domingo, 31 de agosto de 2014

Reseña: PERILLÁN de Terry Pratchett



Autopsias literarias del Dr. Motosierra presenta:

PERILLÁN de Terry Pratchett.

Perillán es un muchacho de 17 años que sobrevive buscando objetos de valor en las cloacas del Londres victoriano. Sus vecinos y su mentor le consideran un buen chico, alguien a quien recurrir cuando uno se encuentra en apuros. Tras una reyerta en la que defiende a una muchacha de un par de rufianes violentos, un periodista que responde al nombre de Charles Dickens queda gratamente impresionado por la valentía y la ingenuidad del muchacho, y le anima a que averigüe la identidad y los motivos de los agresores. Perillán se pone a investigar, y pronto se ve envuelto en una serie de incidentes que le convierten en una celebridad… No tardará en conocer a los políticos y a las personalidades más relevantes del imperio y enfrentarse a un complot con insospechadas repercusiones internacionales.

Es difícil realizar una reseña llamativa de un libro de un autor como es Terry Pratchett, mas cuando la reseña perfecta viene ya en el mismo libro, en la contraportada, firmada por The Guardian:

"Una de esas ocasiones en las que el lector suspira cómodamente y se relaja porque sabe que está en buenas manos [...] Una novela exuberante, divertida y encantadora."

Y no hay mas. Cualquier cosa que es diga de mas sobre la obra de Pratchett es perder el tiempo con obviedades, pero como soy masoca y adoro perder el poco tiempo libre que tengo, vamos a ello.

PERILLÁN es el último título de Sir Pratchett publicado en nuestro país. Un relato de corte victoriano que no es sino un inmenso y merecido homenaje a la obra de Charles Dickens, en especial a Oliver Twist. No os llevéis a engaño. Pese a que la portada mantenga el estilo al que nos tiene acostumbrados el ilustrador Paul Kidby para Mundodisco, este título no pertenece a la colección, aunque por muy, muy poco. ¿Por que?

Muy fácil. Por que el Londres de mediados de 1860 que se nos describe aquí se queda practicamente a un paso de convertirse en la famosa Ank-Morpork. La mugre, la violencia, pobreza y costumbres no pararán de recordarnos a esa inmensa ciudad ficticia con la que tanto hemos disfrutado acompañando a Rincewind o a la Guardia Nocturna. Llegará (lo juro) un momento en que os preguntareis si el escritor no se basaría en Londres para planificar Ank- Morpork.

La trama, como es ya costumbre, nos presentará unos pocos elementos que irán engordando a medida que los acontecimientos suceden, tornándose en una historia compleja de la que mejor no perder detalle, ya que a veces el mas nimio suceso que, en apariencia no tiene importancia, mas adelante puede tornarse en punto clave de la historia.
Acompañaremos a Perillán, un joven ratero (en este caso mas bien alcantarillero) por las sucias calles del centro de Londres, tanto por encima de ellas como por debajo, siendo las cloacas un mundo aparte, lleno de elementos que enriquecen la lectura y cuyas descripciones y curiosidades narradas no hacen sino enriquecer la obra. Como si de un Oliver Twist adolescente se tratara, Perillán se gana la vida humildemente rebuscando entre los desechos del subsuelo, amen de meter mano de vez en cuando en bolsillo ajeno, y verá como su vida termina complicándose al ver su nombre en boca de todos tras un pequeño acto heroico que salva la vida a una misteriosa joven.

Y es que la novela va de eso. De héroes. Pero no de esos que sobrevuelan rascacielos y luchan descerrajando tiros por la humanidad, sino héroes de los de verdad, de esos en los que cualquiera, independientemente de su escala social, recursos o nivel de riqueza puede convertirse cualquier dia. Dudo mucho que a estas alturas pueda existir alguien que niegue la dura critica social que esconden siempre las novelas de Terry Pratchett, y PERILLÁN no es una excepción, Incluso cuando en teoría esta novela esta, supuestamente, dirigida al publico joven. Ya lo dije una vez y lo repito: Hay novelas pensadas para jovenes, y luego estan las que hacen madurar al joven.

Perillán no estará solo en esta aventura, gran cantidad de personajes celebres se darán cita entre las paginas de esta novela, entre las que se encuentran el mismisimo Charles Dickens, Henry Mayhew, la reina Victoria o Sweeney Todd, amen de otros inventados pero carismaticos como Solomón, mentor y protector del protagonista o Simplycity, por quien Perillán bebe los vientos. Resulta curioso pues, como un escritor es capaz de plasmar una personalidad tan carismatica tanto en personajes ficticios como en reales de igual manera.

Es sumamente difícil encontrarle pegas a un título como este, quizás, y es solo como opinión personal, echo en falta mayores toques de humor ácido que Terry Pratchett viene sacrificando en sus novelas para jóvenes, como ya se pudo comprobar en la saga de Tiffany Dolorido, El Asombroso Mauricio y mas claramente en La Tierra Larga. Ojo, con esto no digo que no haya humor. Lo hay, y algunos puntazos me han hecho pasar mucha vergüenza mientras iba leyendo el libro en el metro o el autobús.

Una novela tierna, encantadora, pero al mismo tiempo reflexiva y moral. Indispensable.


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