jueves, 19 de febrero de 2015
Reseña: GESPENST de Ignacio Cid Hermoso.
Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:
GESPENST de Ignacio Cid Hermoso.
Durante la fiesta que Mario y Alicia celebran en su casa con motivo de la nueva exposición que exhibirá la pintora en los próximos meses, Carlos, el hijo de la pareja, desaparece a orillas del pantano. El pantano de Nueva Luarma, ese ojo oscuro que se tragara al antiguo pueblo en años de posguerra, es ahora un misterio fagocitador, un imán de leyendas y folklore alimentado por los nuevos habitantes de esta zona en la sierra de Madrid.
A la desesperación y la angustia derivadas de la pérdida se unen los problemas matrimoniales que atraviesa la pareja, demasiado supeditada a los vaivenes emocionales de Alicia. Es entonces, en esa atmósfera enrarecida en la que los amigos de Carlos parecen saber más de lo que cuentan y la policía trata de investigar el paradero del niño, cuando una serie de fenómenos extraños comienzan a hacer tambalear la cordura de Mario. ¿Se trata del fantasma de Carlos? ¿Acaso trata de decirle algo? ¿O puede que tan solo sea producto de su mente agotada y su corazón entristecido?
Las historias de fantasmas siempre han estado presentes en mi mente desde que tengo recuerdos. Son muchas las muestras vistas y leídas que estas figuras han protagonizado, desde niñas orientales que parece que no se peinan nunca, madres vengativas que te la lían parda si entras en sus antiguas viviendas o antiguos pacientes de manicomios encantados que nunca necesitan un justificante de demencia para joderte la vida. Si, las historias de fantasmas se remontan desde el origen de los tiempos. Sin embargo yo al menos soy bastante reacio a llamarlos "monstruos", porque tampoco son pocos los ejemplos en los que dichas apariciones llevan el mal consigo, sino que muchas veces es la destrucción de la inocencia mas pura, de la injusticia o de la maldad de otras personas las que dan origen a la figura del fantasma.
Me gustan los sustos, los golpes de sonido en las escenas en las que hace aparición la figura vaporosa del difunto, las historias de venganza y la lucha contra lo sobrenatural. Pero si hay una historia de fantasmas que realmente me caló hondo no fue por el terror que generaba, ni por lo monstruoso y desagradable del fantasma. Sino por la tristeza que emanaba la historia, la aniquilación de una vida llena de inocencia y sin maldad, de una nueva definición de lo que podríamos denominar fantasma. Esa obra es El Espinazo del Diablo, película que no nombro por primera vez en este blog.
Y vuelvo a nombrarla porque la nueva novela de Ignacio Cid Hermoso, GESPENST, en cierto modo me ha hecho recuperar esas mismas sensaciones que disfruté/sufrí con la película de Guillermo del Toro.
Cualquiera que haya leído una obra de este escritor sabe de lo que es capaz de hacer. Es la perfecta muestra de que a veces duele mas que te apuñalen el corazón con una pluma que con una espada y a medida que leemos sentimos que es el mismo autor el que va escribiendo frases en la frágil piel de nuestras almas, no con un lápiz, sino con un bisturí bien afilado, con lo que al finalizar una de sus obras nos sentimos desangrados, desnudos, como si se nos hubiera muerto algo dentro, algo que no es material, pero igualmente doloroso.
Muestra clara son sus dos novelas negras, EL OSITO COCHAMBRE y NUDOS DE CEREZA (Reseña AQUÍ) y es sobretodo con esta última con la que GESPENST guarda mas semejanzas. sobretodo en lo que se refiere a un tipo concreto de fantasma que prevalece en la historia: el fantasma del pasado. Muchas veces mas terrorífico y doloroso que lo que pueda hacer un ser ectoplasmático.
GESPENST es, como bien se dice, una historia de fantasmas reales y fantasmas imaginarios, y, aunque no va a faltar ese tinte sobrenatural en el relato, no le hace sombra a los que invaden los corazones de los protagonistas.
Y serán estos protagonistas los que lleven buena parte del peso en la composición de la novela. Tan claros y bien cincelados que Ignacio Cid es capaz de hacer que adivinemos quien habla sin necesidad de decírnoslo. No serán muchos, predominando en protagonismo Mario, Alicia, Carlos y sus dos amigos Javier y Alberto, entre los mas destacados, ademas de la figura del inspector Somoza, un personaje al que personalmente he cogido mucho cariño y estoy prácticamente convencido de que en un futuro podría dar mucho juego, aunque fuera en precuelas o historias independientes.
Si, los protagonistas tienen buena parte de la culpa de que GESPENST sea una obra ágil, adictiva y emocionante, pero el que lleva la batuta es sin duda el narrador que es Ignacio Cid Hermoso. el uso de metáforas tan bellas como inquietantes, figuras retoricas y literarias y composiciones que en muchas ocasiones se acerca a la poesía nos descubre a un autor cada vez mas maduro en su estilo, mas seguro y convencido de lo que quiere escribir, y eso, directa o indirectamente nos convierte a nosotros en lectores contentos y agradecidos con lo que leemos, por mucho que duela (que va a doler) y por mucho que suframos (no te haces aún idea) con sus obras. Si en la anterior reseña decíamos que Bueso escribe desde el odio, Nacho Cid lo hace desde la mas profunda desesperanza, buscando la desilusión y recordándote a golpe sangrante que la vida real no es un cuento de hadas. Ya lo dije una vez: Hay escritores que nos cuentan lo que queremos leer, y luego hay unos poco como Ignacio que escriben sobre lo que debemos leer, por mucho que duela.
Pese a ser su primera novela larga dentro del género del terror, hay que reconocer que aun así sigue predominando el misterio y el drama. lleno de giros argumentales, ayudado por flashbacks que unas veces confunden y otras aclaran. No van a faltar escenas escalofriantes, sustos ni, por supuesto secuencias donde el salvajismo toma el relevo, pero GESPENST es una obra de las que optan por arrancarte las lagrimas dando ideas en lugar de gritos dando imágenes.
Si no conocéis a este autor, esta obra, la cual se ha convertido enseguida en uno de los mejores títulos que ha publicado Dolmen en su Línea Stoker y en general, es ideal para descubrir las maravillas que una novela puede hacer por ti, descubriéndote emociones que creías o bien extintas o bien inexistentes. Si ya habéis leído algo de el, os aseguro que no os va a defraudar. Espectacular de principio a fin, Dura y fría como la losa de una lapida. E igual de triste.
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