domingo, 3 de septiembre de 2017

Reseña: EXPERIMENTAL FILM de Gemma Files.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

EXPERIMENTAL FILM de Gemma Files.

Lois Cairns, una exprofesora de cine, desempleada y al borde de la depresión, descubre la existencia y las películas perdidas de quien se cree que es la primera directora de cine de Canadá. Al investigar su trabajo, Lois descubre que esa directora se veía acosada por unas fuerzas sobrenaturales que ahora amenazan con perseguirla a ella también.

Toda historia real o ficticia es propensa a la evolución, a que sus conceptos e ideas cambien, se adapten a los nuevos tiempos y los nuevos pensamientos, y , por supuesto, a los medios en que dichas historias son trasmitidas, siendo este aspecto en ocasiones fundamental para su entendimiento.
Hemos visto al campo de la música adaptándose a cada época, a los gustos de quienes buscaban nuevas experiencias auditivas y emocionales, al igual que ocurre con el cine y la literatura. Los sistemas laborales, los momentos de confort y ocio... e incluso la religión ha tenido que revisar sus propias leyes y escrituras para no perder adeptos, para usar una y otra vez la quemada excusa de "es que hay que tomarlo de manera figurada, no literal", en definitiva, para no caer en el olvido de una vez.
Pero el reverso de la misma moneda, de la secta capitalista estrella, es sin duda el folclore y la mitología antigua, y sus casos no son muy diferentes, y ya sea por culto o por necesidad de expandir su influencia a través del tiempo por medio de cuentos e historias también han sabido mantener su vitalidad intacta...

... incluso los cuentos de fantasmas.

El fantasma americano puede darnos miedo o no, puede ser muchas cosas o puede no ser ninguna de las esperadas, pero lo que es indudable es que entre lo que sí es, es una esponja de ideas, referencias y recursos. No me voy a centrar en la aparente necesidad que Hollywood tiene de hacer remakes innecesarios de obras que no deberían tocarse más, aunque es evidente que gracias a ellas, nuevas obras se han impregnado de sus influencias y han dotado a sus creaciones de características "importadas" de otras culturas, como por ejemplo como no podía ser de otra manera, la japonesa y sus malvados espíritus o yūrei.
Pero hay que destacar que no solo su apariencia y actos han evolucionado hasta hoy, también el medio, su modo de manifestarse que ayuda a que el ente no se sienta prisionera en su propia morada. Obras como The Ring, Sinister o Poltergeist tienen como elemento en común el uso como canal de apariciones medios audiovisuales que los avances tecnológicos nos han brindado como la televisión y las cámaras de vídeo digitales, traspasando con ello una barrera que no hace mucho estaba limitada a la imagen estática de las fotografías y, ofreciendo un considerable abanico de posibilidades o unas historias de fantasmas que por mucho que se modernicen y se adapten a los nuevos tiempos, no significa que pierdan ese elemento clasicista, incluso gótico.

Sería normal, con este historial de celuloide sobrenatural pensar que EXPERIMENTAL FILM de Gemma Files y sus sinopsis que habla de entes malignos que se ocultan tras el velo de una producción cinematográfica , no es sino una manera llevada a la literatura de aprovechar el tirón, la moda de la creación de fantasmas que se han leído el manual del grabador de vídeo que compraron en vida, de estirar como un chicle la manera de contar historias terroríficas en formato mockumentary, falso documental, o cintas encontradas que parece que todo el mundo querría y podría hacer en casa con una cámara casera y una sabana blanca con agujeros (y de hecho, desgraciadamente se hacen), pero solo nos harán falta unos pocos capítulos de este libro para darte cuenta de que no es así..
... de que no cuesta nada añadir calificativos como brillante, original y complejo a la historia que nos trae la escritora canadiense incluso antes de acabarla.

Y es normal que se sea exigente con las novelas de alguien cuyo currículo incluye profesiones como periodista o crítica e cine, además de novelista. Más aún si la novela en cuestión se centra en el universo de las películas y los primeros pasos de quienes el día de mañana manejarán la magia de la imagen en movimiento. Y si no os es suficiente con las numerosas críticas positivas de lectores cuyas expectativas han sido cumplidas si no superadas, el premio Shirley Jackson del 2016 apoya a la opinión general de que estamos ante un trabajo muy a tener en cuenta. (Que si, que los galardones nunca me han supuesto un elemento determinante para decidir mis lecturas, pero de algunos veredictos aún me fío)

Una de las cosas esenciales que hay que saber de EXPERIMENTAL FILM es que es una novela a la que no gusta vestir con una sola etiqueta como las demás, es una obra coqueta pero que a su vez le gusta mezclar estilos, para lo cual opta por diluir su trama de manera equilibrada e impregnándola con multitud de matices sobre todos los campos con los que se atreve a jugar sin dar la espalda a ninguno, sin restarle la importancia y relevancia que supone en su conjunto final.
¿Es pues esta una novela de terror o no? Si, es innegable, como innegable es que catalogarla únicamente como tal es también limitar el trabajo y el talento que Gemma Files ha volcado aquí, así como el efecto que pueda producir en los lectores, un efecto que no gira solo en torno a un misterio que incumbe a la desaparición de la primera cineasta canadiense y la leyenda que dejó a su paso, puesto que el argumento si bien soporta el mayor peso de la obra, comparte esfuerzo con el modo de ser narrada, y consigue que una trama que nos debería resultar ajena y en la que no sobrepasaríamos el papel del mero espectador cargado de palomitas, refresco y ganas de pasar un buen rato, termine afectándonos casi a nivel personal como lo hace con su protagonista, y siendo éste un enlace entre lo que intuimos real y lo que aseguraríamos que es ficticio, pero cubriendo siempre cada afirmación con el velo de la duda.

EXPERIMENTAL FILM es Lois Cairns, y Lois Cairns es Gemma Files. Bueno, quizá no sea del todo cierto, a fin y al cabo esto no es más que una novela de ficción, ¿no? Pero no es casualidad que la protagonista de la novela, a su vez narradora que cuenta su historia en primera persona, esta peculiar Clarice Starling que ni sabe ni quiere admitir cuándo los acontecimientos le sobrepasan también sea periodista, crítica de cine y madre, como la creadora y autora de sus desdichas. Y el caminar por terrenos conocidos, el poder plasmar en sus páginas el conocimiento que le ha otorgado toda una vida dedicada a su profesión y experiencias, desemboca en un resultado que roza lo autobiográfico.

Hacía muchísimo tiempo que no conectaba así con un personaje, no ya por su carácter o su personalidad, sino por la naturalidad que desprende en cada aspecto que relata. Lois cuenta su historia y lo hace como realmente deben ser contadas por quien las ha vivido, dando importancia al más mínimo detalle, divagando y siendo consciente de ello, cambiando de tema o llevándolo a términos más personales e íntimos.
En el texto esto se convierte en un conjunto de múltiples focos de atención para el lector, y ninguno prescindible, puesto que no solo contemplaremos la evolución de una investigación, sino también la de sus protagonistas, en especial la de Lois cuya vida se compone de fragmentos de espejos que reflejan las manías, costumbres, miedos obsesiones de cada uno de nosotros. Tenemos a alguien obsesionado con su trabajo hasta el punto de que su pareja sea para ella un absoluto desconocido y cuyas acciones aún le sorprenden, alguien que huye de la relación y las obligaciones con un hijo que necesita cuidados muy especiales pero que evita ocultándose en sus proyectos y planes futuros. Puede que interpretemos muchos de sus actos como egoístas, incluso ella misma lo hace, pero es algo más, es como si viéramos a Gemma Files buscándose a sí misma en los actos de Lois, viendo, valorando cómo sería su futuro usando a su creación como guía.

Un ejemplo contrario de esto lo encuentro sin alejarme mucho del trasfondo de esta historia en RINGU, la novela de Kôji Suzuki, más concretamente en el desarrollo de la trama de su remake americano. En esta conocida historia vemos a su protagonista Rachel Keller con un único objetivo, salvar de la maldición de la cinta maldita a su hijo y a sí misma. Sin embargo cuando lo consiguen realmente no vemos ninguna huella, marca o cicatriz emocional que haya dejado el viaje a su salvación. Lo importante para ellos es que su final ha sido feliz, así que ¿para qué preocuparse? Aquí paz y después gloria, y cada uno con lo suyo, con lo que dejaron a medias antes de los acontecimientos...
Sin embargo, EXPERIMENTAL FILM centra su atención precisamente en lo que Gore Verbinski prefiere ignorar, en la carga psicológica que cada nuevo descubrimiento supone para sus personajes y cómo ésta condiciona sus siguientes pasos, en cómo la carga emocional va doblando a los que cargan con ella, hasta el punto de atravesar distintos puntos sin retorno, sabiendo que no hay marcha atrás y que lo que han pasado para llegar hasta ahí no queda en el olvido, sino que ha dejado una huella imborrable que estará presente cuando quieran ignorarlo.

Alguno dirá que al ahondar tanto en sus personajes, EXPERIMENTAL FILM deja de lado el aspecto terrorífico de su trama, y que eso no está bien, porque joder, diréis que os la vendieron como una historia de terror, ¿No?, pero ¿Acaso no será ese estrechamiento con los personajes y esa facilidad de conectar con ellos lo que genera un miedo constante a que les ocurra algo? Lo que da miedo de caerse desde el piso número veinte no es el golpe, tan rápido que ni lo notamos, sino la larga caída. Pues con esta historia ocurre algo parecido, no nos asusta lo que hay al final del camino, algo que desde el principio podemos imaginar, sino cómo llegamos a él, lo que perdemos en el trayecto, pero también lo que ganamos.

Gemma Files nos guía a través de una atmósfera que va volviéndose gradualmente más opresiva, y lo hace sin prisa, no dejando nada al azar y demostrando en muchas ocasiones sus conocimientos del mundo del cine, ya no solo moviendo hábilmente la cámara con sabiduría, enfocando donde debe y mostrando únicamente lo que ella quiere que veamos, ni por el uso de los tiempos narrativos, volviendo al pasado, dejando que espiemos el futuro por el resquicio de una puerta abierta a modo de cliffhanger que juega con el suspense y las suposiciones del lector. Todo esto importa y se vuelve esencial para entender la historia y a quien la cuenta, pero no es solo un libro que cuenta un relato, sino también sobre cómo se debe escribir un relato de terror.

Quien haya leído novelas como LA JOVEN AHOGADA de Caitlin R. Kiernan sabrá a lo que me refiero. Gemma busca la manera de enlazar lo cotidiano y lo sobrenatural y crea con ello un entorno hostil, extraño pero a la vez atrayente. Vivencias personales, curiosidades sobre el universo cinematográfico e historias rurales de las zonas visitadas, leyendas urbanas, correspondencia o prensa, la autora no solo involucra a cualquiera dispuesto a leerla, sino a sí misma, relatando la historia desde dentro, formando parte de ella y desempeñando un papel que sobrepasa el de creadora de todo lo que acontece, también el de victima de su propia inventiva. Y no le son desconocidas las herramientas y recursos típicos del género para hacerlo, sus clichés, aprendiendo a jugar con lo que uno espera en la siguiente escena, con lo que la escuela cinematográfica nos ha educado para prepararnos y reaccionar ante ello y lo moldea a su antojo, ya sea para sorprender o para acomodar al espectador.

EXPERIMENTAL FILM es una sensacional experiencia que nos trae a nuestro país la joven editorial Biblioteca de Carfax, a medio camino entre la novela convencional, el ensayo y la autobiografía. Un libro que trata la superstición no como un cuento para asustar a los niños que no se comen todo lo del plato, sino como parte imprescindible para entender la historia universal. Pero también, y arriesgándome a sonar típico, es una historia sobre encontrarse a uno mismo, una terapia autoinflingida, peligrosa y destructiva que enfoca los temores y nos lo contagia a nosotros mismos.

Gemma Files tiene, en definitiva, una peculiar manera de contar cuentos de fantasmas, bebiendo de multitud de influencias, que duda cabe, pero destinado a convertirse en una de ellas para futuros escritores y escritos. Tiempo al tiempo.

4 comentarios:

  1. Holaa
    Que ganas de leerlo, madre mia. Pintaza.
    Un beso

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  2. Hola, Doc. Me he dado cuenta de que aquellas personas que trabajan en medios audiovisuales tienen una tendencia a hacer obras que nos dejan la sensación de estar precisamente viendo un filme, y son bastante buenos en hacer esos saltos temporales que dices; y si, a veces vamos a ser más exigentes sino escépticos pero se dejan ver buenas sorpresas; también me parece remarcable el tratamiento a los personajes. Por supuesto que lo tengo en cuenta. Un gran saludo.

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    Respuestas
    1. Y eso que mencionas en Experimental Film se nota muchísima la influencia cinematográfica de la autora. En como lleva la cámara con la que el lector ve las escenas, saber enfocar el punto de interés... e incluso saber cuando hacer un fundido en negro muy oportunista.
      Besos!

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