jueves, 15 de septiembre de 2016
Reseña: IT (ESO) de Stephen King.
Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:
IT (ESO) de Stephen King.
¿Quién o qué mutila y mata a los niños de un pequeño pueblo norteamericano? ¿Por qué llega cíclicamente el horror a Derry en forma de un payaso siniestro que va sembrando la destrucción a su paso? Esto es lo que se proponen averiguar los protagonistas de esta novela. Tras veintisiete años de tranquilidad y lejanía una antigua promesa infantil les hace volver al lugar en el que vivieron su infancia y juventud como una terrible pesadilla. Regresan a Derry para enfrentarse con su pasado y enterrar definitivamente la amenaza que los amargó durante su niñez.
Saben que pueden morir, pero son conscientes de que no conocerán la paz hasta que aquella cosa sea destruida para siempre.
La última vez que en este blog mencionábamos al escritor de Maine (fue analizando el ENSAYO escrito por Tony Jiménez sobre la vida y obra del maestro del terror), hacíamos alusión a un espécimen concreto de lector de libros de horror, ése que en una vena de pensamiento neovictoriano, ególatra y clasicista se ríe y reniega de la importancia o calidad de las obras y autores que aún siguen tan vivos como activos en el mundo de la escritura. Vamos, que si no lees historias sobre un Providence donde el pulpo a la gallega te come a ti o ambientadas en un Londres donde hasta los cuervos tienen algo que decir, es que lo tuyo es postureo o solo lees literatura basura para las masas.
Yo creo que cada lector, al igual que cada libro, es un mundo y cada uno de ellos busca en una historia escrita para provocar miedo, bueno... eso... que le dé miedo. Pongamos como ejemplo mi caso personal con Lovecraft. Su obra puede resultarme interesante, grandiosa en algunos momentos, llena de imaginación y cargada de una prosa exquisita (sobrecargada más bien), sus relatos pueden provocarme intriga, repulsa, sorpresa... pero no miedo. Y no me da miedo por muchas razones, pero principalmente por la falta de empatía con casi todos los elementos y entornos creados. No me siento identificado con la época, costumbres o personajes y sus historias no me quitan el sueño ante la inminente sensación de que algo acecha tras el velo de la ficción y, a veces, tengo que recurrir a imaginarme ese mismo cuento adaptado a un entorno conocido, actual y más realista para intentar entender el horror que el escritor quiere trasmitir.
Sin embargo, muchos relatos ambientados en la actualidad pueden contener elementos, por escasos y superficiales que sean, que te trasladan más allá del papel del mero lector y te hace partícipe de la acción y las sensaciones de sus protagonistas y, es curioso, pero cuanto más identificado se siente uno con los personajes y su mundo, más fácil es que monstruos, reales o imaginarios emerjan en nuestra mente.
No son pocos los autores que usan como telón de fondo escenarios y situaciones cotidianas para todos nosotros e incluso tiempos pasados que nos despiertan cierta nostalgia, pero tampoco son muchos los que consiguen convertir una simple rutina del día a día en la peor de las pesadillas. Siendo generosos, podría citar autores patrios como Jasso, Eximeno o Bueso para ilustrar esta idea, pero todo presente tiene que tener un pasado, todo paso avanzado deja atrás un sendero recorrido, y en mi caso uno de los responsables de que sea este y no otro el miedo que busco en las páginas de una novela es ese flautista de Hamelín de la literatura cuyas composiciones nos hacen bailar como marionetas sin poder sobre nuestros propios hilos. Sí, ese escritor que para algunos solo escribe paja junto a su ejercito de negritos armados con máquinas de escribir... muy rápido olvidan que hace 20 años el "sobrevalorado precursor del susto fácil" creó una criatura que no solo compartiría la fama de los monstruos clásicos como Drácula, la momia o Freddy Krueger, sino que supondría (nuevamente) el posicionamiento de Stephen King como uno de los más importantes escritores del género, con una obra inmortal que funcionaría como faro para guiar a futuros juntaletras.
Hasta aquí nada nuevo, me estoy limitando a rellenar la introducción con información casi de conocimiento general y, pese a saber todo esto, IT siempre ha sido para mí esa pequeña cuenta pendiente, espina clavada o esa puerta misteriosa que ansías abrir pero al mismo tiempo temes que lo que puedas encontrar tras ella tampoco fuera para tanto... y, siendo seguidor declarado de King, habiendo disfrutado de clásicos como Carrie, El Resplandor o Las Cuatro Estaciones, ¿Qué diablos me impedía hasta ahora viajar a Derry y conocer a Pennywise y al club de los perdedores? Coño, pues que para alguien como yo que tiene como norma acabar absolutamente todo lo que lee, por bueno o malo que sea, ver un ladrillo de 1500 páginas supone, como mínimo, que me lagrimeen los ojos frente a tan desconocido panorama.
Podría resumirlo todo diciendo que no es la novela perfecta que muchos fanáticos ciegos a obras que no sean del escritor de Maine quieren hacernos ver, ni siquiera se ha situado como por arte de magia en el libro favorito de la amplia bibliografía del maestro, pero si puedo afirmar que estamos ante un trabajo brillante.
Resulta complicado el ejercicio de leer una obra de King y no compararla con trabajos anteriores o posteriores. No, no me refiero a la evidente semejanza entre IT y el famoso relato corto "El Cuerpo", aunque conviene pararnos un momento aquí. Ambas historias no solo están protagonizadas por un grupo de niños, en ese bello espejismo que es la amistad que todos alguna vez creemos irrompible, sino por el reflejo de una infancia propia donde cada lector puede verse en mayor o menor medida reflejado, creando historias ficticias que se convierten en recuerdos del pasado. IT, como tantas otras aventuras similares narra como estos chicos, en ese complicado peldaño a subir que separa la niñez de la vida adulta se enfrenta a una de las grandes aventuras que muchos también hemos vivido: las vacaciones de verano. Pero en esta ocasión, lejos de ser un periodo de diversión, travesuras, alguna que otra rodilla raspada y unas cuantas peleas de poca importancia, Bill y sus amigos se enfrentarán a un peligro mucho mayor de lo que puedan imaginar... incluso una vez sean adultos.
Puede decires que este elenco de personajes es la total ejecución de estereotipos que dicta alguna norma no escrita y, una vez vistos, aunque sean de manera superficial quizá nos veamos obligados a darnos la razón, pero no olvidemos un dato importante: estamos leyendo una novela de Stephen King y el escritor acostumbra a agarrar esos clichés de pandilla de postal en blanco y negro donde no faltan piezas conocidas como las del chico gordo, el bocazas o el marginado, y con una paleta de colores que aparentemente el de Maine posee de manera exclusiva, dota a cada rostro, a cada nimio rasgo y esquina del paisaje de colores de una viveza de la que es contagiada la personalidad y el carácter únicos y, por supuesto creíbles de dichos personajes, donde cada conversación, cada historia de sus pasados o cada recuerdo no son sino nuevas pinceladas que no recargan el resultado, sino que lo engrandece e ilumina. El cuadro final, de ese modo resulta en una experiencia compleja, un camino lleno de curvas, obstáculos y vistas memorables al interior de la mente y la naturaleza humana.
Mucha gente ha criticado tanto a IT como a otros de los trabajos más extensos de Stephen King por contener demasiado relleno, o porque según ellos, "No pasa nada en largos tramos de la novela". Cualquiera que esté curado de espanto con la obra de este escritor sabrá que leer un libro suyo se parece a charlar con un buen amigo donde los cambios de tema, giros de ideas y saltos entre historias son una constante. Hay gente a la que esto no le agrada y prefiere que se vaya al grano, pero para mí es una de las cualidades que mas disfruto de las historias de King. En IT esta costumbre se vuelve casi imprescindible. Un lugar como Derry no solo funciona como escenario para que los personajes actúen, su importancia es tal que el autor lo convierte en un personaje más (esa misma sensación que uno tenía con el hotel Overlook), sus calles son arterias, sus edificios músculos y cada habitante transporta un fragmento de su corazón. Cada capítulo que nos habla de la historia de Derry no es "Un tramo donde no pasa nada", sino que son parte fundamental y un paso obligatorio que hay que recorrer (y disfrutar) para entender la naturaleza de la criatura de los mil rostros, también conocida como Pennywise.
Comentábamos anteriormente que era difícil mientras uno lee no comparar una novela de King con sus otros trabajos. La lucha entre el bien y el mal es una constante en un amplio grosor de su trabajo, así como la exposición de ese mal de distintas y macabras maneras, a veces incuso en una misma obra.
Mientras leía IT me era inevitable comparar la representación del mal de Pennywise con la de cierto hotel encantado donde Jack Torrance y su familia vivieron una velada un tanto atropellada. Un perfecto ejemplo ambos de que el mal engendra al mal. Una fuerza desconocida que de por si es letal pero que tiene la capacidad de corromper todo lo que le rodea y usarlo a su beneficio. En EL RESPLANDOR veíamos a una madre y a su hijo pequeño convertirse en victimas de tal destino, en IT, Derry se convertirá en el campo de batalla de un payaso asesino que se alimenta del miedo de sus victimas y sus presas, niños pequeños cuya desbordante imaginación puede convertirse en una trampa... o en su única ventaja. Pero puede que Pennywise no esté solo, al igual que ocurría con el Overlook...
Stephen King no solo ha creado una historia estructuralmente asombrosa y una trama impecable, IT es también un manual para el novelista. Su ritmo adecuado, mantener al lector en constante interés pese al grosor de la historia, son firmas reconocibles en la época dorada del maestro del terror. Pero además tiene la capacidad de camuflar la aparente simpleza de su argumento (A ver, no deja de ser un libro sobre un monstruo que come niños y unos niños que no quieren ser comidos) con infinitud de elementos como los ya citados: la complejidad de sus personajes, la ambientación, el trasfondo e incluso la habilidad de simpatizar y reconocer la realidad en una historia de ficción. Pero también la estructura.
IT está narrada a dos tiempos, en 1957 y en 1985, alternándose estos capítulos y en consecuencia pasando de la infancia a la madurez de sus protagonistas en un constante cliffhanger usado con una maestría que nunca había visto en ninguna otra novela, y es que los capítulos donde seguimos a Bill, Ben, Bev, Richie, Eddie, Mike y Stan siendo ya adultos dejan caer, como una llovizna suave pero constante hechos que aun no se han relatado y que en vez de arrebatar, aumentan el interés y la curiosidad del lector, deseando llegar a fragmentos que sabe como acaba pero que se niega a creerlo posible. El paso de los años en Derry y su paisaje, cómo cambia en 27 años y sentir nostalgia junto a los chicos recordando paisajes, poder comparar al club de los perdedores 27 años después de enfrentarse por primera vez a Eso y decir "Joder, soy capaz de saber quien es cada uno solo leyendo sus conversaciones", todo esto son detalles que me hacen sumarme a esa masa de lectores que encuentran en IT, eso, sea lo que sea, que lo convierte en una cortina que separa una etapa de la literatura del terror con otra.
La novela no es perfecta, pese a un último tramo capaz de quitar el aliento, posee un final un tanto atropellado, facilón y bueno... bastante propio de King. Aunque para ser sinceros, quizá lo peor de esta experiencia sea cierto capítulo protagonizado por Beverly, una secuencia totalmente absurda, prescindible e innecesaria. Un fragmento que en mi opinión personal debería haber sido eliminado o cambiado en futuras ediciones, pero ¡Eh! soy un simple mortal con una opinión que no vale más que la de los demás...
No, la novela no es perfecta, pero no cambiaría el tiempo que he dedicado a disfrutarla por nada. IT es una novela que se cataloga como literatura de terror, pero es mucho, muchísimo más que eso. Da miedo, mucho miedo y en ocasiones algunas escenas pueden ser sobrecogedoras y extremadamente violentas, pero tengamos en cuenta que posiblemente se deba a que estamos viviendo el enfrentamiento entre el mal más básico contra la inocencia de los 12 años, y de como a veces, la pérdida de esta no es una derrota, sino un nuevo aliento que tomar cuando nos ahogamos.
IT es terror, pero también es aventura, es romance, es humor y sobre todo para mi ha supuesto una vista atrás, una ventana por la que poder contemplar aquellos años donde mi única preocupación era no llegar a casa con la ropa destrozada por los juegos a los que disfrutaba con mis amigos, mientras construíamos fuertes, merendábamos y nos gastábamos la paga en los recreativos.
Y he jugado con ventaja... He leído IT sin ver la película y por lo tanto sin dejarme influenciar por ella.
Esta es una de las novelas más complejas y bien elaboradas, entretenida y emotiva que podáis disfrutar. ¿De Stephen King? No, del género.
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buena reseña...
ResponderEliminarcompletamente alucinante!!!
¡Gracias! Es solo lo que sentí al leerlo.
EliminarUUUFFF, te pasaste, estupendo análisis!
ResponderEliminarTampoco creo que haya sido para tanto Jajajaja!
EliminarGRACIAS...
ResponderEliminarLa leeré seguro. Me fascinó la película. Pero fue hace tanto que la novela será otra cosa
Yo veré la película en cuanto pueda, y aunque se que no va a tener ni punto de comparación con la novela, no deja de ser una curiosidad que estoy deseando experimentar.
EliminarSi al final voy a tener que leerla y todo. Gracias por el análisis
ResponderEliminar¡Un placer!
EliminarEs maravilloss. Suscribo al 100 % tus sensaciones ... con un pero ... para mi la " escena de Beverly" es ... lo mejor de la novela: pura poesía y pura magia. Sin ese momento, el puro paso del tiempo, la llegada de la madurez, los hubiera derrotado. Sin ese momento, en mi opinión, pennywise hubiera gandado. Ahora, con ese momento o sin él, es pura maravilla. Gracias por tus reseñas!!
ResponderEliminarSupongo que ambos tenemos distintos conceptos de cómo crear una escena mágica. Yo no critico el motivo de porque se realiza dicha acción, lo que critico es la acción realizada en sí. Se podría haber hecho de manera mucho más simple.
EliminarPero vamos, el resto de la novela lo compensa con creces.
Aún no he leído nada de este escritor y eso que sin haber leído nada de él me encanta, todos sus libros me llaman muchísimo la atención; a ver si prontito empiezo a probarle...
ResponderEliminarMe quedo por tu blog, muy muy interesante y creo que con tus recomendaciones podría introducir a mi novio en este mundillo de la lectura.
Saludos!.
Nunca es tarde si la dicha es buena. Anímate, porque es un autor con tantos libros donde elegir que no es difícil que te guste.
Eliminar¡Gracias por tenerte por aquí!
Éste es uno de esos libros que, como dices, da miedo leer; no porque vaya a dar miedo lo que sea sino por si acaso después de leerlo y de invertir tiempo en tan mastodóntica lectura te quedas como un poco… psé. Siempre me ha hecho ilusión leerla, porque además se publicó en el año en que nací (es una tontería, pero me mola xD), pero todavía no le llegó el momento adecuado. Sé que tardaré más o menos pero al final acabará cayendo, como el resto de libros que me quedan por leer de Stephen King. Tu análisis anima mucho a leerla, ha sido genial leerte. ¡Un saludín!
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarSin lugar a dudas esta obra es una de las mejores del género de terror, estoy totalmente de acuerdo contigo. Me encantan las historias de terror y nunca, nunca jamas ninguna me ha dejado sin poder dormir como esta. Realmente una maravilla que recomiendo a todo el mundo, ¡seria un pecado no leerla!
Te quería decir que te he nominado a la iniciativa "Mi primer book tag", espero que con ella puedas dar a conocer más aún este estupendo blog que tienes. Un saludo y nos seguimos leyendo!
http://conunaplumaenmismanos.blogspot.com.es/2016/11/mi-primer-book-tag.html
Mierda, no se por qué mi correo no me avisa de los mensajes. Agradezco muchísimo que me hayas nominado a la iniciativa. y aunque tarde, intentaré responder. !Un abrazo!
EliminarHola,
ResponderEliminarAyer termine el libro y hoy la pelicual o minisere de 1990.
El libro me encato, lo devoré y disfrite cada una de sus páginas.
En cuanto al final me gusto aun que me hubiese gustado que la muerte de ESO hubiera sido más trágica.
Eje: cuando Bill escucha el wac-wac wac-wac del corazón de Eso, me hubiese gustado que se lo sacará, lo sostuviera frente a la araña y le dijera con tono de ira pero a la misma vez de victoria " Esto es por mi hermano Georgie, por Stan, por Eddie y por todos los niños que mataste en mi pueblo " y lo extripara con las 2 manos.
Algo así.
Me gustó la Destrucción de la ciudad que iva sincronizada con la Destrucción de ESO, ya que ESO era Derry.
Me gustó que la ciudad se undiera en cráter ya que cuando Eso calló a la tierra formó un cráter gigantesco justo donde Derry fue construida. Y me gusto que Bill recuperará a sus esposa reviviendo la fe de niño, creyendo en el poder de Silver y en la última luz que quedaba en Derry.
En pocas palabras un libro insuperable, muy completo desde el principio hasta el final.
King, la mente del terror.
Ahh, y en cuanto a la película o niniserie no estubo taaan mal para ser una adaptación de un libro tan extenso como ESO.
Le faltaron partes cruciales pero también muestra otras muy importantes.
Lo que no me gusto fue la muerte de ESO o la araña, se quedaron muuy cortos. Se que no contaban con buenos efectos en al época pero un poquito más de creatividad por favor!
Tienes razón la actucion de los niños encaja 1000 veces mejor que la de los adultos exeptuando a Tim Curry que la rompió personificando a PENNYWISE.