viernes, 13 de febrero de 2015

Reseña: LA JOVEN AHOGADA de Caitlín R. Kiernan.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

LA JOVEN AHOGADA de Caitlín R. Kiernan.

India Morgan Phelps –Imp para los amigos– es esquizofrénica. Ya no puede confiar en su propia mente, porque está convencida de que sus recuerdos, de alguna manera, la han traicionado, forzándola a cuestionar su propia identidad. 
Enfrentándose a sus propias percepciones, Imp debe descubrir la verdad sobre su encuentro con una maligna sirena, o un lobo de­samparado que se le apareció como una joven salvaje, o ninguna de estas cosas, sino algo mucho más extraño… algo que transita por los intersticios de la realidad.

Las novelas por lo general no dejan de ser un sencillo viaje donde arrancamos nuestros pasos en la introducción, tomamos varias fotos en el nudo y reposamos los pies en el desenlace. Puede que el viaje sea satisfactorio o no. Puede que nos guste tanto que queramos volver pronto o, por el contrario decidamos no volver a pisar esos paisajes. La cuestión es que una novela comienza, acaba, y volvemos a nuestra vida cotidiana rumiando vagamente en nuestro interior el camino recorrido. Eso es lo normal.

LA JOVEN AHOGADA de Caitlín R. Kiernan, mas que un viaje es una experiencia. Y una a la que nadie está preparado.

Y esto es así. Por mucho que uno se mentalice, por mucha imaginación que uno tenga para dilucidar sobre de qué trata la novela o que tipo de relato va a encontrar en sus páginas, puede irse mentalizando de que se va a equivocar.
LA JOVEN AHOGADA puede ser considerada de muchas maneras distintas. Unos verán por encima de todo un relato de fantasmas, otros una historia de amor. Y no lo faltarán los que solo encontrarán una soberana ida de pinza. Es por ello que una de las cosas que hay que tener en cuenta de este libro es que no esta escrito para todo el mundo, sobretodo aconsejaría no acercarse a ella a la gente que quiere una historia bien mascadita, clara y en linea recta, porque la vida de Imp dista mucho de ser cualquiera de esas cosas.
Kiernan ha creado un trabajo muy ambiental, cuya atmósfera atrapa desde un primer momento. En ella, la protagonista India Morgan Phelps, la cual sufre esquizofrenia hereditaria irá narrándonos los últimos acontecimientos que ha vivido/sufrido plasmándolos en papel a modo de ¿Terapia autoimpuesta?¿Guiada por una personalidad o identidad que ella misma desconoce? ¿Quién sabe? donde no solo primara la importancia de los sucesos que irán ocurriendo, sino en como afectan estos a la protagonista y, en consecuencia, en su manera de narrarlo, teniendo como resultado capítulos de verdadera belleza caótica nacidos de la locura y la desesperación.

Y si la novela destaca por su ambientación, que cabalga a medio camino entre el terror mas moderno y el mas tradicional, su carácter experimental no se queda atrás. Podemos imaginar el tomo de LA JOVEN AHOGADA como una caja, en cuyo interior encontraremos muchísimas piezas de un puzzle. Sera labor nuestra colocarlas en su sitio para dar coherencia a la historia. Esto a la hora de la lectura se traduce en idas y venidas de la narradora para contarnos cosas, cambiando de tema constantemente y volviendo al anterior sin previo aviso, divagaciones, y demás muestras literarias que rozan el ensayo, la metaliteratura o la escritura automática del subconsciente. He leído pocos libros que recurran al uso de imágenes y recursos literarios similares a los que me he encontrado en esta novela, pero mas de una vez me ha venido a la mente la obra de Mark Z. Danielewski, como su CASA DE HOJAS.

Una obra obra muy ambiental, tremendamente ambiental... ¿Podemos añadirle algo mas? Pues si. LA JOVEN AHOGADA es uno de esos libros que podriamos tachar de obra multimedia. Son numerosísimas las referencias a obras artísticas, canciones, acontecimientos del pasado (Algunos ficticios, la mayoría reales) que nos harán desear investigar y buscar relaciones por internet para dar veracidad a las narraciones de IMP, y os aseguro que mas de una vez os vais a quedar sorprendidos.
No van a faltar numerosas referencias a cuentos populares y obras clásicas como La Sirenita, Caperucita Roja o Alicia en el País de las Maravillas, elementos que no hacen sino embellecer así como llenar de confusión, mas si cabe, la lectura.

Imp sin duda funciona como un espejo del alma, donde es fácil, tras quitarle el vaho que lo empaña ver reflejados nuestras inquietudes, miedos y deseos, al mismo tiempo de mostrarnos otra imagen, juguetona a veces, cruel en la mayoría que nos hará incluso dudar de lo que leemos, ¿Que es cierto y que es falso?¿Que se inventa la locura de la protagonista?¿Como puede contradecirse tanto y a la vez jurar por la veracidad de los hechos?

Cualquiera que lea esta opinión seguramente esté dando pasos atrás, sintiéndose espantado por lo que supone leer una novela como esta. No os voy a engañar. LA JOVEN AHOGADA no es una lectura fácil, pero sí atrapa con tremenda facilidad, sobretodo en los primeros capítulos en los que la narración es medianamente coherente, explicativa y relativamente lineal. E incluso llegando al final de la obra, cuando a simple vista nada tiene sentido, y te sientes incapaz de relacionar los hechos relatados, necesitas seguir adelante, saber si todo lleva a alguna parte o estamos ante el desvarío enfermizo de la esquizofrenia paranoide jugando con nuestra cordura. No faltaron ocasiones en las que creí estar leyendo un diario autentico basado en hechos reales portagonizados por la escritora.

Estamos, como dice S. T. Joshi ante una historia de fantasmas sobre la escritura de historias de fantasmas y sobre el don o la maldición que supone la locura. Un relato donde la obsesión es peligrosamente mortal y donde absolutamente nada es lo que parece. Una novela, me reitero, en la que no vas a encontrar lo que buscas, sea esto lo que sea, pero que sin embargo no quiere decir que tu descubrimiento sean en vano, para nada. Igual no es lo que querías leer... sino lo que debías leer.


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