jueves, 20 de marzo de 2014

EL CONSTRUCTOR DE ARBOLES de Chris Howard



Autopsias literarias del Dr. Motosierra presenta:

EL CONSTRUCTOR DE ARBOLES de Chris Howard

Banyan es un constructor de árboles. Los fabrica, usando chatarra y trastos viejos, para los ricos que buscan un alivio al desolado paisaje. En realidad Banyan nunca ha visto un árbol de verdad, porque todos desaparecieron hace más de un siglo, pero recuerda las historias que su padre le contaba sobre el Viejo Mundo. Aunque eso fue antes de que su padre también desapareciera…

Todo cambia cuando conoce a una mujer con un extraño tatuaje y decide iniciar un viaje en busca del paradero de los últimos árboles. Mientras intenta escapar de los peligros que acechan en las Tierras Yermas, Banyan descubrirá la verdad acerca de su familia, su pasado, y lo que algunas personas son capaces de hacer para recuperar los árboles.

Los paisajes Post-desastre apocalípticos son tan comunes en la ciencia ficción moderna que deberían pertenecer a un género propio, si es que todavía no existe. Inundaciones, zombis, plagas mortales, alienígenas,… Todo sirve como excusa para condenar nuestro futuro y para demostrar nuestro “desprecio” a ese querido planeta llamado Tierra.

Grandes obras (y no tan grandes, todo sea dicho) como Mad Max, Waterworld, Doomsday o 2013: Rescate en los Ángeles son claros ejemplos del desastroso futuro que puede ser capaz de imaginar la mente humana.

La desaparición de los árboles y cualquier forma de vida vegetal es el telón de fondo sobre el que Chris Howard teje la trama de El Constructor de Árboles en su inmejorable debut literario.

Esta historia nos presenta a Banyan. Un joven que construye árboles a partir de las mas herrumbrosa chatarra en una tierra donde el metal es el elemento dominante del paisaje. No van a faltar, por supuesto, rumores sobre una supuesta tierra donde aun crecen verdaderos árboles, y es, gracias casi a una casualidad, cuando nuestro protagonista encontrará una pista que puede llevarle a esa tierra prometida y lo que puede ser mas importante para el, al paradero de su padre, el cual creía muerto.



Vale, hasta ahí bien, la cosa engancha, pero me gustaría hacer un pequeño paréntesis para lanzar una pregunta al aire. Es solo una pequeña cuestión personal: En serio, ¿Cuánto puede aguantar un ser humano hasta comenzar a caerse en pedazos a causa de la tensión continua? Porque desde las primeras paginas vamos a ser testigos de una carrera sin pausa donde los personales lo pasan, no mal, sino peor. Sensación de la que se verá contagiado el lector, por supuesto, hasta el punto de verse obligado a coger alguna pausa para aguantar el cúmulo de acontecimientos que se sumaran sin cesar y sin dar ni un respiro.

Los críticos definen a El Constructor de Árboles como una obra “Hermosa y evocadora”. Seamos sinceros, la novela es dura, con situaciones muy crudas y escenas algunas bastante desagradables de imaginar. No faltaran eso si, bellísimas descripciones de árboles y demás estatuas mecánicas, creadas a partir de piezas de metal desechadas, que es, realmente donde reside la belleza de la obra, quizás la única que queda en el mundo imaginario de Chris Howard.

No faltaran los elementos típicos de una buena historia postapocaliptica. Rebeldes de manufactura punk con sus crestas de colores, objetos afilados y vehículos armados hasta los topes, organizaciones que dominan el monopolio global solo permitido a aquellos que tengan dinero suficiente para pagarlo y, por lo tanto, sobrevivir,  Una chica con un misterioso tatuaje (Al final y pese a todo parece que Waterworld si gusto a alguien ¿Eh Howard?) y constantes giros argumentales que no pararan de jugar con nuestro aguante y de crearnos preguntas tras preguntas hasta llegar a un desenlace totalmente imprevisible. Vamos, que estéticamente, los que hayan disfrutado con los terrenos del videojuego Borderlands van a quedar encantadísimos con este.



El señor Howard ha creado un futuro cuanto menos realista e inquietantemente similar al que el nuestro nos depara. Lo que mas lamento, eso si, son las pocas referencias que se hacen del pasado a lo largo del libro, ya que muy mal lo ha tenido que hacer la  raza humana  para terminar creando un mondo donde los pocos alimentos disponibles tienen mas valor que cualquier vida que se interponga en el camino del necesitado. Solo espero que el escritor retome este terreno para una futura secuela u obra con las respuestas que muchos rogaremos.

Quizás como única pega a destacar, quitando el asunto comentado de falta de historia pasada (que no tiene por que ser tal) es que, entre secuencia de acción y secuencia de acción la lectura se vuelve en ocasiones confusa hasta el punto de tener que volver varias líneas atrás con la sensación de haberte perdido algo.


Pero no hay lugar a dudas de que estamos ante una novela excelente. Mas si se tiene en cuenta que es la primera de este gran talento que estoy seguro que dará mucho que hablar en el futuro. Quien quiera disfrutar de una novela llena de adrenalina con un argumento que engancha a la primera y llena de guiños y homenajes al cine de ciencia ficción un consejo: no desaprovechéis la oportunidad de haceros con El Constructor de Árboles.

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