martes, 17 de marzo de 2015

Reseña: EL PASEO INFINITO de Daniel Higiénico.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

EL PASEO INFINITO de Daniel Higiénico.

Un personaje abandonado por su autor se enfrenta al espacio en blanco, hasta que descubre que se halla en lo alto de un rascacielos que él mismo puede construir. Y así, puerta a puerta, su universo se va poblando de extravagantes personajes con curiosas historias.

Aunque el Arquitecto no es el único, pues como en el escenario de un inmenso teatro, tras cada telón se halla un Escritor que inventa su propia obra y se enfrenta a la angustia de la creación.

Y tampoco es necesario ser real para tener vida propia, unos personajes protagonistas y otros secundarios interactúan y toman posiciones, creando situaciones tan rocambolescas como divertidas.

Y por encima de todos ellos el autor real. El ojo omnisciente que todo lo ve y todo lo oye cuya identidad nadie conoce…

Echad un vistazo a la portada del libro que hoy nos ocupa e intentad poneros en mi lugar. En ella vemos la solitaria figura de un hombre dirigiéndose a lo que parece un edificio en ruinas. Un momento, no está en ruinas, parece mas bien que esté en construcción. Una enorme mole de piedra u metal en penumbra, salvo por una misteriosa ventana encendida, lo que da a entender que pese a las pésimas condiciones del rascacielos, éste parece habitado. Un único foco de iluminación, esa ventana, que rompe la estética oscura y misteriosa acrecentada por una fuerte tormenta que parece cubrirlo todo. Como detalle curioso encontramos un montón de piedras apiladas a modo de tumba primitiva con el cartel de algo que parece el dibujo de un conejo y... espera... ¿Eso es una vaca volando?

Si a tan llamativa portada (obra de arte) le añadimos una sinopsis tan peculiar como esta... unos verán un simple libro, yo vi un cartel de neón inmenso con la leyenda "Llévame a casa". Y así hice.



Daniel Higiénico es una persona muy polifacetica. Es cantautor, compositor y actor en obras de teatro. Puede que a mas de uno le suene su banda Daniel Higiénico y La Quartet de Baño Band. Si no, os animo a prestarles los oídos durante un rato. Pero, ¿Ha escrito algo aparte de composiciones y letras para canciones? Creo que EL PASEO INFINITO responde a esa pregunta.

Pero ¿Qué es EL PASEO INFINITO?¿Una novela?¿Una colección de historias?¿Un sinsentido? Es todo eso posiblemente, pero también es, y a opinión personal mi faceta favorita, un manual novelado sobre como escribir historias.
Desde el comienzo de la, llamémoslo trama, esa encrucijada donde nadie sabe quién es escritor, quién personaje, uno tras otro, de manera directa o en ocasiones mas a escondidas, se nos ofrecen ese sinfín de recursos, problemas, atajos que un escritor encuentra a la hora de escribir una novela, desde los mas extraños secretos o estratagemas a los que tiene que recurrir un escritor bloqueado (Y eso que es la primera novela del autor) hasta los tópicos mas comunes en la historia de la literatura, entre los que se incluyen pasajes harto leídos o trucos y leyes no escritas para evitar que tus propios personajes no se te rebelen.

Y es que de eso hay mucho. El autor, desde el principio juega con el ingenio (Y a veces con la paciencia) del lector, regalando una trama en la que nada es lo que parece. Una colección de circunstancias que no hacen sino causar cada vez mas confusión a un argumento ya de por si mas caótico que el apartamento de un estudiante. Donde mas de uno reclamará la autoría de todo lo que sucede en la obra como escritor, mientras diversos bandos se irán generando a favor de unos y otros, y acabara... bueno, como siempre acaban este tipo de situaciones.

Pero ¿Es bueno EL PASEO INFINITO?
Llevo un buen rato pensando como contestar a esta pregunta y aún no lo tengo claro... La primera novela de Daniel es de esas que hay que coger con pinzas, delicadamente y con la mente tan abierta que acabes haciendo malabares con tus propios sesos.
EL PASEO INFINITO desborda originalidad, algo de lo que es fácil darse cuenta. Ya no solo a la hora de imaginarse situaciones y escenas, ni en la elección de la mezcla de género que a veces se codea con la fantasía, la critica social hacia distintos campos culturales, empresariales, medios de comunicación o culturales, y, sobretodo la comedia, en unas ocasiones ligera y absolutamente surrealista en otras. No faltarán momentos en los que se nos venga a la cabeza a iconos del mundo cómico como los Monty Phyton  en las numerosas escenas y sketches en los que se componen la obra. Sensación que impregna también a la elección de los numerosos personajes que desfilarán por las paginas. no solo humanos, ya que no faltarán criaturas tan disparatadas como aves que son las mejores en lo suyo, insectos consejeros, hordas de conejos reivindicando sus derechos o electrodomésticos que hablan. Y esto solo es una pequeña muestra de lo que encontraremos en las mas de 500 páginas que componen el libro. Todo ello bajo un estilo narrativo muy influenciado por el teatro, campo que no es nada desconocido para el autor.



Pero si algo me ha llamado la atención por encima de lo demás, es la autocrítica usada por Daniel Higiénico. Si. El autor se autocrítica sus propios errores, carencias y peculiaridades, hasta el punto de que cualquier pega que se me ocurre, el ya la ha comentado en su propio libro.

Por ejemplo, Mientras EL PASEO INFINITO esperaba en la estantería su turno de ser leído, yo ya le había puesto el apodo de "El libro de los puntos suspensivos". Solo hacía falta ojear un poco el tomo para imaginarse el dedo del autor dormido en la tecla del punto. Es mas, daba la sensación de que en cada página había mas secuencias de puntos suspensivos que usos del punto y seguido. No fué hasta empezar a leerlo cuando me di cuenta de que esto iba mas allá, que el autor sustituía cada uno de estos puntos y seguido por (...) Algo que por muy a posta que esté hecho (cuando hablan algunos de los personajes, esta practica desaparece) termina agotando.

¿Recordáis una novela de un tal Geoff Ryman titulada 253? un tremendo pestiño donde el autor hacia una descripción de todos y cada uno de los viajeros de un tren en el metro de Londres que estaba a punto de sufrir un accidente. En EL PASEO INFINITO, Daniel Higiénico hace algo parecido con un edificio de 158 plantas con 6 puertas cada una, lo que supone la descripción de casi mil personajes, algo que en principio resulta entretenido dadas las ocurrencias del autor al presentarnos este basto catalogo de vecinos, pero que termina volviéndose en nuestra contra, creando una lectura soporífera, interminablemente aburrida en algunos tramos y que da un nuevo sentido al título del libro.

Una autentica pena cuando estamos ante una obra que desde los primeros capítulos engancha mucho, pero que llegando a cierto punto no paras de mirar con pavor la cantidad de páginas que aun te quedan para acabar. Eso sin contar con que la estructura a la que estamos acostumbrados de introducción/ nudo/ desenlace aquí queda un tanto obsoleta.

EL PASEO INFINITO de Daniel Higiénico es, definitivo, una novela que hay que consumir bajo la responsabilidad de uno mismo, con clara intención experimental que habría ganado mucho si se hubieran concentrado los mejores momentos y desechado una buena cantidad de paja innecesaria (Por mucho que nos intenten convencer de lo necesario de todo) pero que ofrece momentos con altas dosis de originalidad y descubre un mundo nuevo a aquellos que quieren descubrir en clave de humor y fantasía, los numerosos problemas a los que se enfrenta un escritor.

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