miércoles, 4 de mayo de 2016

Reseña: CIANURO Y CHOCOLATE de Fayna Bethencourt



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

CIANURO Y CHOCOLATE de Fayna Bethencourt.

Cuando el amor se convierte en la soga de la que pende tu cuerpo y los demonios se visten de madre que te da la mano, de marido siempre fiel o de hijo en tu regazo, es cuando las buenas intenciones de los seres más queridos pueden resultar tan letales como las puñaladas que te asesta ese asesino mientras te jura amor eterno.

Los monstruos de verdad no viven en cuevas ni salen de ningún ataúd. Ellos te sonríen y te tienden la mano, o te miran desde el espejo donde ves reflejado tu rostro cada mañana.

Porque las sombras de verdad, esas que se escapan de los armarios de los niños para arrastrarlos hacia el mundo de sus pesadillas, no vienen de mundos inventados. El verdadero horror tiene forma de ser humano.


"¡La concursante de “GH2” ha escrito “cianuro y chocolate” una antología de relatos de terror que no puedes perderte!"

Así es señoras y señores. Esta demoledora frase es con la que la editorial Dolmen promociona el presente trabajo. ¿Qué más da el talento literario que pueda tener uno u otro autor?, ¿A quién coño le importa en que otros trabajos que no tengan que ver con la escritura ha participado Fayna Bethencourt?, es más... viendo la naturaleza del mensaje, ¿A quién le importa la literatura?

Vivimos una época en la que está visto que cualquiera puede publicar... cualquiera que tras su paso por los medios mediáticos como la televisión o youtube hayan cosechado un número en ocasiones abusivo de "seguidores" que comprarían un trozo de papel higiénico usado un día de fuertes diarreas de su preciado ídolo. No digamos ya un libro, aunque el destinatario de tal obra apenas sepa leer y mucho menos tener un mínimo criterio literario. Basta que en la solapa venga el nombre de su querida colaboradora de programas de cotilleo o el de ese chaval que se dedica a hacer y decir gilipolleces delante de una webcam y que de vez en cuando juega a videojuegos. Unos no saben hablar de otra cosa que de su vida (Uy perdón, ¿ Estoy insinuando que la gente que trabaja en cadenas de televisión movidas por el morbo ajeno tienen la inteligencia suficiente como para escribir sus propios libros? No quería confundiros), los otros se limitan a recopilar hot topics y memes de internet y atribuírselos como propios para sus publicaciones, destinadas a crear colas kilométricas en sesiones de firmas y presentaciones antes que aportar algo, por mínimo que sea al mundo de la literatura.

Y por supuesto, otra de las cosas que consigue el hecho de que en este país importe más tu paso por platós televisivos que tu verdadero talento a la hora de escribir, es que la imagen de autoras como Fayna Bethencourt se vea empañada con promociones como la que los señores de Dolmen usan para CIANURO Y CHOCOLATE. Ojalá se esforzaran lo mismo por corregir sus obras, pero de eso hablaremos más adelante.

CIANURO Y CHOCOLATE es una nueva novela "reciclada" incluida en su abandonada línea Stoker. Reciclada porque al igual que hicieron con novelas como RENAISSANCE de J. J. Lucas o ESPAÑA: GUERRA ZOMBI de Jaime Noguera, han optado por agenciarse los derechos que anteriormente pertenecían a otras editoriales o han cogido directamente obras que estaban gratuitas en formato digital para engordar su catálogo. Que conste que no lo veo mal. Indiferentemente de la calidad de las mismas no deja de ser una manera de recuperar títulos descatalogados o permitir el acceso a personas que, como yo, solo leen en formato papel.

Este debut en solitario de Fayna fue publicado anteriormente por la doblemente desaparecida (o fugada) editorial Dissident Tales. Ahora, ha llegado el momento de compartir catálogo con autores como Víctor Conde, Víctor Blázquez o Juan de Dios Garduño. ¿Lo merece de verdad o de nuevo la influencia mediática ha hecho de las suyas para traernos otro bodrio sin talento ni alma?

Lo merece. Y mucho, pese a sus fallas.

Obviamente, perteneciendo a una colección como es la Línea Stoker es fácil deducir que lo que mayormente vamos a encontrar en su antología es terror. Pero no un terror lleno de zombis, monstruos con tentáculos en los tentáculos y demás seres de pesadilla que los más eruditos intentan hacernos creer que en realidad son reflejos del lado más oscuro de nuestra humanidad, o fantasmas que representan los sentimientos escondidos de las personas cuando son mostrados al mundo exterior. CIANURO Y CHOCOLATE trata de seres humanos haciendo cosas de seres humanos. Lo que viene siendo el hacerse daño unos a otros empujados por la locura, la obsesión e incluso ideas tan formales, admiradas y a la vez arbitrarias como es el amor.

Sus relatos poseen, aparte de buena cantidad de violencia, sangre y venganza, una fuerte crítica social en numerosos temas de actualidad como pueden ser la sexualidad, la educación o la violencia de género. De ese modo prácticamente de cada uno de los textos se puede sacar una moraleja, una especie de lección ética a modo de terapia de choque que viene a decir que, por ejemplo, para que en un futuro no hagas bullying te lo voy a hacer yo a ti y así ves lo que se siente.

El estilo de Fayna es simple, sencillo y por lo tanto eficaz hasta la médula. No busquéis en sus letras metáforas rebuscadas o pasajes que invitan a la reflexión o simplemente a escribirlas en la carpeta de clase junto a la foto de Paulo Coelho o Stephenie Meyer. La autora va a lo que va, y es a relatar unos hechos, su causa y su efecto, manejando para ello personajes de variado género, edad y condiciones. Un punto a favor, ya que cada historia tiene unos personajes únicos y bien esbozados, no como algunos autores, cuyos relatos poseen protagonistas que son copias de sí mismos.  Como decíamos anteriormente, rara vez recurre al terror fantástico y/o paranormal, dejando vía libre al suspense y jugando con los finales impredecibles... cosa que por desgracia no consigue.

A ver, nunca me las he dado de listo porque no lo soy, pero ninguno de los relatos que componen CIANURO Y CHOCOLATE me han pillado de sorpresa en lo referente a sus desenlaces, siendo estos adivinados más pronto que tarde, restándole muchos puntos a cualquier lector que tenga el género de terror como uno de sus favoritos, porque por poco que uno lea de este tipo de literatura le sirve para descubrir que a muchos relatos de Fayna les falta originalidad, o al menos un estilo, un tipo de horror que dé personalidad a su obra. Concluyendo, se podría decir que Fayna Bethencourt escribe buen terror (Esta antología es una muestra de ello), pero no SU terror, puesto que bebe de multitud de influencias ofrecidas por el cine y la literatura y dejando al lector con un sabor de boca que no le resulta en absoluto nuevo. Concluyendo aún más: Fayna Bethencourt es una autora de gran potencial pero con falta de ideas propias más originales (por ahora).

CAOS es el primer relato que se nos presenta en la antología, el cual no es sino una especie de Redneck American Psycho en versión española. Una historia llevada correctamente aunque innecesariamente alargada si tenemos en cuenta el objetivo al que se quiere llegar, la cual sustituye la originalidad por una necesidad de dejarse llevar por la violencia. Personalmente hubiera preferido que la autora pusiera más énfasis en reflejar de manera detallada los sentimientos del protagonista, por muy locos y censurables que fueran, en lugar de dar vueltas y vueltas y no saber cuando parar a la narración de un acto violento tras otro. Este tipo de historias exigen personajes profundísimos que sean algo más que una mano ejecutora.

VOLAR EN PEDAZOS habría sido un relato sumamente impactante... si no se hubiera cruzado con un lector curado de espanto, ya que tanto la idea principal de la historia (los niveles de locura a los que se puede llegar por amor) e incluso su desenlace poseen herencia indirecta de otro relato que leí hace tiempo escrito por Graham Masterton e incluido en la obra EL HIJO DE LA BESTIA (Valdemar Insomnia). No obstante el trabajo que aquí realiza Fayna es más ameno, de alta carga sexual y obsesiva y con resultados bastante impresionantes si no se ha catado la obra del mencionado Masterton.

Y si ese relato no ha conseguido pillarme desprevenido, CASCABELES sí que consigue alcanzarme con la guardia baja. De cortísima duración pero intensísimas emociones, la autora maneja aquí un terror engañoso bajo una fachada simplista y que esconde (aunque no mucho) un desenlace bastante más duro y sentido en comparación con lo que llevamos leído en la antología...

... por lo que PENA Y OLOR A FRESA es el relato ideal para situarse a continuación. De fuerte crítica social, consigue confundir al lector dejándole sin opción a elegir bando y siendo víctima de un fuego cruzado de sensaciones, mientras esquivamos balas que tristemente van grabadas con circunstancias terriblemente verídicas en el mundo actual.

Lo de MALA RACHA no es leer un relato. Más bien es descifrarlo, porque la chapuza que ha hecho la editorial con la maquetación (todos los relatos tienen erratas bastante graves, pero a partir de éste la cosa se vuelve imperdonable). Sobre la historia en sí, aquí parece que la autora rompe su propia regla de tratar el terror de forma natural y humana para teñir a una trama que gira en torno a las supersticiones de un ligero y adecuado tinte sobrenatural. El texto resulta interesante pese a que a medio tramo pierda fuelle y su desenlace pese a ser previsible como de costumbre termina resultando demasiado amable.

EL ORDEN DE LAS COSAS pretende abordar o modo de crítica un tema de suma importancia, invirtiendo los papeles en una justa balanza ética. Hasta ahí bien. Por desgracia el resultado parece no llevar a ninguna parte y el conjunto resulta insuficiente por la falta de sorpresa o justificación de los hechos. Cualquiera diría que estamos ante un relato escrito por puro desahogo en lugar de para contarnos algo.

Cuando el mismo título del relato hace el amago de destriparte su contenido es que hemos pasado a otro nivel de previsibilidad. TODA LA VIDA Y POCO MÁS, al igual que PENA Y OLOR A FRESA deja el terror apartado para centrarse en el drama y en la concienciación de acontecimientos que son más reales de lo que nos gustaría. Y lo peor o mejor de todo es que el hecho de que sea tan fácil adivinar el final juega esta vez a favor de la narración, aumentando crudeza y emotividad a partes iguales.

Al ver que QUERIDO PAPÁ y SE ADMITEN DEVOLUCIONES apenas ocupaban tres páginas cada uno pensé "anda mira, un poco de relleno",  pero me equivocaba. Los cortísimos relatos desprende intensidad y mala ostia, y pese a que no responde a dudas esenciales, estamos ante un buen par de relatos o un excelentes microrrelatos.

Lo que por desgracia sí me ha dejado con la sensación de haber leído un relleno de la antología es este relato. BIENVENIDOS A CASA MIRTHA es ni más ni menos un refrito de La Matanza de Texas y demás derivados similares sin apenas un ápice de originalidad, alargándose sin sentido hacia un final adivinado desde el minuto uno. Una lástima.

Finalizamos la lectura con otro de los relatos más largos junto al primero. DESDE LOS HUESOS, es uno de los textos más originales de la autora y por consiguiente uno de los que dotan de más personalidad a su estilo. Su desarrollo es ameno aunque en ocasiones algo forzado, como si a veces le costara saltar algún obstáculo que se lo hubiera presentado, pero cuyo resultado final es notable y sabe dar el escalofrío que busca el lector.

Al lío...

Me vais a permitir que esta vez sea yo el que rompa una regla personal. En este caso la que me hizo prometer que nunca iba a faltarle el respeto a nadie en este blog, pero es que lo que ha hecho Dolmen con la edición de CIANURO Y CHOCOLATE es de lo más deleznable, ruin y miserable que he visto nunca, y nos ha faltado el respeto a todos.
No exagero. Nunca en la vida había visto un libro al que el maquetador y el corrector hubieran maltratado de esta manera, convirtiéndolo en una lectura inviable, difícil y desesperante. Casi todas las páginas que componen la obra (casi 200) contienen erratas. En los primeros relatos se limitaban a guiones entre palabras sin venir a cuento, fusiones de otras, desaparición de adverbios, lo de siempre vamos, una tradicional firma de las publicaciones de la editorial. Pero es que a partir del relato MALA RACHA la cosa va complicándose, y a los fallos que ya he mencionado habría que juntarle diálogos sin señalizar con su respectivo guión, otros diálogos que se mezclan entre sí o con la narración, saltos de una linea a otra cortando la frase, repetición de palabras, frases ¡E incluso en BIENVENIDOS A CASA MIRTHA un fragmento de media página!
Os juro que pese a que estaba disfrutando de la lectura ha habido un par de ocasiones en los que he estado a punto de abandonarla debida al cansancio mental que supone leer algo tan jodidamente mal confeccionado. Señores de Dolmen, si pagáis a una persona como Pilar Lillo para corregir una novela (aunque estoy segurísimo de que muchas erratas son de su propia cosecha porque, recordemos, esta antología ya fue publicada en otra editorial y dudo mucho que en su momento tuviera tantas) y a Laura Ruiz para su correcta maquetación, creo (llamadme loco si queréis) que lo mínimo que autor y lector esperan es que se haga correctamente el trabajo, porque hay que ser muy hijos de la gran puta como para permitir que esta basura, por muy bien escrito que esté se venda en librerías. Primero puse en duda vuestro criterio a la hora de valorar algunas obras, luego dudé de vuestra profesionalidad al ver que ahí se puede publicar cualquier cosa con el enchufe o cargo adecuado. Ahora dudo incluso de que apreciéis o tengáis un mínimo de amor hacia el elemento que, al fin y al cabo es vuestra herramienta de trabajo principal: La literatura. porque repito, lo que habéis hecho con la obra de Fayna, es cagaros encima.

De verdad, os recomiendo darle una oportunidad a CIANURO Y CHOCOLATE de Fayna Bethencourt, una autora que ha sabido imponerse a las etiquetas mediáticas sacando adelante un trabajo más que decente y que si en un futuro es capaz de sacar de su mente una historia nunca vista puede dar mucho que hablar. Pero eso sí, si tenéis la oportunidad de encontrar la obra en otra edición, por difícil que sea, no lo dudéis, porque el maltrato que Dolmen ha prácticado con el trabajo de esta chica es vergonzoso y denunciable. Me sorprende que hayáis sabido escribir bien su apellido en la portada.


5 comentarios:

  1. Enhorabuena, Carlos... Creo que al saltarte tus propias reglas has acabado en un ejercicio de honestidad difícil de ver a día de hoy. Y sí, tu crítica hacia Dolmen es demoledora, pero justificada.

    Mis respetos, Doctor... Que su ingenio y su Motosierra no pierdan jamás su filo ni su ímpetu...

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  2. Esto sí que es sacar la motosierra a pasear... Si es como dices, imperdonable. Tuve el placer de leer "Cianuro y chocolate" en su edición original y no recuerdo erratas a destacar, ni una lectura incómoda. Me pareció una antología muy meritoria y disfruté realmente con los relatos. Esperemos que esta denuncia prospere y que se subsanen los errores en una futura reimpresión. La calidad de la autora no merece menos. Un abrazo, y gracias por tanta sinceridad.

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  3. Espectacular reseña. Dura y a la línea de flotación, donde los libros mal hechos (un producto mal trabajado al fin y al cabo) más se resienten. Yo leí la edición de Disident Tales y no tenía para nada ese nivel de fallos y erratas. Enhorabuena por tu trabajo.

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  4. ....felicidades por pasar de 100.000 visitas!!!
    ;)

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