domingo, 6 de marzo de 2016

Reseña: BALTIMORE. O EL VALIENTE SOLDADO DE PLOMO Y EL VAMPIRO de Christopher Golden y Mike Mignola.



Autopsias literarias del Dr. Motosierra presenta:

BALTIMORE. O EL VALIENTE SOLDADO DE PLOMO Y EL VAMPIRO de Christopher Golden y Mike Mignola.

“¿Por qué los muertos se levantan para atormentar a los vivos? Le pregunta el capitán Henry Baltimore a la malévola criatura alada. El vampiro sacude la cabeza. “Fuiste tú el que nos llamaste. Todos vosotros nos llamasteis con vuestra guerra. El estruendo de vuestros cañones nos despertó de nuestras tranquilas tumbas… Vosotros, asesinos. Vosotros berserkers… Nunca podréis deshaceros de nosotros”. 

Cuando lord Henry Baltimore despierta la ira de un vampiro en los campos de batalla infernales de la Primera Guerra Mundial, el mundo ha cambiado ya para siempre. Se ha desencadenado una virulenta plaga, de tal magnitud que ni la muerte puede terminar con ella. 

Ahora tenemos al solitario soldado embarcado en una batalla eterna contra la oscuridad, Baltimore reúne a tres antiguos amigos en una apartada posada, unos hombres cuyos viajes y fantásticas experiencias les inducen a creer en el mal que está carcomiendo el alma de la humanidad. 

Mientras los hombres esperan a su viejo amigo, comparten algunos cuentos de terror y desgracias, y debaten qué roles desempeñarán en la eterna batalla de Baltimore. Antes de que termine la noche van a tener ocasión de saber qué se necesita para erradicar de una vez por todas la plaga y esa criatura que Baltimore llama su némesis.

Cuanto mal y cuanto daño han hecho algunos autores y sus obras a cimientos literarios que de siempre hemos visto como pilares casi irrompibles. Ahí tenéis por ejemplo, y sin salirnos mucho de la reciente actualidad a los pobres muertos vivientes, los cuales han sido expuestos de manera tan masiva y variada que ya cualquiera se cree con la capacidad de escribir una novela sobre zombis y encima tener los santos cojones de presumir de ella. Por suerte, casi todos estos ejemplos de falta de talento o aprovechamiento de modas no suelen alejarse demasiado del campo de novelas digitales autopublicadas gratuitas o a precios de una lata de refresco (las hay que valoraría a un precio incluso más bajo). Ojo, que dentro de toda esa basura de vez en cuando uno se encuentra obras de gran calidad infravalorada, pero eso ya es otra historia.

Si, habrá gente que vaya por el mundo saltando de margarita a margarita que cuando lean esto dirán "Nooo, pero aunque no te guste todo el mundo tiene algo que aportar y tiene que ser igual de valorado...", lo que me lleva al tema al que quería ir a parar.

¿Realmente era necesaria la existencia de vampiros abstemios que brillan a la luz del sol como si de una rave se trataran, de mujeres con parálisis faciales que no se deciden entre la necrofilia y la zoofilia o paletos con alergia a la ropa y ligeras tendencias a rascarse tras las orejas con los pies? No, de verdad. ¿Tan difícil era dejar en paz a una criatura como el vampiro, surgida del folclore antiguo para convertirse en una de las criaturas mas temidas de la literatura, el cine o los cuentos narrados a la luz de una fogata y mas tarde travestido, ridiculizado y prostituido por una autora que creyó que era buena idea presentar a un asesino letal como un adolescente arrogante, engreído y, pese a sus más de 100 años, carente de personalidad?. Llamadme extremista si queréis, pero sigo pensando que Stephenie Meyer ha hecho más daño al vampiro que Van Helsing, Blade o Abraham Lincoln juntos. Hasta yo llegué a la conclusión de que no me gustaban los vampiros, tal era el mal causado por esa enfermedad intelectual llamada Crepúsculo.

Por suerte, muchas enfermedades tienen cura. Una de ellas llevaba escondida de mi conocimiento desde 2009 y Christopher Golden junto con Mike Mignola eran los responsables de tan grata sorpresa.

Es agradable encontrarse con autores valientes con ganas de innovar, de ofrecer un nuevo lavado de cara hacia un tema en concreto, y el vampiro no ha sido una excepción. Aparte de la nefasta aportación de la  escritora estadounidense, el chupasangre ha vivido en constante evolución, en ocasiones hasta derroteros que si bien se alejan del mítico monstruo descendiente del conde Drácula (Elegante, implacable, sanguinario y con un punto de vista romántico de esos que hacen a uno viajar océanos de tiempo buscando su cuello favorito) no perjudicaba el intéres del consumidor. Así, Anne Rice creo un mundo donde el vampiro disfrutaba de su propia sociedad, leyes, creencias o tradiciones.  Guillermo del Toro junto a Chuck Hogan reinventaron la plaga vampírica hasta el borde de la zombificación, e incluso los hermanos Spierig se inventaron una sociedad donde la raza humana estaba en peligro de extinción con la consecuente sequía de alimentos para no muertos en la película Daybreakers. Si, a veces reinventar un genero da buenos resultados. Pero a veces apoyarse en las más profundas raíces da origen a obras tan sensacionales como BALTIMORE.

Christopher Golden traslada la acción en plena primera guerra mundial, a una Europa terriblemente herida a causa de la batalla y sus consecuencias. Un panorama nada alentador para que ademas se propague una extraña plaga que asola pueblos y caminos. Una enfermedad que oculta mucho más de lo que sus síntomas dejan mostrar y cuyo origen todos desconocen. Todos excepto el soldado Henry Baltimore que, tras un encontronazo con unas criaturas que solo creía reales en sus peores pesadillas acaba terriblemente mutilado, pero vivo y creyéndose culpable de la venganza que su enemigo ha propagado en su nombre. Y por supuesto, el ojo por ojo termina siendo la sentencia final.

Una muy sugerente puesta en escena que no hace sino introducirnos en una de las mejores novelas de vampiros que he leído en mucho tiempo. Aunque siendo justos deberíamos decir que es una historia de cazavampiros, que ahonda en lo profundo del alma de su protagonista, con unas motivaciones y una profundidad que harán que incluso cualquier triste historia de la familia Van Helsing parezca una fiesta de fin de curso en comparación.

Golden ofrece una historia donde el vampiro es, de nuevo temido, cruel, salvaje e inteligente. Su prosa, la cual se acerca a la literatura gótica de Stoker en ocasiones resucita al monstruo y se sacude de encima cualquier estigma del pasado. horrible y a la vez de una belleza impresionante, que se refleja en pasajes y párrafos complejos, llenos de talento y emociones. Si, puede que alguno vea las descripciones de los parajes por los que circulan los personajes algo largos y abundantes, pero no por ello aburridos, puesto que la lúgubre atmósfera que reina en la historia, y sobretodo los sentimientos que hacen aflorar a sus habitantes cumplen un papel imprescindible en la obra, tanto como las abundantes ilustraciones que, a cargo de Mike Mignola (Hellboy), adornan y plasman a la perfección lo narrado en las páginas.
Dichas ilustraciones, todo sea dicho, presentan en su mayor parte fragmentos de paisajes donde se narra la acción, sin faltar algunos retratos de sus protagonistas o de elementos de destacada importancia en la trama. Todo ello bajo el inconfundible estilo grotesco y frío del ilustrador.



Pero no solo vamos a leer la historia de un Blade de principios del siglo XX. Baltimore, personaje que queda en el recuerdo de cualquier lector que se tope con él, comparte protagonismo con otras figuras que harán haciendo sus apariciones y compartiendo con nosotros relatos que, como si de ladrillos de irrealidad se trataran, irán construyendo un mundo cruel y desconocido, donde la superstición no se queda en los cuentos de viejas y las leyendas antiguas cobran una fuerza que descompone más si cabe un mundo que ya agoniza por la vergüenza del hombre. De ese modo, en un mismo tomo no solo leeremos la historia de Lord Baltimore y su cruzada, sino que tendremos a nuestra disposición una pequeña antología de relatos cortos de terror plagados de imaginación y espíritu clásico, lleno de personajes cuidados al detalle y escenas que van desde el sencillo escalofrío a lo terriblemente macabro.

Las cicatrices que deja siempre una guerra profundas como grietas en el suelo serán también condicionantes en la actitud y personalidad de los protagonistas, a veces esas cicatrices son visibles, en rostros, cuerpos rotos o ciudades que han pasado a ser un espejismo de lo que eran, cuando presumían de su grandiosidad y sus gentes. Otras son más difíciles de ver para los ojos que no saben buscar. Nosotros como lectores, tendremos la ventaja (o maldición) de ver los desastres que la perdida, el deshonor o la impotencia pueden causar en el alma de un guerrero, un superviviente o alguien que lo ha perdido todo, planteándonos la eterna pregunta, ¿Quien es el que está realmente muerto?

Por supuesto no podemos olvidar el constante abrazo que BALTIMORE mantiene al cuento infantil de Christian Andersen que hace referencia a su título. No solo por los fragmentos de este que acompañan a cada inicio de los capítulos, sino que su esencia es constante en la trama, y muchos elementos tienen su reflejo aquí. La falta de una pierna, la bella bailarina de la que se enamora el soldadito de plomo, el barco de papel, el trasgo que aguarda cargado de celos en su caja o el fuego de la chimenea. Todo ello tiene su eco en la obra.

Resulta triste que obras de la calidad de BALTIMORE hayan pasado al olvido tan rápidamente. Una novela que solo recolecta buenas impresiones (Algunas coinciden conmigo en lo referente a la falta de promoción en su momento), y que incluso tuvo sus secuelas en forma de cómics escritos y dibujados por los mismos responsables del título de origen (LOS BARCOS DE LA PLAGA, LAS CAMPANAS DE LA MALDICIÓN, UN FORASTERO DE PASO Y OTRAS HISTORIAS y LA CAPILLA DE HUESOS)  apenas sea conocida por el publico admirador de la novela fantástica y de terror. Porque la novela de Christopher Golden tiene todo lo necesario para convertirse en un referente de su género y un potencial incluso para acabar (llamadme exagerado si queréis) en una colección del calibre como Gótica de Valdemar.

En definitiva, un libro que es una obra de arte, prácticamente imprescindible para todo amante del género vampírico (el de verdad) y por desgracia, a fecha de hoy de muy difícil acceso si no es en formato digital o pagando una cifra vergonzosamente alta por su formato físico. Una delicia para los sentidos que demuestra que a veces, como decía al principio, las profundas raíces son más fuertes y duraderas que las ramas mas altas que se benefician de la luz del sol.


2 comentarios:

  1. Hola y gracias por la reseña. Tras leerla me decidí a adquirir el libro, un poco temeroso por tu aviso de que estaba agotado o muy caro de segunda mano.

    Pues lo he conseguido a 10 euros (+4 de gastos de envío) en una tienda de segunda mano de Ponferrada. Y he encontrado más ejemplares por ahí a ese precio o más barato aún.

    Así que animo a todo el que le piquela curiosidad a que se lance a por él, solo está a unos pocos clicks.

    Y de nuevo, gracias por descubrirnos estas joyas literarias. recuerdo cuando salió, pero lo dejé pasar por desconocer su calidad. Ahora he podido enmendar el arror con tu ayuda.
    Un abrazo desde Málaga

    MIGUEL ANGEL

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    1. A mí me pasó lo mismo. Lo encontramos en una tienda de compra-venta en Barcelona a un precio de risa. De esos precios que luego te hacen desear pedirle al dueño el comercio que reconsidere seguir vendiendo tal joya a ese precio.
      Me alegra haberte animado y, más todavía, me alegra que lo hayas disfrutado.

      Un fuerte abrazo.

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