miércoles, 9 de septiembre de 2015
Reseña: UN MUNDO PEOR de Claudio Cerdán.
Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:
UN MUNDO PEOR de Claudio Cerdán.
Roberto Cusac, expolicia reciclado a detective, alcoholizado y solitario, vive obsesionado por un caso que destrozó su carrera, su matrimonio y su alma: la desaparición de su hijo de 6 años, Jaime, al que nunca encontró. Ha repasado mil veces las pistas y siempre le llevan a ninguna parte. Cuando le encargan que busque a una chica desaparecida, sus heridas parecen reabrirse, pero un halo de esperanza y la sensación difusa de que el destino le brinda una segunda oportunidad avivan de nuevo su instinto para jugar una última partida a doble o nada Con ese lenguaje directo que acaricia la soledad de sus protagonistas y desnuda sus almas,
Claudio Cerdán nos ofrece una historia reflexiva sobre el abandono y la pérdida, una novela policiaca que ahonda sin miedo en el dolor y la imposibilidad del olvido.
La novela negra siempre ha sido una vertiente literaria a la que he querido prestar más atención de la que al final siempre he terminado dando, es decir, casi ninguna. O bien las historias que he leído camufladas en éste género terminan desembocando en temas cercanos al terror o a lo sobrenatural o bien he terminado recurriendo a autores bestseller como John Verdon o Stieg Larsson que, pese a las buenas y numerosas criticas, pues... qué queréis que os diga... sus libros me parecen infumables, por lo cual, dado la reiterada decepción que me producen sus lecturas, termino aparcando la temática sin que posiblemente tenga culpa de nada.
Y es que lo que yo busco son historias duras, que incomoden al lector. pero que al mismo tiempo no pierda esa sensación de cercanía, realismo,... en fin, de hacer que me lo crea y que el día que vea exactamente lo relatado en las noticias no me extrañe y vuelva a maldecir el mundo en que vivimos. En definitiva, que me demuestre que muchas veces la realidad supera a la ficción.
La suerte o la casualidad han hecho que descubra a un autor que, como de oca a oca cambio de género porque me toca, me llamó poderosamente la atención.
Descubrí a Claudio Cerdán de la manera mas gamberra posible. Con una novela de Zombis. Y para colmo con comedia como base predominante. SANGRE FRÍA supuso la vuelta a la calidad literaria dentro de la línea Z de la editorial Dolmen. Y sorprendéntemente lo consiguió con una colección de escenas ridículas a la par que cafres, con protagonistas que para nada representan el estilo de superviviente de un apocalipsis que tenemos la mayoría en mente y una constante aura de parodia social.
Pero antes de SANGRE FRÍA , su autor ya tenía varias novelas publicadas, algunas de ellas pertenecientes a la novela negra o el thriller. Entre ellas terminé decidiéndome por UN MUNDO PEOR. ¿Por qué? Ni puta idea. Quizá su título, conciso e intenso, su portada, una obra de arte que da al lector una idea de la atmósfera que se respira en su historia, o su sinopsis tan llena de esos clichés que...
Si, últimamente se discute mucho sobre los elementos y tópicos que debería tener una novela para pertenecer a un género u otro. En el caso que nos ocupa, parece ser que aún hay quien defiende que para que una novela sea negra, es necesaria la presencia (a poder ser protagonista) de un detective o policía. Si sufre algún tipo de adicción mucho mejor, y si ya conviertes el caso en un asunto personal lo bordas. Nada mas lejos de la realidad. Sin embargo aprendí hace mucho a no dejarme guiar por las suposiciones y aunque esta novela tenga una buena colección de elementos muy vistos lo que realmente importa es el conjunto y como se conduce. Y Claudio Cerdán demuestra que conduce ideas de maravilla.
Hay quien dice que UN MUNDO PEOR muestra Alicante (lugar donde se ambienta la acción) como una ciudad oscura, sucia y peligrosa. Yo sin embargo no lo veo así. Lejos de ser una Sin City o un negativo panorámico de España donde solo se muestra el lado oscuro de la gente, yo lo que veo es una atmósfera cotidiana, extremadamente cercana y reconocible. Y tal vez sea eso lo que mas miedo da, que el paisaje que se nos describe, y lo que puede llegar a hacer el ser humano no es exagerado, sino que forma parte de la oscura historia de la sociedad. Es como si en una rueda de reconocimiento un agente empezara a enseñarte varias fotografías: Un apartamento sucio y dejado, un bar de los de toda la vida, el banco astillado y lleno de grafitis de un parque en plena noche o el fondo de una botella de whisky. Intentarás negar la evidencia, pero tarde o temprano terminaras confesando que conoces todos y cada uno de esos lugares.
Pero si hay un lugar oscuro en esta historia es sin duda la mente de Roberto Cusac. No soy padre, pero puedo llegar a imaginar mínimamente la desesperación que puede causar que tu hijo desaparezca. Cusac es un hombre hecho pedazos, con sus partes vueltas a pegar con alcohol y lagrimas. Un padre coraje al borde del abismo cuyos pasos son guiados por la desesperación, la búsqueda de respuestas a preguntas que ni sabe si formula correctamente y la salida de un laberinto de paredes cerradas. Meterse en la mente del protagonista es sentir en tus carnes la desesperación de un hombre que ha perdido lo más importante en su vida y carece de la respuesta necesaria para no convertir su entorno en un mundo absurdo, en un mundo peor.
Claudio Cerdán ha hilado en ésta novela un drama humano tan cruel como verídico, que sabemos que es ficticia porque ningún pequeño apunte nos indique que está basado en hechos reales.
Su autor sabe mantener la intriga a lo largo de toda la historia, dando respuestas terriblemente obvias en ocasiones y alarmántemente salvajes en otras, pero construyendo con su conjunto un puzzle en el que al final faltarán solo las piezas que la mano del creador ha querido perder voluntariamente.
Misterio, suspense, una dosis justa de acción, paletadas de drama y, curiosamente, numerosas muestras de humor del mas gamberro, que tiñen sobretodo las secuencias que se ambientan en el bar El Tugurio (Parece que el bar del Piojosos está creando escuela)
No podemos olvidarnos tampoco de las duras críticas a la sociedad, tal como mostraría mas adelante en SANGRE FRÍA, en este caso, abarcando temas que en nuestro país se puede considerar tabú, pero que desgraciadamente por mucho que queramos ponernos una venda en los ojos, siguen terriblemente presentes.
Quizá la única pega que podría resaltar en la novela es que, teniendo en cuenta la notable calidad de los personajes, el cariño con que el autor perfila principales y secundarios, se nota que el esquema se rompe con el personaje de África, de personalidad aparentemente confusa y en ocasiones poco creíble... un borrón mal eliminado en el cuadro final.
Pese a eso UN MUNDO PEOR es una grata sorpresa. Una de esas novelas que te anima a indagar mas en el género, que usa alguno de los tópicos no de manera precipitada, sino inteligéntemente, creando una historia nueva pero con espíritu tradicional. Dura en muchas ocasiones (padres, pensaos dos veces leer este libro) no carente de ternura y, en definitiva, una novela que habla de un mundo injusto...
... Un mundo peor.
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