domingo, 28 de febrero de 2016

Reseña: EL LIBRO DE SOMBRA de Juan Cuadra Pérez.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

EL LIBRO DE SOMBRA de Juan Cuadra Pérez.

Tras los sucesos que llevaron al cierre de las Puertas del Reino de las Pesadillas y su posterior reapertura, todo sigue igual para los habitantes del mundo, pero todo ha cambiado para los habitantes de la Ciudad. El conjuro de Schiolla ha arrancado toda la urbe de la realidad, transportándola a un lugar desconocido y transformándola en un lugar cerrado regido por leyes misteriosas. 

Encerradas en esa jaula mística, aquellas personas que se vieron más afectadas por los acontecimientos del Reino se irán uniendo poco a poco para crear algo distinto en el corazón de la Ciudad: las Casas de la Carne. Un reflejo de los horrores que crearon en el mundo real, solo que ahora cobran vida en un mundo con reglas diferentes.

Mientras, el mago Sombra, atrapado en las calles de la Ciudad tratará de encontrar los conocimientos y la magia necesarios para entender lo que sucede y deshacerlo, si es que es posible. En su camino se cruzarán el Rey del Mundo, los Arcontes y las Casas de la Carne, sus habitantes y amos. Y lo que hay más allá de la Ciudad.

Si El Libro de Ivo se aventuraba en lo que sucede cuando los hombres sacan descontroladamente la oscuridad que llevan dentro, en El Libro de Sombra esa oscuridad es sometida a leyes y normas, en un lugar donde todo está permitido, por el precio adecuado. Y donde las viejas reglas de la magia dejan de ser válidas.

Creo que a estas alturas cualquier consumidor de libros que se precie puede afirmar que los tópicos de cada género literario son meras formalidades carentes de fundamento.
La novela negra no siempre tiene que estar protagonizada por policías o detectives. No todas las historias de ciencia ficción tratan sobre el futuro o los viajes al espacio. Es más, a algunos les sorprendería saber que en una historia de terror no tiene porque morir nadie para ser una gran obra. ¿Y quién dice que en la fantasía siempre tienen que narrarse actos heroicos de la mayor nobleza?, ¿Que tenga que haber una doncella a la que rescatar?, ¿Y villanos a los que derrotar en duelos épicos?... Algo así no lo dice nadie que realmente entienda lo que es el género fantástico.

Escritores hay tantos como sus obras, y el desarrollo de estas muchas veces es señalado por la necesidad de innovación o bien de mantenerse cerca de las raíces del género. Existen incluso novelas cuya toma de una u otra dirección es movida por un objetivo en concreto, resulta demasiado evidente y, por lo tanto en ocasiones la lectura resulta poco natural, forzando las necesidades comerciales del autor por encima de la trama en sí y el gusto por el disfrute del lector. Traducido: Hasta en la fantasía existen escritores que vigilan en que dirección se mueve el carro de la moda y optan por tomar la misma dirección, sacrificando imaginación, talento y buen gusto.

Y luego está ese otro tipo de escritores. Aquellos que disfrutan creando mundo de la nada, plasmando al papel exactamente lo que cruza por su mente por muy enrevesado o criticable que sea, tirando a la papelera cualquier intento de autocensura y estereotipo establecido. Escritores que más bien parece que escriben para ellos mismos en lugar de pensar en las manos donde pueda acabar su obra.

Escritores como Juan Cuadra Pérez.

Ya lo demostró allá por septiembre del 2014 con su debut EL LIBRO DE IVO, primera entrega de la saga de La Ciudad. Una obra que en su momento reconocí que su primera impresión no supo llegarme (Yo y mi fobia al uso de símbolos religiosos en las portadas) pero que cuando ya llevaba pocas páginas leídas, consiguió atraparme como hacía tiempo que ningún libro de su género conseguía, y son varios los géneros que encontramos en la novela.

Y si algo creaba la espera de su continuación, era incertidumbre. Uno no sabía por dónde te iba a venir su autor esta vez, cómo seguiría moviendo ficha en un tablero que él mismo había convertido en un caos y cuál sería el destino de sus protagonistas.

Así, al contrario que ocurrió con la primera entrega, no tuve ningún atisbo de duda, me cargué de grandes expectativas, abrí mi mente y me adentré de lleno en EL LIBRO DE SOMBRA. Y ya he vuelto, cubierto de sangre y otras sustancias de dudosa procedencia, con el recuerdo de escenas realmente atroces unas, bellas otras, con el sonido de huesos partiéndose, carne desgarrándose... y con una sonrisa que me cubre la cara.

en la reseña que publiqué hace un tiempo EL LIBRO DE IVO escribí este parrado:

" ...no me atreveré a decir que es de lo mas original que he leído este año porque no deja de ser una mezcla de géneros y situaciones, pero mezcladas con inteligencia, buen hacer y muchas ganas."

Pido perdón si este comentario hizo que alguno llegara a la mala conclusión de que la obra de Juan Cuadra carece de originalidad. La saga de La Ciudad rebosa imaginación, pero en ocasiones es difícil diferenciar lo que uno cree que ya ha leído ("esta escena me suena de alguna película") de lo que uno quiere leer ("¡Mierda!, ha pasado tal y como yo quería". Esta obra combina ambos extremos, siendo la conclusión a la que llegamos al termina el haber leído lo que nosotros queríamos pero sin sacrificar ni un ápice de novedad y originalidad. 

EL LIBRO DE SOMBRA mantiene la misma misiva y simultáneamente demuestra que se puede hacer una secuela manteniendo semejanzas pero al mismo tiempo creando algo totalmente distinto. Pero... ¿Cómo resumir de forma rápida un libro como éste?, ¿Se acepta la definición "Puta salvajada" sin que la gente se ofenda? Espero que si...

Me reitero en comparaciones. La obra de Cuadra es un perfecto cruce entre una sobredosis de magia administrada por Neil Gaiman y las pesadillas más macabras de Clive Barker. Ambas semejanzas se ven reflejadas en un mundo dominado por la magia, pero una magia que siempre requiere costes y sacrificios, y pocas veces de resultados agradables a la vista. Magia rúnica, elemental, de sangre, todas se unen en un conjunto de sistemas mágicos que el protagonista, Sombra usa como el manitas que intenta arreglar la lavadora haciendo lo posible por no llamar al técnico, de manera chapucera en ocasiones, pero efectiva y engañosamente sencilla y atrayente, hasta el punto de que el lector más imaginativo sienta ganas de practicar alguno de esos símbolos que se ilustran en sus páginas.

Y si, Sombra es el nombre del protagonista principal de esta segunda parte de La Ciudad. Un personaje que ya disponía de su papel importante en EL LIBRO DE IVO, aunque hay que reconocer que en este, el protagonismo estaba bastante repartido entre los personajes que deambulaban en el mundo real y los señores del Reino. Ahora sin embargo estamos ante una historia con menos ubicaciones y saltos entre un mundo y otro, aunque por ello no quiere decir que la trama sea más lineal y, aunque los capítulos estén protagonizados por varios personajes, será Sombra el que lleve la voz cantante en esta ocasión, descubriendo su presente, su pasado y ¿futuro?. Todo ello, claro está sin que por ello falten caras conocidas y nuevos fichajes, todos ellos piezas de un juego macabro que esta vez se jugará exclusivamente en la ciudad sin nombre, dejando de lado prácticamente en su totalidad al Reino de las Pesadillas y limitándose a un entorno mucho más cercano y verídico por causa, posiblemente de su extrema violencia y maldad.

EL LIBRO DE SOMBRA abre el saco y mete dentro todos los géneros que puedan caber en él, predominando como puede ser obvio la fantasía. Pero repetimos, estamos ante una fantasía poco convencional, que recoge su nombre sobretodo por el uso de fuerzas antinaturales, pactos con seres de otros mundos y armas encantadas que se codean con un escenario actual y herramientas de nuestros tiempos. Todo ello bajo una ambientación oscura, sucia y decadente que se contrasta con escenarios casi de naturaleza feerica. ¿Habéis visto esa maravilla del celuloide dirigida por Alex Proyas titulada Dark City? Pues ya estás tardando en dejarte llevar por la atmósfera de La Ciudad, un espejismo para sus habitantes y un campo de batalla para los que la dominan.

El terror por supuesto es la faceta que encontramos en la historia. Un terror que se nos presenta en primera instancia como numerosas muestras de gore y demencia. Posiblemente la acción de EL LIBRO DE SOMBRA se vea mas limitada que su antecesor, pero eso no quita lugar a un constante uso y abuso de escenas sangrientas, cuerpos mutilados o juegos enfermizos de los que tanto presume uno de los lugares en que más tiempo pasaremos intentando hacernos los valientes: Las Casas de la Carne, un lugar que haría salivar de gusto al ya mencionado Barker y que sirve de excusa al escritor para plasmar lo más cruel y salvaje que se le ocurre, construyendo la ciudad del pecado del fin del mundo, lugar donde más de uno tendrá que aguantarse la arcada, aunque no faltarán algunos que hubiéramos deseado incluso más muestras de este insano territorio ¿Soy un enfermo por eso?.

Pero Juan Cuadra también sabe convertir el miedo en tensión. No le cuesta nada hacer que sus personajes nos resulten importantes y creibles, sin tener que recurrir al casi perfeccionamiento heroico de estos, resaltando sus imperfecciones, la idea de que no todo sale bien a la primera, en definitiva, mostrándonoslos como lo que realmente son: seres humanos. ¿Y que hace el autor cuando sabe que nos hemos encaprichado con uno u otro personaje?, ¿Podéis imaginaros lo que sentiríais si alguien pusiera una caja llena de gatitos encima de un estanque plagado de pirañas? Pues mas o menos, y es una incertidumbre y una tensión con la que no tiene prisa por acabar, sino que la mantiene el tiempo que haga falta, alargando el sufrimiento del eterno sufridor que es el lector ante el futuro de lo quenya considera sus seres queridos, que puede ser cualquiera, ya que aquí las primeras impresiones suelen ser bastante engañosas.

Existe otro elemento que no vamos a echar en falta en EL LIBRO DE SOMBRA que se hacía muy evidente en EL LIBRO DE IVO. Los videojuegos parecen ser una fuerte influencia para la saga que ha creado Juan Cuadra, no solo en la ambientación. Las referencias se trasladan también a las escenas de acción e incluso a la interacción entre personajes y sus recursos. La saga de La Ciudad es una inmensa aventura gráfica plagada de objetos mágicos que encontrar y combinar, conjuros que aprender y trucos que descubrir. Y sobretodo, una experiencia que vivir.

No se puede decir que este nuevo título sea superior o inferior que la primera entrega. EL LIBRO DE SOMBRA es sin duda, una continuación perfecta, que se mantiene exactamente al mismo nivel y encantará a los que disfrutaron de las hazañas de Ivo Lain, y una excusa perfecta para empezar una de las sagas mas curiosas y sorprendentes que puedes encontrar dentro de la fantasía más oscura de nuestro país.


domingo, 21 de febrero de 2016

Reseña: LAS COSAS QUE PERDIMOS EN EL FUEGO de Mariana Enriquez



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

LAS COSAS QUE PERDIMOS EN EL FUEGO de Mariana Enriquez

El mundo de Mariana Enriquez no tiene por qué ser el nuestro y, sin embargo, lo termina siendo. Bastan pocas frases para pisarlo, respirarlo y no olvidarlo gracias a una viveza emocional insólita.

Las autodenominadas «mujeres ardientes», que protestan contra una forma extrema de violencia doméstica que se ha vuelto viral; una estudiante que se arranca las uñas y las pestañas, y otra que intenta ayudarla; los años de apagones dictados por el gobierno durante los cuales se intoxican tres amigas que lo serán hasta que la muerte las separe; el famoso asesino en serie llamado Petiso Orejudo, que sólo tenía nueve años; hikikomori, magia negra, los celos, el desamor, supersticiones rurales, edificios abandonados o encantados... En estos once cuentos el lector se ve obligado a olvidarse de sí mismo para seguir las peripecias e investigaciones de cuerpos que desaparecen o bien reaparecen en el momento menos esperado.

Últimamente lo que estoy viviendo con este blog es lo que algunos definirían como una relación amor/odio.
Dentro de poco se van a cumplir dos años desde que Autopsias Literarias del Dr. Motosierra  publicara su primera reseña y sigo estando tan orgulloso de él como el primer día. Y es que siempre me he intentado mantener fiel a los objetivos y necesidades que causaron entonces la creación de este espacio, que son la de fomentar la literatura, principalmente de ficción, recomendando títulos usando como única herramienta de valoración y criterio la opinión personal, para también de algún modo evitar que un público concreto se gaste su dinero en material altamente prescindible o nocivo y, sencillamente, para entretener.
Suena sencillo, ¿Verdad?. E incluso seguro que más de uno piensa que es hasta normal, que así deberían ser todos los blogs de opinión literaria. Pues no lo es, y esto ha llegado a dar pie a las más inverosímiles de las situaciones.

Se me ha acusado de favoritismo y amiguismo, signifique lo que signifique eso, de cambiar las reseñas tras su publicación (si, lo que leéis), hasta de faltarle el respeto a los autores, aunque sigo manteniendo que decirle a alguien que se busque un trabajo decente en lugar de seguir escribiendo no es una falta de respeto, sino un consejo con el objetivo de mejorar la sociedad y el poco buen gusto literario que pueda quedar.
Y no nos olvidemos de las veces que me han criticado por haber provocado algún que otro suicidio virtual (dícese de la persona que a raíz de una mala crítica desaparece de las redes sociales, sea por orgullo, vergüenza o estupidez) He recibido insultos, amenazas y demás perlas que creía olvidadas de los patios del colegio que terminan demostrándome dos cosas: Que ser escritor no implica necesariamente ser inteligente y que poca gente se lee las anotaciones sobre el funcionamiento del blog (margen derecho, por favor). Pero todo esto no me preocupa ni me molesta. Al contrario, no solo lo asumo sino que también lo esperaba, y son detalles que incluso dotan a la web de cierta personalidad y si, también publicidad.

Aunque si hay cosas que me cansan. Como la gente que pone en tela de juicio la calidad del blog. ¿Calidad? ¿Que calidad?. Yo al menos lo admito, de escribir tengo poca idea y por supuesto ninguna para opinar de una obra alardeando de estilos y técnicas que no poseo pero tampoco cobro por ello y no recibo ningún beneficio material por ello salvo contadísimas excepciones. Podría decirse que sí, aún hay gente que hace las cosas por amor al arte. Estoy cansado de gente que te manda sus obras, asumiendo, tonto que soy, que saben que eso no les garantiza una buena crítica, pero cuando se dan el batacazo desaparecen del mapa, no te dan las gracias, y ni siquiera te replican aunque sea por privado. Y encima aparte de ser consciente de haberte leído un mal libro te deja la sensación de haber perdido un tiempo que nadie te va a devolver por culpa de un imbécil con demasiado amor propio (Si, imbécil, ahí tenéis vuestra falta de respeto, regocijaos queridos, como cerdos en el fango)
Y por supuesto estoy cansado de haber escrito yo solo más de 200 reseñas en dos años (salvo una excepción), pero eso es algo que yo me he buscado por puro masoquismo y... mierda, creo que esto trataba de reseñar libros, no de contaros mi aburrida vida, pero bueno, la moraleja de todo esto es que este es mi blog y escribo en él lo que me sale de los cojones.

Todo esto viene a que con la recién descubierta obra de Mariana Enriquez también sufrí esa extraña y contradictoria sensación de amor/odio.

Fue totalmente inesperada la publicidad que se le dio a LAS COSAS QUE PERDIMOS EN EL FUEGO, la nueva antología de relatos de la autora que se editó recientemente en España y que enseguida se reveló según muchos como la nueva revelación del terror, por ser la autentica heredera de los mejores escritores de historias de fantasmas de todos los tiempos como Shirley Jackson, Wilde o M.R. James...

... A ver, ni tanto ni tan calvo.

La carrera literaria de Mariana Enriquez es cuanto menos extensa. Varias novelas, antologías de relatos cortos como la que nos ocupa hoy y demás participaciones la convierten en una de las autoras argentinas más prolíficas de su país, como demuestra por ejemplo la intención de que LAS COSAS QUE PERDIMOS EN EL FUEGO vaya a ser publicada en 20 idiomas, como al parecer le gusta presumir a la editorial en cada hueco libre que encuentran en el tomo.

Es evidente tras un par de relatos leídos cual es objetivo de la autora, que es buscar la incomodidad y el escalofrío del lector, ya sea mediante el crudo y desadornado retrato de la sociedad o a través de elementos fantásticos de mayor o menor credibilidad, pero siempre intentando permanecer dentro de un plano realista y de situaciones que comienzan como cotidianas, construyendo así una colección de historias empujadas por el terror, el misterio y fuertes dosis de realismo sucio, que no hacen sino empañar más si cabe el cuadro emocional general, cubriendo cualquier matiz de color cálido que pueda existir con tonos grises que se mantienen constantes a lo largo de los 12 relatos que componen la antología. Y este es solo uno de los factores comunes entre los relatos.
Otro ejemplo de lo que se terminará convirtiendo en firma personal de la autora será la elección de sus personajes y el reflejo social y emocional que representan cada uno de ellos.

Tomemos como ejemplo el primer relato que encontramos. EL CHICO SUCIO es un comienzo ideal para que el lector se vea transportado a un lugar donde realmente no quiere estar, lugar dominado por su decadente ambientación inspirada en los barrios marginales que se usa de escenario donde la prostitución, la droga, el robo y el asesinato impregnan callejones, aceras y rostros de ciudadanos, rostros pertenecientes a protagonistas en su mayoría de clase media baja, figuras que saben que nunca serán esa luz que brilla entre la multitud, sino un grano de arena trasportado por el viento, con problemas reales que condicionan su comportamiento o maneras de afrontar situaciones límite. Gente rota, incompleta (en ocasiones de manera literal) o que sencillamente arrastran tras de sí un peso que ellos mismos han decidido cargar y que poco a poco los va consumiendo. Ah, y todas las protagonistas son mujeres.

¿Esperáis que ponga alguna pega acerca de la exclusividad de la mujer como protagonista de 12 relatos? En absoluto, no es la primera vez que leo una antología que incluso usa como arma a la mujer, o como elemento clave de la trama, como por ejemplo NIDO DE PESADILLAS de Lisa Tuttle... bueno, quizá no era el ejemplo más adecuado...

Me encantan las historias protagonizadas por damas, sobretodo aquellas que usan el feminismo (en el correcto significado del termino, por favor) como elemento conductor de la trama, mostrando a una mujer capaz de arrancarse el cepo de la opresión y demostrando que el termino "sexo débil" carece de significado. Pero Mariana Enriquez no consigue ese objetivo.

Las protagonistas de estos relatos parece que no quieren salir de su papel de fémina en apuros, que cualquier circunstancia fuera de lo normal supera los límites de su resistencia y terminan dejándose arrastrar por la corriente, aceptando un destino que, si le echara un par de ovarios podría tornarse a favor suyo. En relatos como TELA DE ARAÑA, EL PATIO DEL VECINO o el que da título al libro, LAS COSAS QUE PERDIMOS EN EL FUEGO, se nos muestra una mujer sufriente, acosada por factores externos que convierten sus vidas en tormentos de los que no hay escapatoria ¿Y adivináis cual es ese factor externo predominante? Si.. el hombre.

Porque si la mujer toma el papel de victima y sufridora, el hombre interpreta lo opuesto. Es el villano, el opresor y el incrédulo, un desalmado que no se lo piensa dos veces a la hora de llamar loca a su pareja y le mande de una patada al manicomio solo por que le cuenta no se sostiene, o mostrando un claro perfil de acosador o violento, un torturador psicológico o sencillamente un muro que metafóricamente impide a la protagonista llegar a la salida y por lo tanto a la tranquilidad.
Y si, igual el gilipollas soy yo, y seguro que no faltará el que piense "que ignorante, no ha captado el sentido de la obra de Enriquez". No se... igual el psicópata se siente incomodo al leer cosas sobre psicópatas, pero incluso yo que creo y espero dar el perfil de un hombre que ha respetado siempre a la mujer me he sentido no atacado, pero si criticado solo por el hecho de haber nacido así.
Y más me ofende el perfil que da a la mujer repito, no hay indicios de la luchadora, valiente y capaz de imponerse a la dura situación que el país (en casi todos los casos Buenos Aires) impone en ellas y, en cierto modo dejando que el machismo se imponga ante ella.

Quizá es por eso que mis relatos favoritos son aquellos que recurren claramente al factor más sobrenatural. Historias de fantasmas que encuentran en relatos como LA CASA DE ADELA su máximo exponente en una historia abrumadora llena de influencias clásicas y dotándolo de un aura macabra y original. Es sin duda, de mis favoritos, como PABLITO CLAVÓ UN CLAVITO. UNA EVOCACIÓN DE PETISO OREJUDO, cuya fuerte baza se encuentra en lo verídico de su origen, la historia real de un asesino en serie de tan solo 9 años, aunque igual de macabros pero esta vez tirando de la influencia oriental disfrutaremos de relatos como FIN DE CURSO o VERDE ROJO ANARANJADO.

E incluso la autora se atreve a homenajear a Lovecraft con BAJO EL AGUA NEGRA, un texto impresionante, de los que uno desearía que no se quedara en una historia corta, poseyendo tanto ideas como calidad para ser algo más.

Por desgracia también hay relatos que no me dicen absolutamente nada. Y eso que es normal que los desenlaces de las historias de Enriquez queden hasta cierto punto abiertas, dando al lector la posibilidad de imaginar como acaba, ya sea siendo benevolente con los personajes o recurriendo a la imaginación mas macabra, cosa que se incita a hacer hasta la obligación de pensar lo peor en historias como NADA DE CARNE SOBRE NOSOTRAS. Sin embargo, hay relatos que, debido a su naturaleza, desarrollo o desenlace crean cierta confusión e incluso aburrimiento. LA HOSTERIA, LOS AÑOS INTOXICADOS o la ya mencionada TELA DE ARAÑA son una prueba de estos relatos que, por su final deja al lector igual que al comienzo, con un irritado "¿Y ya está?" en la cabeza y con la más terrible sensación de haber leído varias páginas de relleno destinadas a engordar un libro por miedo a no publicar un panfleto.

Pocas pegas la verdad, pero bastante llamativas que no hacen sino decepcionar y restarle puntos a una valoración final cuyos puntos a favor llaman al sobresaliente. Mariana Enriquez es una gran escritora, y la imaginación y talento que desbordan muchos de sus relatos la convierten en un nombre a tener en cuenta. Una autora que juega muy bien sus cartas y que es capaz de afrontar uno de los retos mas complicados del terror: hacer que nos lo creamos. La crudeza de algunas de las escenas, el perfecto retrato de la sociedad, resaltando lo más oscuro o deprimente de ella, hacen que la tensión y la veracidad se mantengan constantemente, Si a esto le sumamos una fuerte crítica social (salvo el comentado papel que desempeña el hombre en las historias, demasiado exagerada y victimista) encontramos una colección de cuentos muy recomendable, apta para todos los gustos (no niego que los relatos que a mi no me han dicho nada a otros les emocione), totalmente distintas unas a las otras y que rememorará lo mejor de las historias de fantasmas de todos los tiempos. Pero os recomendaría que no os lanzarais a LAS COSAS QUE PERDIMOS EN EL FUEGO con las expectativas demasiado altas. No es el libro del año, ni la autora que alcanzará el trono de la literatura del terror como me han hecho creer a mi. Es una gran obra, eso si, y no hay que pedir más.




domingo, 14 de febrero de 2016

Reseña: A TODO VAPOR de Terry Pratchett



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

A TODO VAPOR de Terry Pratchett.

El progreso ha llegado a Mundodisco a lomos de una locomotora de vapor. 
Sus habitantes acuden en masa a admirar el revolucionario prodigio de la técnica, obra de un joven inventor autodidacta llamado Dick Simnel. Inmediatamente Lord Vetinari decide apropiarse de la máquina, y nombra a Húmedo von Mustachen, su hombre para todo, responsable de la operación. Entretanto estalla una revuelta política entre los enanos, que planean atentar contra su rey y sabotear el ferrocarril. 
Von Mustachen tendrá que esquivar muchos escollos para evitar que todo descarrile.

Soy un fiel defensor de la idea de que para conmemorar a nuestros seres queridos o a nuestros ídolos no hace falta llevar flores a su tumba. No es necesario llorar a varios metros por encima de un cadáver descompuesto, mero recipiente de ideas y talento y enseñanzas. Cuando rememoramos la memoria de aquellos que marcharon dejando un valioso legado debemos hacerlo con alegría, con la idea en la mente de que el mundo sigue girando y, aunque algunos de sus pasajeros ya no estén entre nosotros, su recuerdo es imborrable y sus lecciones inmortales. Cuando un viajero se apea del vagón, nunca falta esa persona que se la queda mirando y que, en cierto modo echa en falta durante lo que dura el viaje. Sin embargo Terry Pratchett es uno de esos viajeros que entran al tren haciendo cabriolas y al abandonarlo todo el público lo despide con una mano, mientras que con la otra se enjuaga lágrimas de alegría, agradecimiento y sí, también añoranza.

En mi caso, cualquier cosa que se me ocurra que deba agradecer acerca del mundo de la literatura se lo debo a Sir Terry Pratchett. Sí, reconozco que soy de aquellos que descubrió Mundodisco no a través de un libro, sino gracias al videojuego para PC Discworld creado por la tristemente extinta Psygnosis. Hicieron falta apenas un par de partidas para crear un precedente en mi persona, convirtiendo a alguien que evitaba coger un libro si no era estrictamente necesario en un autentico devorador de ellos. Así que sí, puedo reconocer con orgullo que mi afición a los libros se la debo al señor Pratchett, por encima de Stephen King o cualquier escritor de terror, género que al final terminó predominando entre mis lecturas.

Terry Pratchett nos ha dejado, y a cambio ha dotado del don de la inmortalidad a una riada de personajes inolvidables y fantásticos como Rincewind, Yaya Ceravieja y su séquito de brujas, Sam Vimes y la guardia de la ciudad de Ankh- Morpork, Vetinari o la mismísima Muerte entre otros muchos que han hecho, hacen y harán que la aventura de la lectura se convierta en momentos inolvidables.

Es por eso que mientras uno lee A TODO VAPOR, cuadragésima novela de la saga de Mundodisco sienta la alegría y satisfacción que produce leer cualquier obra del maestro, pero sin poder espantar cierta tristeza que revolotea cual mosca cojonera.


Y es que si tras la friolera cifra de cuarenta novelas, un servidor disfruta de cada nueva entrega como la primera y sus relecturas son porque ese continente plano que cabalga sobre cuatro elefantes que a su vez se posan sobre la tortuga celestial Gran A´Tuin de algún modo supo encontrar el camino más recto hacia su corazón y el de millones más de lectores que han crecido y evolucionado con los habitantes de Mundodisco. Un mundo que no deja atrás dicha evolución y cuyas semejanzas que unen este mundo fantástico con el real son cada vez mayores. Así, como si nos trasladara a la época de la revolución Industrial, el ferrocarril llega a la ciudad de Ankh-Morpork, convirtiendo una aventura llena de sátira en casi una lección de historia moderna. 

Terry Pratchett no solo tiene imaginación, sino que también le sobra ingenio, y éste es plasmado en las páginas de A TODO VAPOR por medio de una infinitud de lecciones sobre la creación, progreso, circunstancias y consecuencias de la aparición de la locomotora a vapor. Esta historia no nos limita a ser un mero espectador que ve pasar una innovadora máquina dejando una estela de humo hasta perderse en el horizonte, sino que nos mete de lleno en el mismo corazón del ferrocarril, enseñándonos como un simple prototipo termina convirtiéndose en el futuro, en las innumerables posibilidades que se abren a su alrededor para primeras, segundas y terceras personas y, por supuesto, los peligros que tal ingenio trae consigo. El autor no deja nada al aire, sino que deshoja el tema alegremente convirtiendo en dolorosamente creíble algo que se supone que pertenece a un mundo de fantasía. Y es que, como indicaba anteriormente, el abismo que une este mundo con el nuestro, a veces se vuelve tan irrisoriamente pequeño, que nos vemos capaces de poder sortearlo de un salto.

Reconozco que el personaje de Humedo Von Mustachen nunca ha sido de mis favoritos, siempre preferí al carismático Vimes o al miedoso Rincewind, aunque ello no quiere decir que no haya disfrutado de títulos como DINERO A MANSALVA o CARTAS EN EL ASUNTO, porque, aun siendo un rufián, un tramposo y un estafador, con esta última historia se hace querer, y al mismo tiempo que muestra su lado más pícaro también aflorará su parte más humana. Es algo parecido a lo que pasa cada vez que ahondamos en a vida del patricio Vetinari, un personaje que se termina volviendo indispensable a la hora de entender como funciona el mundo.

Un común en las novelas de Mundodisco es la doble trama. Por un lado, el mundo se rinde ante la innovación y el poder del ferrocarril, por otro lado el mundo e rinde ante otro sentimiento: el terror. 
La discriminación racial o social en un tema que se ha tratado con bastante asiduidad a lo largo de las tramas que componen Mundodisco, sin embargo, en A TODO VAPOR, el tema va más allá, satirizando pero de manera bastante seria un tema de bastante actualidad como son los actos terroristas movidos por movimientos radicales o extremistas, retratando como si de un grupo del ISIS o Al Qaeda se moviera entre la comunidad enana del disco a raíz de ciertos acontecimientos que surgieron en la novela ¡ZAS! y donde una aparente hermandad irrompible termina separada entre los que son o no considerados infieles. 

Terry Pratchett trata como en otras ocasiones temas de índole bastante seria y actual de una manera paródica pero curiosamente sin llegar a faltar el respeto o ridiculizando el tema, sino tratándolos de manera didáctica, aleccionando al lector y llevándolo a una ética bastante simplista, pero que parece que por desgracia a muchos se les escapa. 
Cualquier lector de Pratchett asiduo, que haya leído todas y cada una de las novelas de Mundodisco desde EL COLOR DE LA MAGIA a la presente A TODO VAPOR no puede negar que poco a poco la escritura del autor se encaminó a temas más serios, y por lo tanto la lectura se volvió incluso más oscura que en sus principios. Así, esta última entrega, pese a no llegar al drama de TURNO DE NOCHE o a la novela veladamente histórico/ficticia REGIMIENTO MONSTRUOSO,  no andará escasa de momentos y reflexiones que busquen antes la meditación del lector que la carcajada.

Pero risas hay, no cabe duda. El humor de Pratchett estará acompañándonos a lo largo de todo el viaje, al igual que las apariciones de muchos personajes ya clásicos en la saga, como miembros de la guardia, Vetinari (que casi actúa como coprotagonista), Harry Rey, donde adquiere el papel que merecía a gritos, o los trasgos, todos ellos tratados con la máxima ternura y devoción que los hacen ver no como meros personajes ficticios creados por la mente del autor, sino como auténticos hijos suyos.

A TODO VAPOR es una novela más de Mundodisco, y aquí el termino "una más" no es con tono despectivo, sino todo lo contrario. Cualquier obra firmada Por Pratchett es sinónimo de calidad, talento y las máximas calificaciones. 

Cierro el libro con una sonrisa en los labios, pero también con cierta congoja de saber que la próxima novela ambientada en este fantástico mundo, LA CORONA DEL PASTOR (10/03/2016), será la última escrita por ese hombre siempre retratado con sombrero en la cabeza y amor por la literatura en el pecho. Pero no lloro su perdida, sino que sonrío en el recuerdo que deja en cada una de las páginas de sus libros, los cuales, si no habéis descubierto ya, no se que coño hacéis perdiendo el tiempo leyendo esta mierda en lugar de lanzaros a por sus obras.

Gracias por todo maestro. Hasta dentro de un mes.

lunes, 8 de febrero de 2016

Reseña: LYCAON de Guillermo Tato.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

LYCAON de Guillermo Tato.

Esta es la historia de un grupo de personas, que hastiados de vivir en el estresante bullicio de la ciudad, deciden marcharse a un pueblo abandonado, entre Galicia y Asturias, con la intención de reconstruirlo y convertirlo en su nuevo hogar. Aunque no se conocen entre sí, sus mochilas están cargadas de una enorme ilusión con la que iniciar una nueva vida, pero no han tenido en cuenta que con la llegada del crudo invierno, un fuerte temporal les dejará completamente rodeados por la nieve, atrapados e incomunicados. 

Cuando se desata el temporal y los hijos de algunos vecinos regresan a sus casas para refugiarse, encuentran un cadáver junto a un río cercano, que parece haber sido atacado por algún animal desconocido.

O algo incluso peor.

 Algo que acecha en la oscuridad, oculto en el interior del siniestro bosque que rodea la aldea. Un mal que deberá afrontar el grupo de vecinos si quieren sobrevivir al invierno y al monstruo que habita dentro de cada uno de ellos.

El afán del goce o la novela definitiva dentro de su temática.

Suena sencillo pero no lo es en absoluto. Cuando nos aficionamos a un género, o más concretamente a una rama surgida de ese género siempre solemos tener guardada en la recamara de la mente esa obra que de manera imbatible se encuentra en lo alto del podio defendiendo con uñas y dientes su medalla de oro y el derecho a ser usada para compararse con las nuevas lecturas que van surgiendo.

¿Te gustan las novelas de vampiros? Seguro que tienes tu libro favorito sobre chupasangres, ¿Anne Rice?, ¿Bram stoker tal vez?, ¿Stephenie Meyer? Jesús, espero que no...
¿Que eres más de zombies y no encuentras ninguna obra que se pueda comparar a los libros de Max Brooks, Sisí o Lluch?, ¿Nadie ha tratado mejor la figura del fantasma o los monstruos marinos como hizo Oscar Wilde o William Hope Hodgson?, ¿Y que me decís de los hombres lobo?, ¿Acaso hay alguna novela sobre el mundo de la licantropía que se pueda comparar a... a... ?

Si, lo admito. Las novelas de terror con hombres lobo siempre me han llamado la atención, sin embargo, ninguna de ellas ha sabido convertirse en una de esas obras referentes y han sido muy pocos los títulos dedicados a la figura de este monstruo clásico que han caído en mis manos, y ninguno ha supuesto la importancia necesaria para convertirse en dicha referencia, a excepción posiblemente de EL CIRCULO DEL LOBO de Antonio Calzado o las altas expectativas que tengo hacia la (espero) futura lectura de HIJA DE LOBOS de Víctor Conde.
Y es una autentica pena porque desde la más clásica premisa de la maldición de la luna llena hasta los experimentos de algún científico loco (Recurso harto usado cuando la originalidad escasea) e tema del homo lupus homini siempre me ha interesado.

Claro, uno se encuentra en estas circunstancias y de repente te dicen que va a publicarse una obra sobre este mismo tema firmada nada menos que por Guillermo Tato. Así, las ganas se vuelven irrefrenables.
¿Sería LYCAON la novela sobre hombres lobo que necesitaba para cubrir el hueco de honor cuando se requiriese ser tomada como ejemplo?

Ni por asomo. No se acerca ni a ser considerara buena novela.

Guillermo Tato se presentó al publico entre otras cosas por formar parte del equipo guionista de películas como [REC]3, [REC]4 o la infravalorada pero a mi gusto magnífica Sweet Home. Así mismo, en el 2013 publicó su primera novela a través de este mismo sello, Tyrannosaurus Books. EL TORREÓN DE LAS MUÑECAS era un libro notable con la que personalmente disfruté muchísimo. Una historia de brujería con tintes de fantasía oscura y urbana, una ambientación tremendamente macabra y claros homenajes visibles al paso del autor por el mundo cinematográfico, dotándolo de un ritmo más que aceptable y unos personajes espeluznantes que, en cierto modo también parecían beber en ocasiones del lado mas macabro de la imaginación de Guillermo del Toro.

Es por ello que leer una obra como LYCAON, un libro firmado por la misma mano que nos trajo EL TORREÓN DE LAS MUÑECAS resulta hasta insultante, tanto para el lector como para el autor.

Guillermo Tato intenta llevar en esta novela el tema de la licantropía a algo que intenta pasar por reinvención del género, pero que en realidad cuanto más avanza uno, más se da cuenta de que tiene unas fugas que ni el Titanic tras darse un revolcón amoroso con un iceberg.

Las primeras páginas de LYCAON realmente resultan prometedoras. Valiéndose de un fuerte sentido de la intriga, da la sensación de que nos encontramos ante una especie de novelización del famoso juego de cartas Hombres Lobo de Castronegro. Para los que no sepáis de lo que hablo me explicó: Un grupo de aldeanos son testigos de que cada noche uno de sus vecinos muere a manos de uno o varios hombres lobo. En el juego todos son sospechosos y valiéndose del ingenio y debates deberán encontrar al culpable antes de que elimine a toda la aldea. A grosso modo es un resumen de lo que encontramos al principio de esta novela. El cuerpo semidespedazado encontrado de un hombre, las sospechas de unos a otros y la oportunidad para dejar aflorar rencillas entre los vecinos de un poblado termina convirtiéndose en un caldo de cultivo ideal para que la imaginación del autor de rienda suelta a traiciones, alianzas inesperadas, sorpresas y giros dramáticos de la trama...

... pero no. Tato prefiere convertir la historia en una vorágine de sangre, vísceras y malas pulgas que recuerda a una versión de Las Colinas Tienen Ojos sin pasar por ningún filtro de censura o ética. Y oye, si lo que buscas es una obra que opta por sacrificar una trama trabajada a cambio de una sucesión de escenas salvajes y sangrientas donde el gore tiene la voz más alta, enhorabuena, acabas de encontrar un trabajo magnífico (en serio).

Pero lo peor no es que el autor sacrifique la inicial e interesante caza de brujas y la sustituya por un festival de tripas cercenadas y feromonas caninas, al fin y al cabo, habrá gente que agradezca este cambio de rumbo y otros, como yo, que no. Lo peor es que cuando comienza la carnicería te da igual lo que les pase a cualquiera de los protagonistas porque has tenido tiempo de sobra para cogerles asco de antemano. No hay ni un personaje con el que haya sido capaz de simpatizar o aborrecer, sino que los veía paseando por el escenario como marionetas sin vida ni expresividad en sus diálogos o gestos. Y cuando el pasado de los protagonistas es desvelado, realmente no suscita ningún interés, creando esa sensación de artificialidad que termina contaminando al resto de los elementos.  Niños que hablan como adultos, adultos que berrean como críos... Total, que al final uno sigue leyendo por puro morbo, por ver que tipo de maldad tiene reservada Guillermo para uno u otro personaje. Y os aviso que no hay sorpresas. Sobrevive el que está claro que va a sobrevivir desde el principio y muere quien lo está pidiendo a gritos entre lineas.
Es como cuando ves sin querer Gran Hermano VIP en la televisión, que en menos de un minuto ya estas pensando "coño, ¿Por qué nadie tira un cóctel molotov dentro de la casa y libra al mundo de  esos parásitos?" Pues lo mismo pasa con los protagonistas de LYCAON, que no son pocos.

El argumento de esta obra es un claro ejemplo de idea desaprovechada. LYCAON es un Ferrari sin ruedas, al que te imaginas desbocado y proporcionando sensaciones inimaginables pero que en su estado no deja de ser un bonito envoltorio inútil. Una trama desesperantemente previsible, donde las pocas sorpresas que intentan sorprender al lector terminan provocando resoplidos de aburrimiento e incertidumbre.

Sobre la narración de la novela, tengo que decir a favor que su lectura es ágil y sencilla y destaca de nuevo la influencia del mundo cinematográfico en el estilo, dando la sensación de estar escrita para ser trasladada a la pantalla grande. Sensación que se acrecenta sobretodo en las escenas de acción, donde las descripciones y movimientos son captadas de manera muy visual y frenética. No obstante, pese a lo fácil de la lectura, hay ocasiones en la que el lector se encuentra un poco desubicado. Flashbacks, y demás recuerdos de algunos de los personajes nos trasladan de un escenario a otro sin aviso de inicio o final, con lo que cuando quieres darte cuenta ya te has olvidado de lo que estaba haciendo uno u otro en el presente y qué es lo que pertenece al pasado. ¿Y soy yo, o en algunas conversaciones de repente se meten personajes que no habían sido presentados en la escena con anterioridad?

Por cierto ¿Cuando despidió Tyrannosaurus Books a su corrector? Errores ortográficos, falta de sinónimos y uso excesivo de la misma palabra en un mismo párrafo, cambio completo del significado de las palabras porque baile una un otra letra, etc... son demasiado constantes.

LYCAON es, en definitiva una autentica decepción para alguien como yo que disfrutó tanto de la primera novela de Guillermo Tato y sabe de antemano que es capaz de dar mucho más. Sin embargo lo que tenemos aquí es un producto muy vulgar, aburrido y en ocasiones impregnado de la sensación de estar escrito sin ganas. Hará las delicias de aquellos que busquen una lectura motivada más por la violencia extrema y el gore que por unos personajes bien elaborados y una trama interesante. Vuestra es la decisión.

Por cierto, no creo que sea spoiler, pero quisiera dejar mi opinión sobre cierto aspecto: Si alguien te clava un cuchillo en el muslo y ademas luego lo retuerce con saña, llamadme loco, pero tras eso te costaría un poco caminar, saltar, escalar, pelear, manejar maquinaria pesada, etc... ¿no? Pues eso...


jueves, 4 de febrero de 2016

Reseña: ALMA de Carlos Sisí



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

ALMA de Carlos Sisí.

Dos ingenieros que desarrollan un sistema de reconocimiento de voz capaz de detectar sonidos de otra realidad.

Una investigadora de lo paranormal que puede ver y oír cosas que no percibe la gente corriente y un periodista interesado en sus trabajos y avances.

Un autor que consigue un éxito mundial con su libro La puerta, que habla de experiencias con la tabla ouija.

Y detrás de La puerta, seres de otro plano que anhelan devorar las almas de los humanos. Alma nos describe un mundo sin un Más Allá. Todo está aquí, rodeándonos.

No ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que hablamos en este blog de fantasmas, espíritus y demás apariciones ectoplásmicas. Fue de la mano de Ivan Mourin y su ANATOMÍA DE LAS CASAS ENCANTADAS. Un título que, en su lectura, nos enseñó bastantes cosas.

Hemos aprendido que una historia de fantasmas, sea más o menos creíble siempre tendrá un público fiel, deseando devorarla ávido de conocimiento y que, tras su lectura desean ver con otros ojos los pasillos de sus hogares, los caminos de un bosque, e incluso su propio puesto de trabajo.
Hemos aprendido que la influencia literaria ha supuesto un detonante decisivo a la hora del nacimiento de sucesos inexplicables, así como de manera inversa, hechos supuestamente reales por muy inverosímiles que pudieran parecer pueden generar infinidad de ideas para que los escritores nos regalen un relato tras otro.
Hemos aprendido que el día en que una compañía telefónica descubra lo fácil que es el uso de una ouija empezarán a comercializarse tarifas planas para que podamos contactar con nuestros muertos por módicos precios y con todo tipo de facilidades.
Y, por supuesto, todo ésto nos ha enseñado que la variedad de historias con entidades sobrenaturales como eje central puede alcanzar cotas casi infinitas. Miren por ejemplo a la pobre chica de la curva. ¿Cuántas leyendas, películas, relatos e incluso novelas enteras han surgido a raíz de la historia de este fantasma pluriempleado que hace autoestop en la misma circunvalación donde se mató, la mataron, la abdujeron los extraterrestres o la vendieron un melón pasado? Solo hace falta que germine una simple idea para crear asesinos que matan incluso después de muertos, maldiciones a través de llamadas telefónicas, niñatas que te matan después de siete días solo por ver un VHS de mala calidad (Si es que no se ha modernizado y ya ha editado sus aventuras en Bluray), etc...

Y con este panorama, ¿No va nuestro querido Carlos Sisí y tras unas pequeñas dosis de documentación paranormal y montones de imaginación a la que nos tiene acostumbrado, nos presenta su última apuesta, ALMA?

Tras traernos una de las más importantes sagas del género Z con LOS CAMINANTES, llena de momentos y personajes inolvidables, llevarse la estatuilla astada con una Space Opera como fue PANTEON y joderle la existencia a la humanidad entera a base de catástrofes no tan naturales con LA HORA DEL MAR, Sisí se aventura al mundo de lo desconocido, la nave del misterio que gusta llamar a muchos, en una muestra de, como mencionaba anteriormente, lo infinitas que pueden ser las posibilidades a la hora de usar a un fantasma como detonante de un relato.

Carlos Sisí es un autor que ha conseguido gran reconocimiento en tiempo record. Aunque, seamos sinceros, no porque todos y cada uno de sus títulos sean sobresalientes (aquí se defiende el derecho a la libre opinión), pero sí se puede decir que la diversidad de temáticas y géneros que ha tocado este autor ha hecho que a cada nuevo título aumente más y más el número de sus lectores. Ahora, los que disfrutan con thrillers sobrenaturales y apariciones del más allá tienen a su disposición ALMA, una novela que creo que tendrá muchos seguidores, pero también sus detractores, e incluso me atrevería a decir que algunos no conseguirán terminarla... pero vayamos por partes y empecemos por la pregunta esencial: ¿Me ha gustado ALMA?

Sí, pero no.

Me explico (si puedo). A mí siempre me ha gustado el terror, y dentro del terror disfruto muchísimo con las historias de fantasmas. El problema es que yo siempre he visualizado estos relatos como situaciones y hechos vívidos de manera casi íntima. Un mal que afecta a un grupo reducido de personas, generalmente sin salir de un solo escenario, como una casa o, si me apuráis, un poblado y, en consecuencia, predominando esa sensación de cerrado, a veces claustrofóbica que acrecenta el miedo generado por cada situación límite o sus extrañas circunstancias.
ALMA empieza con esa premisa, casi me atrevería a decir que de forma magistral, haciendo de la narración pausada un arma, y presentándonos a los distintos personajes en ese entorno íntimo que mantiene la intriga cerrada con llave. Sin embargo, ésta es una de esas novelas que se alimenta de sí misma, y no para, y como consecuencia termina engordando hasta límites extremos, y ampliando el escenario hasta abarcar más de lo que uno puede digerir. Y es que a veces, uno tiene la sensación de estar leyendo algo relacionado con una invasión alienígena a escala global que una intriga donde el lector intenta unir los puntos con lineas, pero pierde el orden.
¿Carlos Sisí ha querido plasmar una idea por encima de las posibilidades del espacio disponible? Es posible. No dejo de imaginarme a alguien intentando meter un montón enorme de papeles en una carpeta minúscula, usando cinta adhesiva de manera chapucera para tapar los huecos por donde asoman las páginas.

Y es una lástima repito, porque el inicio es muy bueno. A modo de historias independientes que más tarde encontrarán su nexo en la trama principal se nos presenta un elenco de personajes muy bien estructurados, aunque no faltos de tópicos en historias similares. La chica que puede ver y sentir cosas que nadie más puede siquiera intuir (El sexto Sentido), el escritor que publica una novela sin tener ni idea de las terribles consecuencias que va a provocar (En la Boca del Miedo) y la otra chica que descubre que su nuevo invento recibe psicofonías de otro mundo (White Noise). En un principio puede no parecer original, pero indagar en el pasado y presente de cada uno de los protagonistas es posiblemente el mayor punto a favor de ALMA, y a falta de un villano estipulado (todos sabemos que si algo se le da bien a Sisí es crear villanos) no es difícil quedarse satisfecho indagando en la mente y sobretodo en los recuerdos de la doctora Chambers, Jow o Joohnnie entre otros, y disfrutando personalmente de este último más que de ningún otro, puesto que veía en ella la trama más sólida y menos, por así decirlo, contaminada por la peor pega del libro.


¿Que hay una peor? Sí, al menos a título personal.

Si alguien me pidiera que resumiera la trama de ALMA en una sola frase posiblemente usara la siguiente: El niño del Sexto Sentido y Paulo Coelho se conocen y se van cogidos de la mano a repartir amor a los espíritus atormentados.

La portada deja intuir que vas a leer terror. El nombre del autor es sinónimo de terror en la mayoría de los casos. La sinopsis te está gritando que vas a leer terror. Entonces ¿Por qué? ¿Por qué donde quiero encontrarme sustos me encuentro lecciones de autoayuda sobre como amar al prójimo y las maravillas que el quererse a sí mismo y al vecino pueden hacer contigo?¿Por qué si quiero ver bruma y niebla y ambientes lúgubres tengo la sensación de que los personajes se mueven en una atmósfera plagada de corazoncitos flotando?. Vale, sí. Admito que de vez en cuando he disfrutado del romance en las novelas, de escenas llenas de ternura y buenas vibraciones, pero lo de ALMA pasa de castaño oscuro, ya que prácticamente la totalidad de la obra se apoya en esa necesidad de amor en ocasiones algo bizarra que tiene el mundo en la actualidad. Una idea, aceptable como todas por supuesto, pero que hace que el desarrollo vaya decayendo poco a poco, el interés vaya desapareciendo y en el desenlace te termine entrando una mezcla de risa tonta y cabreo monumental. Sí, algo muy parecido a lo que me pasó con el final de LA HORA DEL MAR.

Y es curioso, porque Carlos Sisí no deja de ser él mismo, y no se priva de regalarnos algunas de las escenas más escabrosas y salvajes que ha escrito nunca. Da la sensación de que se dejó el documento de texto abierto y alguien, en un acto de cruel gamberrismo añadió las atrocidades que podemos leer en el último tercio de la obra. Pero sí se aprecia bastante madurez en su escritura. Han pasado muchos años desde la publicación de su primera obra, y eso se nota cuando uno lee ALMA.

Ademas, como punto favorable nos encontramos con un completísimo "greatest Hits" del mundo fantasmal. No faltarán escenas nuevas pero llenas de nostalgia que rememoran, casi a modo de homenaje los mejores usos que se han dado de la figura del espíritu errante y demás entidades en la literatura. Eso, sumado al tratamiento del complejo aunque en apariencia sencillo mundo de las tablas de ouija nos ofrecen una novela llena de contenido y documentación.

No me olvido del factor casualidad o para los entendidos "Deus ex machina". Sisí ha creado con ALMA una historia llena de conexiones entre unos acontecimientos u otros. Algunos están muy bien hilados, mientras que otros parecen comunicarse de manera demasiado casual, añadiendo cierta artificialidad a la trama, y una vez o dos pase, pero el uso como explicación de la frase "Las cosas suceden como tienen que suceder"  llega el punto en que suena como excusa barata.

ALMA es una novela muy buena, pero cuyo público no siempre va a estar preparado para descubrir esta faceta Happy-hippie-flower-vivalavida-arribaelamor del autor. Si has llegado a ALMA a raíz de leer LOS CAMINANTES, agárrate los machos porque vienen curvas. Si te encantó LA HORA DEL MAR, ésta novela va a superar todas tus expectativas.

Para mí, sin embargo, y pese a resultarme una lectura amena (salvo algunos pasajes que se hacen espesos de lo densos que son), entretenida y para nada una perdida de tiempo, tristemente no ha conseguido conectar con lo que yo esperaba de una obra de este calibre.