jueves, 11 de junio de 2015

Reseña: STALKER. PICNIC EXTRATERRESTRE de Arkadi y Boris Strugatski



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

STALKER. PICNIC EXTRATERRESTRE de Arkadi y Boris Strugatski

Unos extraterrestres hacen una breve parada en la Tierra y prosiguen el viaje sin mostrar ningún interés en la humanidad. Pero, como excursionistas displicentes, dejan restos y basura tras sus pasos, y los lugares así sembrados pasan a llamarse Zonas. Redrick Schuhart es ayudante de laboratorio en el instituto internacional que estudia el fenómeno, pero de noche es stalker: se juega la vida entrando en la Zona para sacar tecnología alien de contrabando. 

Con prólogo de Ursula K.LeGuin y posfacio de Borís Strugatski, la novela presenta en su versión íntegra, libre de censura, y en traducción directa del ruso. Se la considera, junto con Qué difícil es ser dios y El lunes empieza el sábado, la obra cumbre de los hermanos Strugatski, y la fuerza y la crudeza de sus personajes la han convertido en la más popular. Con un desarrollo ágil y seductor, indaga en el extrañamiento más abstracto y hasta en los mecanismos de la búsqueda de la felicidad, y deja una huella profunda e indeleble a su paso. 

Cuando me dispongo a leer un libro de ciencia ficción siempre me entran escalofríos y noto un sudor frío por mi espalda. No es que tenga nada en contra del género. Muchas de las lecturas que he dedicado a la ciencia ficción me han entusiasmado, pero tengo que reconocer que cuando un libro de ciencia ficción no me gusta, éste descontento se vuelve casi odio, un odio que pocas veces siento cuando es una novela de otro género la que me disgusta. Y lo peor de todo es que esto me suele pasar sobretodo con obras que acunan varios premios o que la gente considera desde hace tiempo de clásicos de obligatoria lectura. Especialito que es uno...

Fue allá por el 2013 cuando el nombre de esta novela llegó a mis oídos. En una interminable a la vez que amena charla entre cervezas sobre literatura surgió el autor Dmitry Glukhovski, y mas concretamente su reconocidísima obra METRO 2033. esta novela supuso mi primer encontronazo con la figura del Stalker, una figura dura, que no duda en arriesgar su vida para encontrar lo que necesita en un terreno hostil (en el caso de la obra de Glukhovski debido a altas concentraciones de radiación, mutantes u otros desvalijadores). Obviamente, en un escenario postapocalíptico, este tipo de personajes no tardaron en llamarme la atención , picándome el gusanillo de la curiosidad y preguntándome si otras obras hacían uso de esta figura para narrar sus historias. Ahí fue cuando un amigo, entre trago y trago mencionó PICNIC JUNTO AL CAMINO, quizá el título mas extraño que había oído nunca para una novela de ciencia ficción. ¿Extraterrestres? ¿objetos que otorgan poderes? ¿Stalkers? Joder, con un panorama así, la novela se vendía sola. Solo había un pequeño problema; Encontrarla sería tan complicado como localizar la esfera dorada de la historia.

Casi dos años hicieron falta para descubrirme que, al parecer yo era el único gilipollas que no había oído hablar de STALKER. PICNIC EXTRATERRESTRE de los hermanos Strugatski, y no solo eso... parecía que cada persona que conocía la novela la recomendaba fervientemente. Así, cuando fue reeditada por Gigamesh, una parte de mi quería leerla por encima de todo, mientras que la otra me advertía que como muchas obras de ciencia ficción tildadas de clásicas tenía todas las papeletas para defraudarme.

Por suerte, no siempre hago caso a mi instinto, y gracias a ello he descubierto la obra de la que todo el mundo habla y me he unido a las filas de los que tendrán el apellido Strugatski preparado para cuando alguien me pida recomendaciones.

Ante todo, PICNIC EXTRATERRESTRE no es una novela de ciencia ficción al uso, donde grandes batallas intergalácticas, héroes armados con la última tecnología y pasillos de brillantes luces de neón abarcan cada párrafo de la misma. Bajo un llamativo argumento se esconde una historia triste y dura, marcada por la desgracia y una necesidad de superación en muchas ocasiones egoísta, llena de personajes atípicos, empezando por su principal protagonista, Redrick "pelirrojo" Schuhart, que lejos de ser ese citado héroe imparable nos encontramos con un hombre antipático, duro y que ha aprendido de la peor manera posible, viendo caer a los suyos constantemente y siendo testigo de como la sociedad se beneficia de su esfuerzo y su riesgo sin una mínima y agradecida palmada en las espalda.
Así mismo, Gigamesh nos ha ofrecido el privilegio de leerla en su versión integra y sin censura. Recordemos que estamos ante una novela que vio la luz por primera vez en Rusia en 1972, he hizo falta nada menos que 8 años para que el sistema conservador soviético se "rindiera" y la publicara (Todo esto se explica detalladamente en una extensa nota a cargo de Boris Strugatski que se incluye en la presente edición). Y supongo que no era para menos, ya que la censura se puso las botas a la hora de tachar escenas llenas de violencia tanto verbal como gráfica, elementos, son de suponer, nada típicos en una novela de éste género.

PICNIC EXTRATERRESTRE es también una novela panorámica, es decir, a través de unos pocos personajes no nos será complicado construir una imagen detallada del escenario en que se desarrolla la acción. Los extraterrestres han venido a vernos, esa es una realidad de la que todo el mundo en esta historia es consciente, y cuando se fueron dejaron su zona de acampada hecha unos zorros, llena de basura de otras razas y objetos que, mientras que para los alienígenas pueden ser desechos, para los humanos su estudio puede cambiar la manera de entender la existencia. Así, se crean en torno a las "Zonas" (lugares donde se concentran estos objetos) una autentica sociedad que gira en torno a la investigación, al comercio y pillaje de material de otros mundos, una encarnizada lucha por el poder y a la vez de los limites de lo legal y lo ético, así, aparecen las figuras de los Stalkers, saqueadores fuera de la ley encargados de la dura tarea de recuperar esos objetos y venderlos al mercado negro.

Dura tarea porque pese a que las Zonas puedan estar llenas de maravillas que superan todas las leyes terrestres de la física, también esconden trampas mortales y autenticas pesadillas para un superviviente. De ese modo, recorreremos terrenos donde cada mínimo detalle que sea pasado por alto puede suponer la peor de las desgracias y donde nada es lo que parece ni te prepara para el siguiente paso.

Esto consigue una perfecta mezcla de historia llena de imagen y a la vez profundidad, donde no solo es fácil imaginarse los paisajes que nos rodean, sino que las reflexiones, teorías, sentimientos o circunstancias que rodean a los protagonistas también calarán hondo en los lectores.

En esta obra encontramos a unos hermanos Strugatski que dominan una narración ágil, de ritmo pegadizo beneficiado entre otras cosas por amplios saltos temporales entre capítulos y cambios entre la primera y la segunda persona, centrándose en uno u otro personaje cuando la situación lo requiere.

La mayor pega posiblemente la encontremos en su corta duración. Es tal el atractivo del mundo creado por los autores, tantas las salidas que puede tener y tantísimas las dudas que plantean y quedan sin resolver que poco mas de 160 paginas nos puede parecer mas que una historia, una introducción a una trama complejísima, llena de atractivos y que deja ganas de conocer mas de los personajes secundarios, los "regalitos" que encuentran en las expediciones, etc.
Otra cosa que me llamó la atención como curiosidad. Supongo que se deberá a la época y la situación social en la que vivía el país, pero el trato que tiene Redrick hacia Guta es, cuanto menos, anticuado. "Prepárame la cena", "sírveme una copa", "Que haces que no estas en la cocina fregando" (Esta no, pero fácilmente podría incluirse) son varias de las perlitas que encontramos en lo que parece una historia para hombres hecha por hombres y donde la mujer no se aleja en ningún momento del perfil de ama de casa u objeto en otros casos. Pero como repito, quiero pensar que sean paranoias mías o que, como dije antes ésto se deba a la sociedad que vio nacer la novela.

STALKER. PICNIC EXTRATERRESTRE fue, es y seguirá siendo, estoy seguro, una obra imprescindible para conocer las muchas facetas que puede tener la ciencia ficción, que ya hace muchos años se creaban historias interesantísimas que iban mas allá de viajes espaciales y armas láser y donde la esperanza de un mundo mejor esta a un paso... pero un paso que puede también destruir todo lo que soñamos.

2 comentarios:

  1. Poco más o menos las mismas sensaciones que me dejó "Qué difícil es ser un dios". También me resulta curioso que siendo ambas dos novelas bastante cortas, sus adaptaciones cinematográficas soviéticas sobrepasen las 3 horas de duración.

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    1. Mas extraño aún es que los guiones de sus adaptaciones al cine están escritos por los mismos hermanos. De todos modos, al menos en el caso de Stalker, tengo entendido que difieren mucho de la novela.

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