jueves, 3 de marzo de 2016

Reseña: CHALLENGER de Guillem López.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

CHALLENGER de Guillem López.

El veintiocho de enero de mil novecientos ochenta y seis, el transbordador espacial Challenger estalló a los setenta y tres segundos de su despegue. El accidente fue retransmitido por televisión y millones de personas pudieron verlo en directo, causando una gran conmoción en la sociedad norteamericana.

Challenger es un mosaico de vidas cruzadas, instantes que dibujan una estela en el Miami de hace tres décadas y descorren el velo que separa lo extraño de lo cotidiano en setenta y tres momentos acontecidos aquella mañana de enero. Un escenario en el que se dan cita espías soviéticos, sociedades secretas, cazadores y monstruos de las alcantarillas, universos paralelos y policías en la encrucijada.

Una novela de fantasía urbana donde todo es posible. Un viaje a las estrellas, a un mundo mejor, mágico: las dos caras posibles de la realidad y la ficción.

Recientemente me estoy topando con un tipo de libros que desconozco si poseen algún nombre genérico (Creo que el termino "Fixed up" ha sonado alguna que otra vez, aunque seguramente estoy mezclando conceptos). Me refiero a esos libros que bajo la definición de novela nos ofrece una historia o historias a modo de listado de personajes y/o lugares numerosísimos que, en forma de relatos cortos o descripciones terminan ejerciendo de nexo entre ellos mismos, fusionándolos en una sola trama. 

La primera muestra de lo que me estoy refiriendo la encontré en 253 de Geoff Ryman, editada en nuestro país por la editorial Ajec y ganadora del premio Philip K. Dick de 1999. En ella el autor usaba cada página para describir cada uno de los 253 pasajeros de un metro de Londres en 253 palabras, incluyendo características físicas y profesionales y describir los pensamientos que en el momento concreto pasan por su cabeza. Personalmente, al llegar al pasajero 50 la lectura se me hizo pesadísima, pero ahí estaba el germen de la experimentación, de la curiosidad por ahondar en nuevas vertientes literarias.
Más tarde llegó EL PASEO INFINITO de Daniel Higiénico. Esta vez sí, una interesante propuesta donde los listados y definiciones correspondían a la más variopinta comunidad de habitantes de un bloque de apartamentos a medio construir (escribir) lleno de historias inverosímiles, absurdas y divertidas, nacidas de la mente de un escritor con el que el mismo autor se representa a si mismo en la trama. En ocasiones, las descripciones volvían a hacerse interminables e incluso en algunos momentos algo aburridas, pero al menos esta vez todo estaba amenizado por una muy interesante historia general que unía esos puntos representados por personajes formando un dibujo final de lo más atractivo.

Este tipo de obras suelen ser bastante experimentales, con los riesgos que por supuesto ello supone. Algunos parece que revolotean entre lo meramente esquemático y otros en lo puramente metaliterario. Es comprensible que obras así no busquen la aceptación y adoración de masas y masas de lectores, sino que prefiere su adopción en mentes más abiertas quizá, que buscan que le cuenten una historia, la que sea, pero de una manera como nadie lo ha hecho antes.

En tales circunstancias es difícil adivinar la motivación y objetivo de un autor como Guillem López para crear una bomba de relojería como CHALLENGER, un artefacto que si no se maneja con cuidado a algunos puede explotarle en la cara. Otros, preferirán huir antes de la detonación...

... y a mí personalmente me ha parecido una obra de arte de la ingeniería literaria.

Al igual que ocurría con la obra de Geoff Ryman, 253, en CHALLENGER los números denotan cierta importancia. Es este caso el numero 73 adquiere cierto protagonismo en el desarrollo de la obra, puesto que 73 son los capítulos de los que se compone, 73 los personajes protagonistas que encontraremos, 73 fueron los segundos en los que el CHALLENGER estuvo en vuelo antes de estallar. Una circunstancia en la que giran cada uno de los relatos y que como es evidente, supuso un trágico episodio en la historia de América, y lo hará de manera directa o indirectamente, o sencillamente ejerciendo de punto de encuentro o enclave cronológico en la acción.

Aunque quizá el hecho de crear 73 personajes distintos con sus vidas, historias y emociones no es suficiente para que cualquiera me dé la razón a la hora de definir a Guillem de ingeniero literario. Bien, pues ahora une esas vidas, cruza las vivencias de cada individuo, haz que lo que decida uno más adelante afecte a otro, crea nexos que emparejen a uno u otro protagonista de una manera en apariencia inverosímil pero a la vez inevitable, únelo todo y obtendrás bajo el título de CHALLENGER un mapa que no lleva a ningún lugar y a la vez a todos. Un Uroboros interminable donde cada pieza de su columna vertebral es indispensable para acceder a la siguiente.

Guillem Lopez se aleja esta vez de la fantasía épica (La saga LEYENDA DE UNA ERA) y de los muertos vivientes (ANTOLOGÍA Z vol. 7) pero no por ello deja de lado la fantasía (¿Recordáis los asiduos de este blog cuando os hablaba de los tópicos y las ideas predefinidas que tiene la gente de lo "fantástico"? Pues esta novela es otro buen ejemplo de lo equivocados que están muchos) , elemento importante entre los distintos géneros literarios que encontramos aquí. El lector va a encontrar entre las horas anteriores y posteriores al desastre de la NASA novela policíaca, terror, drama, comedia, surrealismo e incluso ciencia ficción, creando un llamativo contraste entre el realismo increiblemente documentado que usa el autor como base y elementos fantásticos que son capaces de eclipsar incluso la explosión de una lanzadera espacial. Todo ello envuelto en un caos organizado, donde el orden cronológico también juega un papel fundamental. De ese modo, los primeros capítulos que leamos nos dirigirán sin remisión a la más absoluta pero cómoda confusión. Cómoda porque desde un primer momento la necesidad de saber, de descubrir a donde va a llevarnos todas esas historias tan diferentes y que tipo de relación pueden tener un cazador de caimanes, un electricista, un conserje de escuela o un suicida entre otros, resulta casi inevitable.

En cierto modo, la estructura en la que está compuesto este orden cronológico recuerda a algunas películas de Tarantino, Cambios constantes de escenarios, con sus idas y venidas, saltos de presente a pasado y de este al futuro hacen que realmente desconozcas donde se cierra realmente el hilo de la trama que ocupa la lectura en este momento. Esto solo se hace evidente cuando pasas con satisfacción la última pagina de 500 que en ningún momento se hacen pesadas.

No solo los géneros varían entre sus capítulos, también los significados y los objetivos de estos son muy dispares. Encontraremos capítulos que fácilmente podrían pasar de autoconclusivos (aunque nunca lo serán, siempre habrá mas miga, más profundidad en la que excavar), otros realmente en un principio no nos dirán nada y solo se verán completos cuando avancemos en la historia y encontremos el punto en el que esta y otra se unen. Y también los hay reflexivos, casi como dije antes, filosóficos. Universos paralelos, el sentido de la vida y la muerte, críticas a la sociedad de la época sobre problemas que aun hoy seguimos arrastrando o el destino fijado son temas sobre los que el autor da distintos puntos de vista usando como emisor a personajes de lo más variopintos, políticos, científicos, niños, adultos, e incluso una bala por poner unos pocos ejemplos de las 73 almas perfectamente construidas que componen la novela.

Algo totalmente meritorio, ya que sorprende como el autor es capaz de dotar a cada personaje de una personalidad particular en capítulos realmente cortos, y lo consigue con una prosa realmente destacable, capaz de dotar al momento del drama o la comedia necesarias para dar vida a sus criaturas. Guillem López escribe realmente bien, y sabe combinar a la perfección elegancia con efectividad, buscando el mismo punto intermedio en sus párrafos como en sus tramas, aportando calidez y esperanza cuando lo necesita, y frialdad y resignación cuando no queda otro remedio.

No quiero ni imaginarme como debió ser el proceso de elaboración de este viaje. Me imagino a su autor emulando la clásica escena policíaca, en la que el detective esta frente a una pizarra llena de post-it unidos unos con otros con hilos de distintos colores. ¿Cuánto de esto hubo de verdad?, ¿Cuánto de improvisación? Preguntas que no hacen sino maravillarnos más si cabe durante la lectura de una de las obras más originales del año pasado.

CHALLENGER es uno de esos libros que es mejor descubrir por uno mismo en lugar de buscar reseñas que te cuenten de que va y que nos ha parecido. Es un viaje en montaña rusa que por mucho que te cuenten lo divertido que es, nunca se descubre hasta que lo experimentas.

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