EL LIBRO SIN NOMBRE de Anónimo

Autopsias literarias del Dr. Motosierra presenta:

EL LIBRO SIN NOMBRE de Anónimo.

Querido lector, Durante siglos una librería perdida en el mundo ha escondido un secreto. En sus estantes hay un misterioso libro sin nombre ni autor. Quien lo lee… acaba muerto. ¡Sólo las almas puras pueden ver las páginas de este libro! Ahora es tu turno. Cada página que pases, cada capítulo que leas, te acercará al final. Vendrá la oscuridad, y con ella grandes males. Pero tranquilo, no estás solo. La amnésica y sexy Jessica, el boxeador Rodeo Rex, el criminal Santino, dos monjes karatekas, un asesino vestido de Elvis Presley, dos policías despistados y muchos delincuentes te acompañarán por las violentas calles de Santa Mondega. Pronto, un eclipse solar sumirá a la ciudad en la oscuridad más absoluta… Dicen que Kid Bourbon ha vuelto y que busca una misteriosa piedra. ¡Prepárate para el baño de sangre! Te dirán que este libro es una mezcla irreverente de la estética de Quentin Tarantino y El Código da Vinci. Pero recuerda: todas las personas que han leído El libro sin nombre están muertas. La única forma de saber por qué es leerlo tú mismo… ¡Suerte!

Resulta curioso en ocasiones comprobar como funciona el cerebro humano. Desde muy pequeño la curiosidad y la necesidad de saber siempre se ha impuesto a todo lo demás. Si, en ocasiones también a la lógica o el instinto de supervivencia. No es casualidad que, desde la publicación de un libro allá por el 2007 que reza en su contracubierta “Hagas lo que hagas no leas este libro” o “Todos los que han leído este libro están muertos”  su pagina de Facebook sume ya los casi 12000 seguidores.
Pero dejando hipótesis y gilipolleces aparte, hay que reconocer que encontrarse una obra titulada EL LIBRO SIN NOMBRE y firmado por un autor Anónimo (del cual, por puro marketing se ha llegado a hablar de los mismísimos Tarantino, Dan Brown o Stephen King) consigue que, como mínimo hace que queramos cogerlo y curiosear en su descripción.

Como comprobamos en su sinopsis, no estamos ante un libro sobre profecías reales, acertijos o conspiraciones, sino ante una novela de género indefinido que fácilmente se podría catalogar de locura transitoria.
Lejos de fiarnos de la comparativa con Tarantino o Dan Brown que nos ofrecen como guía, personalmente, en un principio el primer nombre que me vino a la mente fue Robert Rodriguez y su trilogía del MARIACHI. Bares de mala muerte, Pueblerinos con las manos manchadas de sangre, un festival de personajes de lo mas variopinto y sobre todo, una facilidad enfermiza por buscar una excusa para llenar el ambiente de olor a pólvora y balas silbando, crean una receta perfecta que garantiza diversión a cualquiera que se atreva a sumergirse en sus páginas empapadas de sangre.

Monjes, mercenarios, asesinos a sueldo disfrazados, policías obsesionados con casos imposibles, criaturas de la noche, ¡Coño! Hasta un espantapájaros son parte de la escoria social que se reparten en las calles de Santa Modega, un paisaje sucio y treméndamente opresor (no nos costará recordar los pueblos mejicanos de las películas del Sr. Rodriguez) donde nada ni nadie son lo que aparentan, lo cual, en ocasiones y debido al numeroso conjunto de personajes y las incontables situaciones en las que se ven envueltos, crea cierta confusión e incluso cierto mareo al lector menos entrenado en historias que van mas rápido que hipster al grito de “nueva actualización para Iphone”.

Esto, sin embargo, también tiene como ventaja (ayudado por los capítulos cortos) que la narración no llega a aburrir en ningún momento y te haga desear saber mas y mas.

Eso si, si tuviera que hacer caso a esas comparaciones que se hacen entre esta obra y la de Tarantino, indudablemente me viene a la mente ABIERTO HASTA EL AMANECER, primero por la sorpresa que supone ese brusco cambio de género a mitad de la lectura y segundo… bueno, no quiero destripar nada.

Es una pena, eso si, que no se haya profundizado mas en el personaje de Kid Bourbon, algo que espero se subsane con las siguientes entregas de la saga, EL OJO DE LA LUNA y EL CEMENTERIO DEL DIABLO.