domingo, 10 de septiembre de 2017

Reseña: INVASIONES de Ismael M. Biurrun



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

INVASIONES de Ismael M. Biurrun

Tenemos miedo de lo inesperado. Nos aterra perder el control. Temblamos ante la sola idea de que un cuerpo extraño irrumpa en nuestra casa, en nuestro organismo, en nuestra mente, y transforme el mundo en un lugar desconocido para nosotros.

Ismael Martínez Biurrun, autor de una obra ya consolidada, tan singular como cautivadora, lleva a cabo en esta ocasión un tour de force narrativo y reúne tres novelas cortas, tres segmentos de presente en demolición donde un puñado de seres humanos se atrinchera ante el caos mientras arregla cuentas con sus miedos y sus culpas.

Dos parejas se reúnen para cenar en lo más alto de un rascacielos madrileño, justo la noche en que una plaga de langostas de dimensiones bíblicas se abate sobre la ciudad.

El encargado de mantenimiento de una urbanización turística advierte sucesos insólitos mientras una cadena de seísmos resquebraja la tierra y una sustancia amenaza con emerger de las profundidades.

Una pareja asiste por casualidad al estallido de un meteorito sobre las montañas. Como secuela del impacto, una obsesión se instala en la cabeza del hombre, que se precipita en una espiral sangrienta al dictado de voces inexplicables.

Lo comenté hace poco y de nuevo me reafirmo en mi opinión: disfrutamos especulando sobre como acabará todo. Y no, no me refiero al momento de nuestra muerte, en nuestro lecho rodeado de familiares y seres queridos o de manera inesperada en algún accidente de tráfico a causa de un autobús que no vimos venir. Me refiero al Fin, con efe mayúscula, al gran desenlace, al momento en que se escriba el punto y final de la historia de la humanidad. El jodido apocalipsis para que nos entendamos.
Desde que empezamos a tener uso de razón y somos conscientes de la vulnerabilidad de todo lo que nos rodea y más concretamente, de la vida misma, nos percatamos de que la idea de que nada es para siempre ha anidado en nuestra mente y una nueva cuestión empieza a rondarnos en la cabeza. Ya sabemos el qué... ahora toca imaginar el cómo.

La otra vez creo que en mis pensamientos escritos jugaba con la idea de una especie de odio oculto e indirecto hacia el mundo en que vivimos, como una morbosa necesidad que nos corroe por dentro de ver el planeta saltar en mil pedazos, de acabar de manera definitiva con todos los problemas que ocupan cada aspecto de nuestras vidas, una especie de suicidio global imaginario,... sin embargo creo ahora que la idea no es tan básica, que desde que florece la descabellada idea de ser testigos del fin del mundo, lo que más nos preocupa aparte del cómo va a suceder, es averiguar de qué manera va a repercutir en nosotros cuando sepamos que todo va a acabar. ¿Lucharemos con todas nuestras fuerzas por nuestra supervivencia?, ¿Dejaremos salir al lado más instintivo, irracional y primario de nuestra naturaleza?, ¿O simplemente seremos la paródica imagen del hombre que contempla, recostado en una tumbona sobre el tejado de su hogar y martini en mano, una ola de destrucción que tarde o temprano reclamará su propia vida?

Pero hay otra idea, una suposición que explica esa variedad de reacciones, de finales alternativos y del por qué nuestra imaginación recurre tanto a ello, moldeándolo o asentándolo; No, lo que nos da miedo no es la destrucción del mundo, sino el consecuente fin de nuestra propia existencia, una idea de perdida que abarca nuestros logros y perdidas, victorias y derrotas, algo que va más allá del miedo a la muerte de uno mismo, sino a la desaparición de nuestra memoria, de aquellos testigos que dieran testimonio de nuestros actos, que nos recordaran.

INVASIONES, de mano de la colección El Club Diógenes de la Editorial Valdemar nos trae tres nuevas interpretaciones del comienzo del fin a cargo de Ismael Martinez Biurrun. Y digo nuevas porque el autor pampilonense no es la primera vez que nos trae historias que, de una manera u otra se centran en elementos dentro del terror  o la ciencia ficción que determinan el destino de la humanidad (spoiler: y no suele ser muy positivo). Desde amenazas venidas de los mundos de Lovecraft en INFIERNO NEVADO a paisajes postapocalípticos como los que se retratan en UN MINUTO ANTES DE LA OSCURIDAD, o incluso la atemporal amenaza que protagoniza MUJER ABRAZADA A UN CUERVO. Biurrun ha acostumbrado al lector a ver personajes al límite, protagonistas que ya han contemplado el fondo del abismo que ellos mismos han excavado, y saben que el recuerdo de lo que les ha devuelto la mirada les perseguirá hasta el final... un final que puede no tardar mucho en llegar.

Biurrun nos ofrece tres instantáneas de momentos, lugares y circunstancias distintas pero con un objetivo común: vulnerar nuestra sensación de seguridad hasta el punto de la fractura, crear unos personajes no demasiado distintos a nosotros, algunos rotos por el peso de la experiencia, con secretos inconfesables o una vida gobernada por la rutina del día a día para que, de manera progresiva contaminar su entorno, su hábitat de seguridad y contemplar sus reacciones e interacciones en una situación crítica.
Aunque la verdad es que si echamos un vistazo a las tramas principales de las tres novelas cortas de las que se compone INVASIONES, la primera impresión difícilmente sería sorpresa. ¿Plagas de insectos?, ¿Meteoritos y terremotos que traen algo extraño a nuestro mundo?, ¿Acaso hemos vuelto a la época dorada del cine de ciencia ficción del siglo XX, un eco de la literatura pulp donde cualquier "cómo", "cuándo" y "dónde", es posible?

Pero ahí acaban las similitudes con estas novelillas de a penique y películas de serie B, puesto que al contrario de estas, el autor en esta ocasión deja de lado la necesidad de encontrar un origen, significado y solución a esa fuerza destructiva y lo usa únicamente como trasfondo y excusa para que sus protagonistas muestren su verdadero rostro y descubran por si mismos que las ideas que tenían preconcebidas de cada detalle de su existencia quizá no sean del todo acertadas. Así, una horda de insectos, una oleada de movimientos sísmicos o un evento maravilloso acabado en desastre no son solo una amenaza que asedia y aterroriza a sus víctimas, sino que también ejercen el papel de confidente y animador que ayuda con ese empujón a que Ismael M. Biurrun dibuje unas vidas complejas, llenas de recovecos oscuros  y cajones con cerraduras cuyas llaves se nos irán otorgando en el momento adecuado.
Pánico, euforia, ira, soberbia y el resto de pecados capitales ilustran a veces de manera directa, a veces de modo inesperado, cómo personas reales en un mundo real que no admite héroes afrontan la situación y descubren su limite cuando sus vidas están en juego.

Para esto, la mano del autor es ideal a la hora de reflejarlo en sus historias, manteniendo un estilo y una narración que le desvincula de cualquier vana y superficial comparativa con el famoso escritor nacido en Maine. Biurrun impregna a su prosa de una voz nítida que a veces se muestra bella y otras grotescamente soez, conservando siempre cierta sensación de miedo a lo inesperado. Y no, no me refiero a sustos y sobresaltos o imágenes grotescas, sino a la falta de anticipación de las circunstancias y a unos protagonistas que van volviéndose más y más imprevisibles con el tiempo.

CORONACIÓN es la primera y sin duda más impactante historia de las que componen INVASIONES y en la que se nos narra cómo una aparentemente apacible reunión de parejas como excusa de un reencuentro tras largo tiempo y el trato de varios asuntos de negocios es convertido en un encierro desesperado provocado por una plaga de langostas como nunca se había visto. Un arresto domiciliario autoinflingido del que se ayuda Biurrun para aumentar una tensión entre los personajes ya de por si bastante inestable, convirtiéndose uno para el otro en una amenaza peor que la que les aguarda en la calle.
Aparte del gran nivel de suspense, el relato sabe crear una fuerte sensación de incomodidad en el lector, que se sorprenderá a si mismo mirando por la ventana de reojo, temeroso de que uno de esos pequeños devoradores le devuelva la mirada. Así mismo, muchas escenas parecer tener cierto carácter simbólico, desde esa misteriosa comunión que Eloy mantiene con el primer insecto que hace acto de presencia después de estar a punto de tomar una difícil y determinante decisión al comienzo de la historia, al clímax final donde la vida y la muerte parecen eliminar esa línea que separa la una a la otra, hacen de CORONACIÓN algo más que un sencillo relato sobre supervivencia, rencor y venganza.

Las cosas tampoco van a ser fáciles para la zona vacacional que protagoniza EL COLOR DE LA TIERRA, en especial para Dimas, su jefe de mantenimiento, que es testigo de cómo una serie de terremotos empiezan a abrir numerosas grietas de las que brotan una extraña sustancia de procedencia y efectos totalmente desconocidos.
En apariencia puede parecer un simple cruce entre la clásica historia de catástrofes naturales y el terror surgido de la locura de The Crazies o Crossed,  pero de nuevo la atención es desviada a otro tipo de mensaje más personal, con el que quizá nos sentamos más arraigados porque, a diferencia de los temblores y los peculiares efectos de ese liquido purpura que surge del suelo, encontramos un refugio, un nexo con la realidad en su protagonista, un hombre prisionero de la rutina que huye de lo que no comprende y prefiere encerrarse en su trabajo y su dolor (físico o espiritual), y es este punto de vista del que el autor se vale para trasladarnos a una trama que suma preguntas y esconde respuestas hasta su emocionante desenlace.

No teniendo tanta carga emociona como los anteriores relatos pero sin llegar a aburrir en absoluto, NEBULOSA vuelve a centrar su atención en la amenaza de lo desconocido, y cuando antes mirábamos con temor hacia abajo, ahora lo hacemos hacía arriba... y quizá ni siquiera es donde deberíamos centrar nuestra atención, sino dentro de la mente de Asís, su protagonista que, tras presenciar cómo un evento astrológico casi le cuesta la vida a él y a los que estaban a su alrededor, verá su vida invadida por extrañas sensaciones, emociones e instintos que poco tienen que ver con lo que conoce de su mundo.
A diferencia de los anteriores relatos, este está enfocado como in thriller sobrenatural que no realza la sensación catastrófica de los anteriores, sacrificando de paso ese elemento simbólico y significativo, esa búsqueda del doble sentido, a favor de un apartado más visual, crudo y salvaje. El drama que enriquece INVASIONES deja en este caso espacio para el lado más visceral del terror, a ratos extraño, a veces impactante (sobre todo su desenlace) y no se debe ver sin embargo esta historia como una caída de la calidad o el efecto narrativo, sino como otro modo de enfocar el género que competa con esta trilogía de cuentos la prueba de que una moneda puede tener más de dos caras, de que el terror es más parecido a un dado con infinitas posibilidades.

Con INVASIONES, Ismael M. Biurrun nos devuelve a un mundo donde el terror cabalga entre lo desconocido y lo que creemos normal y cotidiano, donde las luchas más cruentas no se desarrollan dentro de refugios, calles desoladas o guaridas, sino en el interior de la mente de sus protagonistas, volviendo opresivo y hostil cualquier escenario que nos proponga, Historias que no siempre siguen una línea recta, ni siquiera un solo camino o sentido y del lector depende la elección y el resultado final o significado que quiera atribuirle, y en lo que a un servidor incumbe y teniendo en cuenta la mejorable experiencia que me supuso UN MINUTO ANTES DE LA OSCURIDAD en contraste con lo que me marcó su descubrimiento con la maravillosa MUJER ABRAZADA A UN CUERVO, éste titulo supone, no una vuelta a sus orígenes, pero si un recordatorio de que el autor ha sabido crear un estilo propio y siempre satisfactorio.

... Y aunque por estúpida que parezca mi opinión, que lo es pero ¿para qué escribo esto si no es para expresarla?, creo que INVASIONES es un título que habría funcionado mejor, o al menos yo lo habría disfrutado más diseccionándolo en las tres partes que lo componen, en publicaciones en pequeño formato o bolsilibros por separado que tantas editoriales parecen haber resucitado con bastante buenos resultados. Cada historia por larga o corta que sea que escribe Biurrun exige un tiempo para digerirla o meditarla, y que te ofrezcan un nuevo relato inmediatamente de haber acabado el anterior podría perjudicar la opinión que merece cada uno de ellos por separado. Ademas, ¿Por qué homenajear un estilo, una temática, un formato, pudiendo y mereciendo convertirse en él?

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