchar y que pese a los fallos (Entiéndase como fallos diferencias de opinión personal en la relación escritor/lector, no fallos objetivos del autor), invita a continuar su lectura hasta el final.
De nuevo admito que la sensación de haber caído en mi propia trampa es constante. Uno esperaba encontrar una novela de aventuras, una colección de desafíos que pusieran a prueba a los protagonistas y a la vez supusiera la mejor oportunidad para demostrar sus talentos y habilidades como pasa aquí con Iker y su poco creíble momento de gloria. Sin embargo EL NIÑO QUE QUERÍA SER UN GOONIE es un thriller donde el suspense y el terror predominan por encima de todo lo demás. Es inevitable no pasar por alto como la trama, a medida que avanzamos en la lectura se desvía por derroteros que acarician el cine de serie B de los ochenta con un argumento que al mezclarlo con la época actual en la que se ambienta puede desembocar en dos opciones: Que el lector lo vea como un grato homenaje al cine de género de la época o que llegue un punto en que a este le cueste cada vez más tomarse la lectura en serio. Lo que ha hecho aquí Víctor es recoger el relevo de un tema usado hasta el desgaste y lo adapta a los ¿Tiempos modernos? con mejor o peor resultado dependiendo de quién lo lea y sobre todo de lo que se espera.

Por suerte como decía, el hecho de que esta novela este escrita por Víctor Blázquez es, como es costumbre, una virtud. el lenguaje cinematográfico patente en cada capítulo eleva el apartado visual hasta ese límite que tiene que haber en todo. Víctor dirige la novela como un director dirigiría una película, haciendo que los momentos más importantes nos entren bien por los ojos antes de pararse en nuestra mente. Hay dos curiosos contrastes con los que juega en la narración. Por un lado, dos capítulos que están escritos por dos autores invitados, Darío Vilas y Claudio Cerdán, quienes sacrifican ese apartado visual (sin eliminarlo) por un carácter más profundo donde las imágenes importantes se forman en el interior de la mente de los personajes en lugar de delante de sus ojos. Por otro, EL NIÑO QUE QUERÍA SER UN GOONIE puede confundirse a veces con una novela de corte juvenil... si no fuera por alguna que otra escena escabrosa de alto contenido violento que a veces como decía, contrasta y otras desentona con el tono en que se cuenta la trama.

Así que en definitiva, si EL NIÑO QUE QUERÍA SER UN GOONIE no me ha gustado no ha sido porque sea una mala novela, muy al contrario, sino porque ha generado unas expectativas en mi cabeza que luego desgraciadamente no ha cumplido. Quizá haya querido salir afuera mi fanboy oculto, ansioso por una dosis de nostalgia, de una droga que tiene un nombre tan apetitoso y atrayente para que luego entre los ingredientes no se encuentren ninguno de los que esperaba. Si lo que queréis en cambio es una novela de suspense sin demasiado giros argumentales sino más bien tirando a lineal, una lectura muy cinematográfica del estilo de estar leyendo páginas y pensar al mismo tiempo "que bien quedaría esto protagonizado por fulano" y por supuesto escrita de la manera ágil, directa y con un uso de tramas tan conocidas como interesantes, adelante, no os sentiréis defraudados. Creo.

lunes, 2 de enero de 2017

LO MEJOR/PEOR del 2016

Por mucho que uno intente retrasarlo, el momento de las despedidas siempre llega. Que dicha despedida sea entre lágrimas o alivio, entre abrazos o amenazas, ya depende de cada uno.
Toca despedirnos del año 2016, un año como los demás, lleno de experiencias literarias que, a fin y al cabo, de eso trata este blog y es lo que nos interesa. No todas las experiencias han sido excepcionales ni todas han sido un fiasco, de todo se aprende, de lo bueno y de lo malo. Y claro, entre el buen puñado de lecturas que han ocupado nuestro tiempo a lo largo del año las hay que llaman más la atención que otros, o al menos que han dejado un poso más denso que otros en el recuerdo, aunque y repito, sea para bien o para mal.

Dejar claro, aunque creo que sobra hacerlo, que ni son todos los que están ni están todos los que son. Es decir, el tiempo del que disponemos todos al año es muy limitado, concretamente 365 días, tiempo que por desgracia nunca es suficiente para leer todo lo que nos gustaría. Es por ello que esta lista se limita únicamente a las lecturas que: A) Han ocupado mis ratos de lectura durante el pasado 2016 y B) han sido publicados a lo largo del mismo año o finales del 2015. Digo esto porque seguramente echaréis en falta novelas que muchos considerarán buena parte de los bombazos más importantes del año (EL DESPERTAR DEL LEVIATÁN de Corey, LA GRACIA DE LOS REYES de Ken Liu, BABUJAL de Darío Vilas o FILOS MORTALES de Abercrombie estarán para muchos lectores de género entre ellos), y no es que yo no los considere como tal, es que sencillamente aún no he tenido la oportunidad de leerlos y por lo tanto criticarlos y añadirlo a la lista de mejores o peores si lo merecieran. Y este blog, entre las muchas cosas que no va a empezar a hacer, es dar publicidad (buena o mala) a libros sin conocimiento de causa. Así que, siempre sin orden especifico de aparición, vamos al lío:

LAS MEJORES LECTURAS DEL 2016



LA CASA DE ARENAS MOVEDIZAS de Carlton Mellick III

Si FANTASMA de Laura Lee Bahr fue mi agradable introducción al mundo del bizarro, la primera novela editada en España de Mellick III lo sitúa como género literario a seguir muy, pero que muy de cerca. Aventuras, ciencia ficción, terror y cosas raras de cojones, este título lo tiene todo, y su autor lo mezcla de una manera exquisita, inteligente y novedosa. La apuesta de Orciny Press se convierte en una experiencia casi interactiva que todo el mundo debería disfrutar al menos una vez en su vida. (Reseña completa...)


ALCASSERIANA de VV.AA.

Sólo una editorial independiente y valiente como Antipersona sería capaz de dar a luz, tras un parto doloroso y espectacular, un libro tan peligroso y a la vez tan necesario e intenso como este. Una colección de relatos tan íntimos que uno siente deseos de quedárselos para sí mismo y no compartirlos con nadie por miedo a que estos puedan corromperse y perder su magia. ALCASSERIANA habla por medio del realismo más absoluto y del surrealismo mas hiriente, con narrativa y con verso, con música y con voz a capela  de uno de los episodios más negros de la historia de nuestro país. Un cuchillo cuya hoja está forjada con el máximo de los respetos pero hecha para que los cortes sean profundos y dejen eternas cicatrices. (Reseña completa...)


LIBROS DE SANGRE (I, II, III) de Clive Barker.

Ya no se hace raro hablar de Barker con el mismo respeto y trascendencia que Lovecraft o Stoker. Su obra ha hecho que el escritor inglés tenga un puesto reconocido y bien merecido como uno de los indiscutibles maestros de terror contemporáneo. Barker es un artista moldeando la imaginación, que usa la carne como materia prima para crear sus obras y crea imágenes nacidas de las más enfermizas de las locuras y nos la trasmite directamente a nuestros frágiles cerebros por medio de la escritura.  Valdemar ahora ha recopilado los tres primeros volúmenes de sus LIBROS DE SANGRE, una de las más importantes aportaciones al género en una excelente y siempre cuidadísima edición dentro de su colección Gótica. Una pieza de coleccionismo para entender con el mejor ejemplo posible el pasado, presente y futuro del miedo. (Reseña completa...)


VIDAS MÍAS de Enrique García Ballesteros.

Una de las publicaciones más cortas que he leído a lo largo del 2016 ha sido también una de las más. por así decirlo, instructivas si damos por bueno aquel dicho que reza eso de que "la letra con sangre entra". Ballesteros te arranca la venda que te impide ver el mundo real tal y como es para, tras un primer y rápido vistazo rociarte los ojos con un spray de pimienta y patearte los huevos con botas reforzadas de acero. Un viaje donde la rutina y lo cotidiano se funde con el surrealismo y donde nuestra eterna lucha moral interior obliga a la ética establecida a sacar la bandera blanca. (Reseña completa...)


MEDIA GUERRA de Joe Abercrombie.

Sin duda la fantasía también encuentra hueco entre las mejores lecturas del año, y el cierre de la trilogía El Mar Quebrado está a la altura de su antecesor MEDIO MUNDO y supone un broche de oro para cerrar la saga. El ritmo creciente, a la par de su violencia e intriga y unos personajes cuidadísimos y pintorescos (lo que ya es una firma personal del autor) hace que esta trilogía iguale (y a veces supere) a su saga de fantasía adulta La Primera Ley, pese a ser un título en teoría, y solo en teoría, dirigido a un público joven. (Reseña completa...)




OTRAS RECOMENDACIONES A TENER EN CUENTA


MONTAÑA RUSA de Fernando López Guisado.

Un buen numero de relatos cortos que descubren la faceta narrativa del poeta. Abarcando numerosos géneros pero centrandose en el terror, lo que aquí leeréis serán cuentos nuevos pero que huelen y saben a recuerdos de antaño, y cuya bella prosa sabe marcar un equilibrio perfecto entre lo cautivador y lo macabro. (Reseña completa...)



LO QUE VES CUANDO CIERRAS LOS OJOS de David Jasso.

Una de las lecturas más insanas y por tanto recomendables del año. Cada nuevo trabajo del escritor zaragozano es una piñata de la que no se sabe qué va a salir del interior, y esta última novela se descubre como la más experimental y personal de todas. Cada página es un juego en el que el lector se siente cómplice y partícipe sin desearlo y donde las reglas del mismo son un absoluto misterio. (Reseña completa...)



HISTORIAS DEL CAMINO de Mariela González.

Cuando uno piensa que en la fantasía está todo escrito, novelas como ésta suponen un soplo de aire fresco en tan saturado panorama. Un destacado descubrimiento que rememora los bellos pasajes de la fantasía tradicional pero dándole ese toque personal que hace que las historias que componen este volumen perduren en el recuerdo en lugar de pasar por nuestra mente como una mención sin importancia ni originalidad. (Reseña completa...)





LAS PEORES LECTURAS DEL 2016.



CIENCIA FICCIÓN. NUEVA GUÍA DE LECTURA de Miquel Barceló.

Nunca está de más tener una guía de lectura de un género que quieres explorar. Ahora bien. cuando esa misma guía es reeditada con la excusa de haber sido actualizada (apenas) y para añadirle una buena ración de erratas, y la misma guía tira por un evidente favoritismo hacia los títulos que la propia editorial tiene en sus pertenencias, el punto de vista cambia radicalmente. Sin olvidar el hecho de que su autor parece aprovechar cada momento para practicarse una autofelación, tirarse flores y recordarnos a todos lo mucho que le debemos por lo que ha hecho por la ciencia ficción en nuestro país. Un consejo: coged el índice, apuntad los títulos que se mencionan y leed sus sinopsis en Internet. Recibirás la misma información sin tener que tragaros 480 páginas de una oda a Miquel Barceló escrita por Miquel Barceló. (Reseña completa...)


SOLOS. LIBROS UNO: ORIGEN. de Álvaro Fuentes.

No podía faltar una novela de zombis entre las más destacadas decepciones anuales, y de nuevo estamos ante un ejemplo de manual que nos recuerda que la literatura Z está mas muerta que nunca (Que la editorial Dolmen solo haya editado un título, el presente, en su Línea Z es pura casualidad). Historia del montón, carente de originalidad, pero llena, eso si, de incongruencias y confusiones debido a una mala narración que no sabe mantener el ritmo y en donde las pocas escenas que buscan la complicidad con el lector están colocadas de manera forzada y artificial. SOLOS es un nuevo copia/pega de una sobreexplotación de un género, la misma acción que han repetido tantos y han terminado condenando a las mismas novelas de zombis. (Reseña completa...)


ARMADA de Ernest Cline.

Esta novela era con diferencia una de las más esperadas debido al impacto que supuso la que se convertiría en uno de mis libros favoritos, READY PLAYER ONE. Sin embargo, esta nueva experiencia no pudo ser más decepcionante. El autor intenta repetir la misma formula que en su anterior historia, pero lo hace a la desesperada, de manera casi forzada y obligada, y por lo tanto, desganada, dando como resultado una trama aburrida con actores que no han ensayado sus papeles y que no generan el interés suficiente. Y no nos olvidemos del final, un auténtico desastre que hace pensar que ni el mismo Cline sabía como plantar el punto y final al caos que estaba formando. (Reseña completa...)


FRACTURA de Dioni Arroyo.

"Una novela Greenpunk" o cómo otorgar una etiqueta que suene novedosa a una historia postapocalíptica de toda la vida para engañar al lector y hacer que piense que está ante algo nunca visto. Estamos ante una de esas historias que se autoenvenenan lentamente hasta la muerte. Es decir, la idea es buena, pero su modo de llevarla a cabo, su desarrollo aburrido, previsible y el síndrome de maniquí sin cabeza que sufren sus protagonistas (no nos importa una mierda lo que les pase) va degradando la trama hasta que uno se da cuenta de que es demasiado tarde para suministrar una cura. Totalmente prescindible. (Reseña completa...)


LYCAON de Guillermo Tato.

Con este libro me pasó algo muy parecido a lo ocurrido con ARMADA de Cline. Tras EL TORREÓN DE LAS MUÑECAS, el anterior trabajo del autor, mis expectativas eran altísimas, y todas ellas se desmoronaros como un castillo de naipes ante la decepción que supuso una lectura que intenta dar un lavado de cara al tema de la licantropía con una trama llena (o eso esperaba) de intriga y terror, pero que termina convirtiéndose en un festival gore de baratillo donde al lector le preocupa más las incongruencias sobre medicina o anatomía que se muestran que quién muere y quién no, dado lo huecos que son todos los protagonistas. Una historia que inintencionadamente se vuelve simple y aburrida, aunque contar erratas entretiene lo suyo... (Reseña completa...)

OTROS RAPAPOLVOS


ALMA de Carlos Sisí.

Tras una de las más exitosas e interesantes sagas de muertos vivientes como son LOS CAMINANTES, que te digan que su autor se va a aventuraren una historia de terror con fantasmas hace que a uno se le levanten las orejas de la emoción. Y si, fantasmas hay, pero lo que es terror... bueno, supongo que las pesadillas de Paulo Coelho serán algo parecido a esto.
Alma es un relato que se alarga innecesariamente hasta el punto del agotamiento, que comienza muy bien pero luego se apoya en una premisa que haría vomitar de ternura hasta a un unicornio. (Reseña completa...)


RÓNDOLA de Sofía Rhei.

Nadie sabe vendernos humo tan bien como Minotauro. Ya lo hizo el año pasado con la soporífera AVENIDA DE LA LUZ de María Zaragoza. Esta ve su fuerte campaña de marketing nos prometía con RÓNDOLA una novela de fantasía supuestamente para adultos (¡Supuestamente!), ingeniosa y original, para terminar ofreciéndonos un relato de tantos, que si bien el resultado era aceptable, nos haría mirar más de una vez cuánto nos quedaba para terminar el libro que por su relleno indiscriminado se tornaba interminable. Además, no podemos olvidar esa promesa de fuertes matices feministas en la trama, tan necesaria hay que decir, pero que finalmente si existen terminan dando un resultado totalmente contrario al esperado. (Reseña completa...)


HERE´S JOHNNY! LAS PESADILLAS DE STEPHEN KING de Tony Jiménez.

Resulta irónico que un autor que ha estado dos años seguidos en la sección de mejores lecturas de año en este blog acabe aquí. Y es que la iniciación de Tony Jiménez al mundo del ensayo no es malo, el interés es presente, y consigue que el lector que conoce poco la obra de King se interese por sus novelas... el problema es el tono, en concreto una falta de objetividad que resulta exasperante y termina convirtiendo el libro en un constante peloteo hacia todo lo que hace el escritor de Maine hasta el punto de criticar incluso a aquellos que puedan tener palabras negativas hacia una obra u otra. (Reseña completa...)



No puedo cerrar la presente entrada sin agradecer de corazón a todos los que habéis estado ahí desde el nacimiento de este humilde blog. Así como a los seguidores más recientes o sencillamente a los que pasaban por aquí y me han regalado alguna que otra visita desinteresada. Autopsias Literarias del Dr. Motosierra, como todo blog que se precie ha vivido sus buenos y sus malos momentos. más cuando se trata de una página que cuenta con un único redactor, y ha sido gracias a vosotros que seguimos aquí, al pie del cañón dispuestos a seguir dando guerra el mayor tiempo posible.

!Gracias a todos!