martes, 25 de julio de 2017
Reseña: TRES ENANOS Y PICO de Ángel Sanchidrián.
Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:
TRES ENANOS Y PICO de Ángel Sanchidrián.
Wifo Medroso es un joven estudiante, cobarde y enclenque, que realizará sus prácticas de Enanología en la ciudad de Villa Trifulcas. Hasta aquí podría parecer una historia anodina y sin ningún interés. ¿Pero habría sido escrita si lo fuera?
Mientras el becario estudia las costumbres de los enanos, el mundo se encamina hacia el desastre.
Elfos racistas y xenófobos, una banda criminal dirigida por un niño de ocho años, enanas homicidas, políticos corruptos, trolls, orcos, guerreros errantes, ogros y magos, bosques encantados, reinas, asesinos, peleas, palizas, asedios y batallas, mentiras, secuestros, amenazas, un burro guardaespaldas y, aunque parezca increíble, mucho mucho más.
¿Qué podrá hacer Wifo, en medio de este follón, para salvar su propia vida y la de los enanos?
A estas alturas de la vida aún no resulta extraño encontrar gente reacia al matrimonio de géneros. Recuerdo una vez, mientras indagaba entre opiniones y críticas literarias (por supuesto para copiarme y arrebatar el esfuerzo ajeno para beneficio propio), que encontré a alguien que acababa de descubrir a Terry Pratchett con el primer volumen de su famosa saga Mundodisco, EL COLOR DE LA MAGIA. Su opinión, en contra de lo que cualquiera pudiera adivinar, no podía ser más negativa, aludiendo que un género literario como la fantasía nunca debería mezclarse con cosas tan banales e innecesarias en el mundo como la comedia. Menuda desfachatez hacer que el protagonista haga reír al lector, ¿Verdad?. No, no me lo estoy inventando, y es que al parecer hay gente que considera a Mundodisco, una de las series literarias más importantes y que más ejemplares ha vendido en el mundo, una especie de herejía e insulto al mundo de la literaria, solo por el hecho de que la obra, además de emoción y drama, también busca en sus historias el logro del sano ejercicio de la sonrisa, e incluso de vez en cuando provocar una gratificante carcajada. Y puede que Pratchett sea una de las más importantes referencias para ejemplificar esto, pero no la única.
Géneros tan exigentes y a su vez saturados como son el terror o la fantasía han tenido muchos representantes cómicos entre sus publicaciones. Christopher Moore, Neil Gaiman, William Goldman, por nombrar unos pocos no solo han ofrecido ofertas que mezclan cualquier aventura que debería impactar o cautivar al lector con un desenfreno de situaciones absurdas, hilarantes o paródicas, y sinceramente, el futuro inmediato para estas iniciativas parece prometedor en nuestro país viendo la cantidad de autores y obras que abarcan estas fusiones y creaciones de Espada y Carcajada. Y por supuesto debemos mencionar si hablamos del presente, TRES ENANOS Y PICO de Ángel Sanchidrián.
Aunque muchos no le recuerden por su nombre (No, aquí no viene esa frase pseudo épica de "se nos conoce por nuestros actos"), quizá sí por su aportación al entretenimiento en las redes sociales con sus SINOPSIS DE CINE, que también fue convertido en libro. Desternillantes resúmenes de películas de todo tipo capaz de arrancarte nuevas carcajadas antes incuso de haberte recuperado de la anterior y de llenar vasos enteros con la lágrimas de las risas que han provocado a sus miles de seguidores. Sin olvidarnos de su primera novela, LA LUISI, una especie de parodia a todo lo relacionado con la novela romántico-erótica y que no hizo sino abrirle las puertas a un público, no más amplio que el de Internet, porque eso es imposible, pero sí más ¿Exquisito?, ¿Erudito? Jajaja...
En fin, pongámonos serios. No quiero que la gente se me asuste. TRES ENANOS Y PICO no es un humor tan desenfrenado que en ocasiones alcanza lo enfermizo y perjudicial para la salud del lector como lo que rezumaban sus famosas reseñas de largometrajes. Sanchidrián practica aquí un humor paródico, respetando el género pero tratándolo con delicadeza y crueldad a partes iguales, como si el autor golpeara metafóricamente a Tolkien con un tablón lleno de clavos... esterilizados.
Esta aventura nos presenta a Wifo, el clásico joven al que nadie toma en serio y todo el mundo le vacila, los camareros le suben la cuenta del restaurante y las señoras se le cuelan en las pescaderías mientras él no para de sonreír. Pero Wifo tiene un sueño: ser un reconocido erudito de la historia antigua y la educación, y para ello deberá emprender un arduo y arriesgado viaje para conocer y documentar la historia y costumbres de la comunidad enana. Hasta ahí todo bien, todo normal... el problema es que cuando se juntan conspiraciones élficas por la dominación mundial, fiestones que van más allá de la resistencia media humana, orcos, trolls, trolcos y demás criaturas regurgitadas del folclore tradicional y de circos mediantes, la cosa termina desmadrándose de manera que la palabra "catástrofe" se vuelve demasiado recurrente en nuestra mente.
Lo que aquí se nos propone es una aventura sencilla, que tiende a la linea recta pero eso si, realizando muchas paradas que dan lugar al engrose del tomo, que no de la trama. Dicho de otro modo para que me entendáis, TRES ENANOS Y PICO es una historia que fácilmente podría haber ocupado la mitad de páginas sin sacrificar un ápice de su argumente central ni perder sabor en su principal ingrediente cómico. En cambio Sanchidrián usa a su favor multitud de situaciones alternativas, paradas en el camino de un largo viaje y, por supuesto, a numerosos personajes secundarios de lo más pintoresco para ofrecer al lector un amplio catálogo de sketches humorísticos con el aparente único objetivo de sumar una nueva sonrisa en la lista de sus victimas. ¿Una forma alternativa de relleno? Pues mira, no voy a decir que no, resulta demasiado evidente, pero a favor del escritor he de decir que sabe cómo compaginar esa "paja" con el principal hilo conductor, impidiendo que olvidemos cuál es el objetivo de Wifo y compañía en cualquier momento. Compañía en la que por supuesto, se esfuerza en incluirnos.
Pero por contra...
Por contra también debo ser sincero y reconocer que la lectura de TRES ENANOS Y PICO me ha resultado en ocasiones (así, en plural) pesada y un tanto cargante. Esto no es porque la historia principal resulte aburrida. Al contrario, Sanchidrián ha creado un mundo atractivo, interesante y lleno de contrastes. Cada comunidad, cada raza y fragmento de la historia antigua de estos tiene algo que aportar con lo que enriquecer su trasfondo pese a lo relativamente sencillo con lo que comienza nuestro primer vistazo y cuya evolución tampoco supone datos excesivamente relevantes o totalmente originales. El problema radica en la aparente necesidad del autor de cubrir cada párrafo, cada línea y hueco entre palabras de una nueva coña o gracia. "Zi, pero reirze es lo maz chachi del mundo mundial y no exizte nada maz zano que la riza" dirán algunos. Vale no tengo nada en contra y no pienso burlarme de tal afirmación, y es por eso que hay que dejar claro cuál es el público objetivo de esta novela.
Puede que los que se interesen por la última obra de Ángel Sanchidrián busquen por encima de todo echarse unas risas durante un rato y ya si eso compaginar un chiste tras otro formando en su conjunto algo parecido a una historia. Pero también existe otro grupo de personas, aquellos que al abrir el libro añoran sumergirse en una trama que enganche, emocione, impacte y divierta, y si esa diversión produce alguna carcajada o una sonrisa perenne pues, mejor que mejor.
Bien, quiero que quede claro que TRES ENANOS Y PICO, independientemente de lo exigente que sea el lector, tiene todos los ingredientes necesarios para encandilar al segundo grupo, pero es el primero el que realmente va a encontrar aquí lo que realmente busca, una historia cómica que se apoya de un trasfondo fantástico y no al revés, eso es, una aventura del género que usa a la comedia para respaldarse a la hora de ser contada.
Aún así quiero insistir en que el humor que predica aquí Sanchidrián no es tan extremo y descarado como el de sus artículos cinematográficos que le dieron a conocer. En esta novela es suma protagonista la parodia y la sátira, y no duda en hacer uso de la crítica social para crear in reflejo de la sociedad bochornosa de nuestro mundo (país) y trasladarlo a un entorno que aún cree en la magia y las criaturas de leyenda como aquí creemos todavía en las ayudas sociales. Así, temas como la educación, la situación laboral, el racismo, la delincuencia, la inmigración, la política y la corrupción entre otros tienen su espacio en las idas y venidas de los protagonistas a través de Villa Trifulcas, Forcejeo o Velaria. Sin olvidarnos de un mogollón de referencias a obras cinematográficas o literarias que también se encuentran presentes aquí a modo de huevos de pascua o refuerzo humorístico.
Unos protagonistas los citados en los cuales recae buena parte de la razón de ser y la fuerza de la novela, mezclando estereotipos de personajes tradicionales de la fantasía épica con otras personalidades de lo más contradictorias o inesperadas y aprovechando estos matices para exprimir al máximo las características de cada uno, ya sea por sus costumbres manías o actitudes en general frente a las pruebas y situaciones que se les presenta, ofreciendo además a la trama giros tan inesperados como delirantes. Es una pena, eso si, que algunos personajes no hayan sido aprovechados como merecen, como es el caso del burro Tiranus o de Agonio, cuya presencia no va más allá de ofrecer una escena destacable y poco más.
Por cierto, me extraña mucho que una novela que casi alcanza las 500 páginas y que como decía anteriormente a veces corre el riesgo de resultar algo cargante, posea un final bastante apurado, o más bien apresurado y deficiente si lo comparamos con la cantidad de información que el autor nos ha otorgado hasta llegar a este punto, donde parece que le entra alguna especia de prisa por acabar, y lo que debería ser un cúmulo de momentos épicos, heroicos y dramáticos pasa más rápido que un tren de alta velocidad sin parada en la estación, dejando muchos cabos sueltos y dudas resueltas a medias... Que oye, a fin y al cabo no deja de ser una costumbre en los libros de éste género, por eso de la posible continuidad ¿No?.
Así y todo, TRES ENANOS Y PICO es un buen libro. Muy bueno teniendo en cuenta que mis expectativas eran mínimas. Ángel Sanchidrián firma una segunda novela ligera, muy divertida que cumple con su propósito principal, que no es otro que ofrecer a cualquiera, ya sea lector asiduo de fantasía o no, un rato (tirando a largo) agradable, ameno y gracioso. Un producto que no busca acumular premios y maldita la falta que le hace, sino que simplemente su sola mención genere una sonrisa más grande o más pequeña entre sus lectores. Algo que a este hombre se le da de maravilla y que, en los tiempos que corren ya es de por sí un gran logro.
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