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viernes, 1 de diciembre de 2017

Reseñas breves #5. HIJOS DEL DIOS TUERTO de Virginia Pérez de la Puente.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

HIJOS DEL DIOS TUERTO de Virginia Pérez de la Puente.

¿Quieres cambiar tu destino, Harek Haraldsson? Llegarán tras el deshielo. Llegarán sedientos de sangre, sedientos de vidas, sedientos de venganza. Y no puedes impedirlo.
¿Quieres cambiar tu destino, Loki? Tu camino está trazado. El camino hacia la traición, hacia la muerte, hacia la destrucción de los mundos. Y no puedes evitarlo.
El destino no se puede esquivar. El destino no se puede cambiar. El destino es.

Las nornas tejen en su tapiz el pasado, presente y futuro de los nueve mundos, entrelazando los hilos de las vidas de dioses, hombres y monstruos. Ocultas bajo las raíces de Yggdrasill, las tres hilanderas empiezan a hilvanar un hilo de oro: el hilo de un héroe, Harek Haraldsson, jarl de un clan de vikingos que se prepara para el ataque de otro fiordo con el que mantiene una deuda de sangre. Mientras se debate entre la responsabilidad de proteger a su gente y la tentación de sucumbir a la sed de venganza, Harek ignora que su hilo está entretejido con los hilos de los dioses. De sus decisiones dependerá el destino de los æsir y su victoria o derrota en el Ragnarök, que llegará, como los enemigos de su clan, después del hielo.

Hace poco comentaba el título MITOS NÓRDICOS de Neil Gaiman, y comparaba el entusiasmo con que el autor relata sus cuentos con el tradicional profesor que espera que sus alumnos se aprendan la lección sea como sea para que en el examen final todo el mundo supiera qué contestar, sacrificando si es necesario cualquier ápice de originalidad o sello personal que mantuviera vivo el interes hacia la asignatura.
Gaiman tuvo la oportunidad de impregnar a las historias más famosas protagonizadas por los dioses nórdicos de su propio estilo y singular pluma, pero lo desaprovechó dando como resultado una lectura plana que se limita a narrar hechos sin tener en cuenta el propósito de ellos, la relación entre cada relato, ignorando la posibilidad de crear en sus protagonistas personalidades solidas y propias...

... Todo aquello que consigue Virginia Pérez de la Puente en HIJOS DEL DIOS TUERTO.

Ésta obra no solo se limita al revisionado de los mitos más conocidos del folclore vikingo, sino que además ofrece un relato de aventuras que sabe intercalar mitología con una historia propia y original, lo conocido con lo nuevo y donde los acontecimientos que suceden en Asgard tienen sus repercusiones en Midgar, y viceversa. Y si, es posible que la autora se tome ciertas libertades y moldee a su gusto y a exigencias del guión los episodios originales para que no se pierda el sentido de la trama principal, pero más que verlo como un inconveniente, esto juega a favor de la novela y le otorga la personalidad de una historia completamente nueva, tan disfrutable para los que ya conozcan los entresijos de las fábulas en que se inspiran sus lineas como para los que no, aunque personalmente creo que estos últimos pueden, en ocasiones, sentirse un poco perdidos en algunos pasajes que dan por hechos y conocidos varias de las leyendas y personajes de los que se hacen mención. Eso si, más de una vez agradeceréis la incursión del glosario que encontraréis al final del tomo.

Como libro de aventuras, resulta casi imprescindible hablar de los géneros en que se apoya la historia que se cuenta. Acción, drama, romance, comedia..., todo tiene hueco en mayor o menor medida en HIJOS DEL DIOS TUERTO, y teniendo en cuenta que a lo largo de toda la novela iremos alternando la puesta en escena en distintos mundos (tanto el de los humanos como el de los dioses), reflejar las mismas emociones en unos y otros con la diversidad de herramientas de las que se dispone en ambos planos (y limitaciones, claro) tiene un gran merito, y Virginia consigue que nos emocionemos, aterremos, nos intriguemos y sorprendamos, tirando abajo el metafórico muro que separa al dios del hombre, o dicho de otra forma: humanizando a las deidades.

Aquí se rechaza la omnipresencia, la imagen del todopoderoso y el "...Entonces Odín hizo esto porque Loki rompió esto otro porque así estaba escrito". No. Puede haber un dios del trueno, una representación divina del caos y el azar, la inmortalidad hecha ser, pero por encima de todos esos poderes, detrás de esas fábulas repletas de seres asombrosos y hazañas no menos increíbles se esconden mentes y espíritus vulnerables, llenos de añoranza, deseos, miedos, imperfecciones que, en definitiva, no hacen sino acercar al orador y al símbolo al que se venera más de los que ellos quisieran siquiera admitir.

Mitología, cultura nórdica antigua llena de detalles con los que cuesta diferenciar veracidad de fantasía, que peca posiblemente de algunos diálogos salidos de tono teniendo en cuenta la naturaleza de muchos de sus protagonistas, pero que no resta calidad a una prosa pausada, que sabe tomarse su tiempo para hacerse poderosa, convierten a esta novela en el mejor ejemplo de que este país tienen autoras con el talento y la capacidad para colocar títulos de un género tan saturado como la fantasía a la altura de imprescindibles.




miércoles, 29 de noviembre de 2017

Reseñas breves #4. SU MUERTE, GRACIAS de Abel Amutxategi



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

SU MUERTE, GRACIAS de Abel Amutxategi.

Samuel Pineda es un vendedor de suicidios fracasado que trabaja para el padre de su novia Virginia.
Cuando Virginia le sugiere que formalicen su relación, Samuel se ve obligado a encontrar un cliente con el que ganarse la estima de su futurible suegro.
Mientras tanto, la Muerte disfruta de un retiro tan largo como merecido. Delega el trabajo en los volubles Emisarios de la Muerte y se concentra en lo único que de verdad le interesa: aprender a jugar al ajedrez de una vez por todas.
Samuel cree encontrar la solución a todos sus problemas con la llegada de Hortensia, una anciana deseosa de pasar al Otro Lado y con un evidente problema de gestión de la ira.
Pero sucederá algo que obligará a la Muerte a abandonar su descanso.

Y volverá dispuesta a hacer todo lo que haga falta para salvar al mundo de su destrucción

Últimamente soy bastante reticente con las obras escritas en nuestro país que prometen agradables mezclas de humor con género fantástico. No es que dude del talento de sus autores que se arriesgan mezclando risas con magia, sucesos paranormales e incluso terror, pero son ya muchos los ejemplos de novelas que recurren a la comedia con fecha de caducidad, a la parodia forzada o a la introducción en la trama de temas y personajes de moda a modo de coñas que al final rebajan el tipo de humor al de la calidad (o carencia de ella) de canales de televisión que irónicamente los mismos escritores suelen criticar... y al final cada vez cuesta más encontrar una novela en la que al menos la mitad de las risas no surjan de manera casi obligatoria, bajo el pensamiento de "vaya, el pobre se ha esforzado, voy a hacer que me río para que no se sienta mal".

Es por ello que no puedo sino recomendar a un autor como Abel Amutxategi y a su novela SU MUERTE, GRACIAS si vosotros también estáis cansados de libros que meten a Belén Esteban y al resto de su elenco de freaks para parecer (que no lograr) que lo que leemos es mínimamente gracioso.
No son pocas las ocasiones en que hemos visto como gente de dudoso criterio tiene los santos cojones de comparar cualquier muestra de fantasía humorística con Terry Pratchett, algunas de ellas causando auténtica vergüenza ajena, y en muchas de estas situaciones es debido a no saber diferenciar la parodia de la sátira. No obstante, el escritor de Bilbao puede presumir de conseguir que el lector tenga constantemente el nombre del creador de Mundodisco en la cabeza, y si, dada la naturaleza de la trama, el trabajo de Christopher Moore también estará presente en nuestra necesidad de comparativas.

SU MUERTE, GRACIAS es una novela de humor suave alternado con situaciones totalmente delirantes, pero que no busca la carcajada fácil y rápida recurriendo a metáforas absurdas o haciendo referencia a los mencionados chistes que nadie entenderá pasados los años, sino llevándonos a un terreno conocido, a situaciones vividas o rutinarias y llevarlas a extremos insanos. Así Abel nos traslada a un mundo y a una sociedad que no dista mucho de la nuestra con la salvedad de la aparente supresión del único resquicio de ética que no permite que en la vida real existan negocios que no solo se lucren con la muerte, sino que animan al cliente potencial al suicidio y le ofrece una lista ilimitada de medios para su fácil ejecución. Esto nos ofrece un elenco de personajes variopintos (aunque quizá algo superficiales y que podrían haber ofrecido una mayor profundidad en sus historias personales) incluyendo a la gran M, y nos presenta una nueva y peculiar visión de todo lo que desconocemos y nos preguntamos alguna vez a lo largo de nuestra existencia, ¿Hay vida después de la muerte?, ¿Qué pasa si no entramos en el famoso túnel de luz brillante?, ¿Las normas del Twister serán las mismas en el más allá?.

Amena, llena de momentos que rozan lo absurdo pero también dotada de una inteligencia que se refleja no solo no recurriendo a chistes tan desgastados que han perdido toda gracia o a copiar/mencionar/plagiar/homenajear al circo mediático y repulsivo que es la televisión y prensa nacional, sino que encontramos un gran potencial en el desarrollo de la historia, en unos diálogos que a veces llaman a la ternura pero sin faltar a esos momentos en que las frases son arrojadas como afiladas cuchillas, conversaciones que son el reflejo de un entorno que no resulta desconocido para el lector, pero desvirtuado, de modo que la crítica social (también presente) queda enmascarada por una sonrisa, algo que siempre es más agradable.


Insisto en que tal vez podría haberse ahondado más en muchos de sus personajes, sobre todo en aquellos que llevan la voz cantante y haber disfrutado de un papel más intrusivo en su intimidad, una puerta que sí queda abierta en la trama de SU MUERTE, GRACIAS, y se convierte en la principal razón para ganarse el ser uno de los más importantes referentes de la comedia fantástica del 2016 y que sitúa a Abel Amutxategi en el punto de mira destinado a autores muy a tener en cuenta en el futuro.

Reseñas Breves #3. MITOS NÓRDICOS de Neil Gaiman.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

MITOS NÓRDICOS de Neil Gaiman.

Los grandes mitos nórdicos forman parte del tejido de nuestras narraciones: desde Tolkien, Alan Garner y Rosemary Sutcliff hasta Juego de tronos y Marvel Comics. También sirven de inspiración para la premiada obra del best-seller Neil Gaiman. Ahora el autor se remonta a través del tiempo a las fuentes originales de las historias en una emocionante y vívida interpretación de los grandes relatos nórdicas. Los dioses de Gaiman se muestra completamente vivos en sus página (irascibles, viscerales, juguetones, apasionados) y los cuentos nos llevan desde el principio de todo hasta el Ragnarök y el crepúsculo de los dioses. Galvanizados por la prosa de Gaiman, Thor, Loki, Odin y Freya son fuerzas irresistibles para los lectores modernos, y su crepitante y brillante escritura exige ser leída en voz alta en torno a un fuego abierto en una noche helada y estrellada.

Puedo entender que exista gente que sienta tal admiración hacia un escritor u otro que cada nueva obra suya sea tan esperada como admirada, y que en su contenido difícilmente sean encontradas faltas o defectos. Por suerte o por desgracia yo no soy de esos, y Neil Gaiman es un claro ejemplo de ello.

Y eso que a mi me encanta el escritor inglés. He disfrutado mucho con títulos como AMERICAN GODS o STARDUST, y en uno de los que considero de mis libros favoritos, BUENOS PRESAGIOS comparte autoría con otro maestro, Terry Pratchett...
... sin embargo, MITOS NÓRDICOS me ha supuesto una lectura que me da pie a, no ya desaconsejar el libro, sino a animaros a que tengáis en cuenta valorar otras obras que van a contaros lo mismo pero de manera que suscite más interés e incluso entusiasmo.

Y ya no hablo de esa faja que envuelve el tomo y que reza "sabiamente" que esto es como leer La Biblia escrita por Marvel (con dos cojones como dos pianos), ni por una portada tan estereotipada que incuso unas letras blancas sobre un simple fondo negro lo hubieran mejorado.

Como su título indica, el libro recopilar las más conocidas historias protagonizadas por Odín, Thor, Loki y demás tropa, una selección, insisto, no muy rebuscada, centrándose en los relatos más conocidos y además contados de una manera tan básica que en ocasiones parece que la lectura está dirigida al público más joven (y me atrevería a mencionar incluso el infantil), y si bien esto puede facilitar las cosas a aquellos que se acerquen al libro buscando información y nada más, supone por otro lado una decepción para quien quiera encontrar a Neil Gaiman en sus páginas, cosa que yo sintiéndolo mucho no he conseguido. Los relatos están aquí plasmados sin ningún tipo de distinción o toque personal del autor y nos recuerda a cuando tomábamos apuntes o resumíamos en un cuadernos los temas que entrarían en el examen. En definitiva, que en esta ocasión estos MITOS NÓRDICOS pueden estar firmados por Neil Gaiman, pero si en lugar de su nombre apareciera el de tu vecino del tercero, ese que te mira siempre con cara de estar ocultando cosas chungas, creo que no notarias la diferencia.


Concluyendo, si queréis comprar este libro solo por el hecho de estar escrito por quien está escrito, pues bueno, pues muy bien, pero cuando tras la tercera lectura sigáis sintiendo que no encontráis a vuestro autor favorito en su sencilla prosa, a mi dejadme en paz. Ahora bien, si lo que buscáis es profundizar en la mitología nórdica, en los orígenes y hazañas de los dioses a los que los vikingos rendían culto y además hacerlo de manera amena y divertida y disfrutando de algunos de los episodios más simbólicos e influyentes de la fantasía, tenéis otras alternativas mucho más interesantes como EL EVANGELIO SEGÚN LOKI de Joanne M. Harris, obra mucho mejor novelizada, estructurada y mucho más completa y sentida que esto.

Reseñas breves #1. LAS TRES MUERTES DE FERMÍN SALVOCHEA de Jesús Cañadas.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

LAS TRES MUERTES DE FERMÍN SALVOCHEA de Jesús Cañadas.

En marzo de 1873, recién instaurada la Primera República, Fermín Salvochea tomó posesión del cargo de alcalde de Cádiz. Siguiendo su espíritu anarquista, adoptó una serie de medidas polémicas que le granjearon la simpatía de los pobres al mismo tiempo que la animadversión de las clases pudientes y del clero. Una de esas medidas fue el desahucio del Convento de la Candelaria.

Esto es Historia. El resto de lo que contienen estas páginas podría no serlo.

1907. Fermín Salvochea, legendario alcalde de la ciudad de Cádiz, fallece en extrañas circunstancias. Ese mismo día, Juaíco, un barbero viejo y borracho, decide contarle la historia de Salvochea a su hijo Sebastián.
1873. El joven Juaíco empieza a trabajar para Fermín Salvochea durante su primera semana como alcalde. Una muerte en un burdel los embarcará en una aventura llena de misterios, magia negra y venganza más allá de la tumba.
1907. Un enigmático teatro de los horrores ha llegado a Cádiz. Brutales asesinatos se suceden en los callejones de la ciudad. Sólo Sebastián y sus amigos podrán encontrar la verdad tras la historia de Juaíco y proteger Cádiz del mal antiguo que anida en sus entrañas.

Con LAS TRES MUERTES DE FERMÍN SALVOCHEA, Jesús Cañadas firma no solo su mejor obra, sino una de las mejores lecturas del año que podéis encontrar.

Son muchas las referencias nombradas como reclamo a este título, y eso que ya el mismo nombre del autor es señal de que difícilmente la lectura pueda defraudar. Que si los Goonies, Una Pandilla Alucinante, Penny Dreadful e incluso la obra literaria de Seth Grahame-Smith. Y si, no faltan razones para que estas obras le vengan a uno a la cabeza mientras lee la novela, pero me extraña no haber encontrado comparaciones con el clásico de Burton, Big Fish. Esta es una historia que cabalga entre más de dos mundos, donde la fantasía más mágica y tenebrosa se mezcla con un retrato de la época igual de mágico, igual de terrorífico.

A través de leyendas, mitos, y una imaginación desbordante, Cañadas nos regala un retrato de su Cádiz natal como nunca la habíamos visto. Una ciudad embrujada, que se alimenta del encanto de sus gentes, de las sombras de sus calles y del regusto de su historia.


Podría llenar la entrada de tópicos como que es una de esas obras que deseas que no se acabe nunca, que sus personajes son tan reales como permita la imaginación, que descubre huecos en nuestra mente donde albergamos ternura y crueldad a buen recaudo y que su autor nos arranca, dejando los nervios al aire, sintiendo cada emoción, cada instante de una manera que sabemos que no es pasajera, que ya forma parte del recuerdo... pero me es más fácil y directo preguntaros qué cojones hacéis leyendo esto y no LAS TRES MUERTES DE FERMÍN SALVOCHEA ahora mismo.

lunes, 9 de octubre de 2017

Reseña: EL MAR DE HIERRO de China Miéville.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

EL MAR DE HIERRO de China Miéville.

Sham viaja en el Medos, un tren que recorre los infinitos raíles que conforman el Mar de Hierro, en el que habitan numerosas criaturas monstruosas y se esconden terribles peligros. 

En los escombros de un tren descarrilado, Sham encuentra unas fotos que lo pondrán sobre la pista de algo que, hasta entonces, creía imposible.

Pronto piratas, tripulaciones de trenes, monstruos y cazatesoros irán tras él y sus amigos, y la vida en el Mar de Hierro cambiará para siempre.

Hoy en "Términos literarios que han existido toda la vida pero que de repente uso siempre que se me presenta la oportunidad para dármelas de entendido pese a que no tengo ni puta idea de lo que hablo": El worldbuilding.
Vaya por delante que me importa tres pares de narices las múltiples discusiones y polémicas en las que el termino suele ser usado para criticar las obras de un autor u otro. Hablamos de géneros como ciencia ficción o fantasía, y quien busca incongruencias por minúsculas que sean en el trabajo de la creación de mundos por encima de la búsqueda de lo que debería ser lo realmente importante, es decir, una buena historia FICTICIA... pues no se, igual el problema no lo tiene el escritor, sino el que no sabe leer historias sin convertirlas de paso en manuales de ciencias.

Crear mundos ya no es solo cosa de dioses. Cualquier escritor puede convertir palabras en arcilla y convertirlas en prácticamente cualquier cosa y crear universos de la nada, con su planetas, habitantes, fauna y flora, culturas, deidades y por supuesto, pasado. Mundos que a fin y al cabo son creados para albergar historias en ellos, e incluso no es tampoco raro encontrar historias que van construyendo su mundo propio a medida que ésta avanza.
Pero no olvidemos a otro tipo de arquitectos, aquellos que primero destruyen el mundo que conocen o conocerán y que sobre sus ruinas construyen sus ideas, creando paisajes o sociedades distópicas o postapocalípticas. Hemos contemplado a nuestro planeta sumergido en un mar infinito, vigilado por despiadadas ciudades a bordo de petrolíferos y acorazados. Lo hemos visto convertido en un yermo desértico donde la moneda más valorada es el agua y la gasolina y el campo de batalla, la carretera. A veces lo que ha quedado de nuestro hogar es tan letal que nos hemos tenido que proteger en los túneles subterráneos del metro, a salvo de una atmósfera venenosa y el fruto de una evolución asistida. Y así los ejemplos en los que las fuerzas de la naturaleza, del hombre o de seres de otros tiempos, mundos o dimensiones han remodelado el universo conocido se suman y se presentan en todo su esplendor en cine, videojuegos y novelas. ¿Sería descabellado entonces pensar en una tierra donde la vida, las creencias, cada mínimo detalle que se viera o sintiera tuviera que ver con el mundo ferroviario y los trenes? Parece que para China Miéville no, para suerte nuestra.



Miéville es uno de esos autores que, o descubres de casualidad y te lanzas al abismo que te propone sin dudar, o ya sea por temor o por diversidad de opiniones que se encuentran, por lo apabullante de lo que uno se descubre cuando indaga en la obra del escritor, se termina convirtiendo en un reto que se va dejando por tiempo indefinido. Que su imaginación es capaz de desbordar cualquier expectativa, que si su obra es demasiado densa, liosa o abstracta... Algo parecido a lo que me ocurrió hace poco con Joe Abercrombie, un asunto pendiente que se fue demorando hasta que la publicación de la saga El Mar Quebrado, de corte más juvenil según las críticas, me brindaron la posibilidad de descubrir a este escritor inglés con paso seguro y sin arriesgar demasiado pellejo, para terminar encontrando lo que sería uno de mis mayores referentes y favoritos dentro de la fantasía oscura.
Digo que recuerdo el asunto de Abercrombie porque lo que me ha ocurrido con China Miéville es exactamente lo mismo, y pese a disponer de obras suyas tan aclamadas como LA ESTACIÓN DE LA CALLE PERDIDO, LA CICATRIZ, LOS ÚLTIMOS DÍAS DE NUEVA PARÍS o KRAKEN no ha sido hasta su acercamiento a la literatura juvenil o young adult con EL MAR DE HIERRO que no he sentido ese impulso al que no se puede evitar hacer caso para leerlo. ¿Cómo ha sido entonces la experiencia para un descubridor? Pues podría decirse que es de esas obras que se acaban con un jadeo, pero no de agotamiento, sino ese resoplido que dejamos escapar cuando acabamos un viaje en montaña rusa y nos falta tiempo para volver a la cola y repetir lo antes posible.

A medio camino entre la fantasía distópica, la ciencia ficción postapocalíptica y un retrofuturismo heredero del steampunk, nos encontramos con una novela de aventuras en la que, a través de los ojos de su protagonista Sham, contemplamos un mundo con una gran riqueza visual y significativa, un océano de raíles que se entrecruzan y viajan perpendicular y paralelamente entre ellos, cientos de vías que llegan hasta donde se pierde la vista, y donde habitan como no podía ser de otra forma trenes, locomotoras y una gran diversidad de métodos de locomoción y donde los habitantes del Mar de Hierro ejercen sus labores, ya sea cazar, comerciar, construir..., en definitiva, sobrevivir en un mundo hostil pero en su justa medida, una vida que no es difícil sino exigente. Una tierra que quiere ser heredada por los fuertes y los justos (aunque no siempre ser justo implica ser benévolo).

Pero no son solo los ojos de Sham lo que nos interesa, ni lo que ve, sino la actitud ante unos descubrimientos que también son nuestros. El protagonista es un joven aprendiz de médico a bordo del cazatopos Medos (Si, habéis leído bien: topos. Aunque es importante resaltar que mucha de la fauna animal que encontraremos en los escenarios en los que transcurre la obra ha ¿evolucionado? hasta alcanzar tamaños colosales), un chico que enseguida demuestra que no comprende mucho de todo lo que ocurre a su alrededor, lo cual me parece un gran acierto, porque nosotros tampoco, por lo que crea esa conexión necesaria tanto con el personaje como con el entorno, compartiendo cada sorpresa nueva como cada revelación, convirtiendo cualquier detalle que para otros miembros del reparto carecería de importancia en un gran descubrimiento.

Sin duda, una de las cosas que más puede llamar la atención al lector que acerca a este título son, indudablemente las referencias a otras obras. Por suerte estamos ante un caso en que realmente un escritor pretende (o al menos eso aparenta) y consigue rendir homenaje a las novelas que se mencionan para compararla, en lugar de ser un simple reclamo publicitario.
EL MAR DE HIERRO tiene ese espíritu aventurero de LA ISLA DEL TESORO de R. L. Stevenson, un acercamiento a las ideas y filosofías de MOBY DICK de Hernan Melville y un ligero guiño estético al Snowpiercer de Bong Joo-ho, no quedándose atascado en las evidentes comparaciones argumentales de las citadas obras. Pero no se queda ahí, la novela se alimenta constantemente de las ideas con las que el lector juega mientras lee, siendo capaz de convertir en predecibles muchas situaciones, no porque Miéville lo sea también, sino porque quiere que nos movamos por terrenos conocidos en un constante "esto me suena" pero sin llegar al temido "esto ya lo he visto".
¿Recordáis El Planeta del Tesoro, la película de animación producida por Disney y dirigida por Clements y Musker? Pues algo parecido ocurre con EL MAR DE HIERRO, la sensación de estar ante una reinvención de una historia (en este caso debemos pluralizar) clásica adaptada a un mundo nuevo construido a partir de piezas imaginativas importadas de una mente que rebosa de ellas.



Imaginación. Ese es el principal alimento del que se nutre esta novela y con el que su trasfondo crece y crece. Hablamos de una inventiva que evita fundirse con la lógica y lo posible y, como novela de aventuras donde predomina más la fantasía que la ciencia ficción y ambientada en un mundo de una caótica belleza, muchas escenas anteponen la acción a la explicación, y si para componer una escena épica el escritor necesita que el raciocinio mire para oro lado, ni lo duda. Todo esto dota al relato de cierto cariz de fábula, de cuento infantil, de historia de piratas con seres mitológicos, fantasmas y maldiciones impregnadas en tesoros escondidos, y como tales Miéville narra la historia haciendo participe al lector, dirigiéndose en ocasiones a él mismo, invitándole a reflexionar, a volver atrás, a anudar lazos, a ser parte de la tripulación del Medos. En definitiva, la imaginación de Miéville no busca ese nexo entre lo extraño y lo creíble. no quiere mostrar algo que pudiera pasar por verídico o fácilmente asumible. Su único objetivo, el que cumple con creces, es impactar con sus imágenes y su desarrollo. indiferentemente de lo extravagante que resulten los métodos (Seamos sinceros, si tuviéramos que regirnos por las leyes de la física y la aerodinámica, el Medos habría descarrilado en el primer capítulo y ahí hubiera acabado su historia).

No obstante, parece ser que para lograr ese impacto, ese ritmo ágil que no decae en ningún momento, el escritor ha visto necesario hacer sacrificios que posiblemente habrían resultado innecesarios.
Uno de ellos y posiblemente el más evidente de todos es el trato de sus personajes, tanto principales como secundarios. No quiero decir que éstos sean planos o huecos, en absoluto... pero sí pueden resultar demasiado estereotipados y su patrón básico es mantenido a lo largo de toda la historia narrada aquí. Sham ap Soorap manteniendo su papel de aprendiz, torpe e ignorante pero con momentos de lucidez que frecuentemente salvan la situación. La capitana del Medos, Naphi, representación de la idea de una obsesión rayana en la locura y que, cual capitán Ahab es capaz de sacrificar al mundo entero y prenderle fuego al universo si con ello consigue su ansiado trofeo. No nos olvidamos del tradicional papel cómico, de personajes que se dejan llevar por el instinto, pero un instinto que a veces puede confundirse con la demencia de un genio, y esta vez esta representado por los hermanos Shroake. Hasta el pequeño Murdiu es un elemento reconocible del género, heredero de la necesidad de la que muchas historias han dependido anteriormente.

Pero no es lo único que llama la atención de forma no precisamente positiva. EL MAR DE HIERRO es el acercamiento de China Miéville a la literatura juvenil, y si, se nota que la novela está dirigida a un público ávido de descubrir nuevos matices y facetas de la fantasía, incluso yo admito que es una de las mejores lecturas que mezclan el género con tintes steampunk que he leído (para curiosos, mis favoritas son las firmadas por Cherie Priest), sin embargo este paso de la narrativa adulta y a la vez la común en el autor a esta aproximación al lector joven es, en ocasiones forzada hasta el punto de lo artificial. Hay un contraste evidente, como si Miéville se interrumpiera a sí mismo mientras escribe con un"¡Mierda!, que esto es para los jóvenes, voy a meter un caspitas, un recórcholis y una exclamación exagerada para aparentar". Y sin embargo no duda en jugar con ideas interesantísimas que podrían expandirse con relatos más complejos... pero al mismo tiempo vuelve a cometer el error de resolver las situaciones en una consecución constante de Deus ex Machina, hasta resolverse en un desenlace que se encuentra entre la genialidad y lo absurdo.

Así pues, EL MAR DE HIERRO es, en la suma de sus componentes y resumido en la mínima expresión, la historia de aventuras de siempre, con sus persecuciones, tiroteos, buenos muy buenos, malos muy malos, malos que son buenos y viceversa y momentos para reflexionar sobre valores como la amistad, el deber y el paso a la madurez. Es la historia de siempre, construida con retales de los mejores momentos que hemos disfrutado en ellas si, pero con unos efectos especiales impresionantes. Esta novela sería el resultado que hubiera ofrecido Gore Verbinski si le hubieran dicho que Jack Sparrow en lugar de pirata, fuera maquinista de tren. Con Kraken incluido.

Con todo, con sus virtudes y sus carencias, EL MAR DE HIERRO es una novela recomendadísima, no solo para descubrir a un autor tan prolífico y "complicado" como es China Miéville, sino porque es un baúl a rebosar de ideas maravillosas, de imaginación y de momentos y situaciones que nos recuerdan por qué muchos empezamos en este mundo, saltando de libro en libro, por vivir aventuras, visitar tierras inexploradas formando parte de una tripulación que no diferencia el valor de la locura.

Porque el MAR DE HIERRO es un sobresaliente en entretenimiento. Y todo lo demás da igual.


sábado, 26 de agosto de 2017

Reseña: JAPÓN ESPECULATIVO de VV.AA.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

JAPÓN ESPECULATIVO. RELATOS ASOMBROSOS DE FANTASÍA Y CIENCIA FICCIÓN

El género de la ciencia ficción en Japón eclosionó en la década de los años 50 y 60 de la mano de escritores visionarios que combinaban la milenaria tradición literaria nipona con las nuevas tendencias de la ciencia ficción occidental. El fruto de esta mezcla de exotismo y vanguardia, sumado al nada envidiable mérito de haber sufrido la guerra atómica, dieron como resultado relatos innovadores y efervescentes, donde mitología y tecnología juegan un papel importante, en un intento por redefinir la identidad japonesa tras la Segunda Guerra Mundial reflejando su pasado en el espejo de futuros alternativos, mundos imaginados o visiones simbólicas de la realidad. 


¿Te atreves a mirar en el espejo?

Hubo un tiempo en que mencionar a un chaval que había crecido en la década de los ochenta el nombre de Japón era como animarle a evocar imágenes pertenecientes a lo que su imaginación más desatada relacionaba con su propia idea del paraíso, la tierra prometida o el Valhalla de los que sobrevivieron a las mañanas con Leticia Sabater.
Aparte de demostrar que los nipones solo saben jugar bien al fútbol en sus fantasías y que no hay que temer a la muerte porque en algún lugar alguien montado en una nube amarilla ya se ha preocupado de buscar las bolas de dragón por si acaso el mundo acaba hecho pedazos (otra vez), para muchos Japón fue la primera potencia del entretenimiento que nos cogió de la mano para atravesar la primera y aparentemente sencilla frontera de la ciencia ficción. El manga, el anime o los videojuegos enriquecieron en muchos aspectos la idea que teníamos preconcebida del futuro, los viajes espaciales o las herramientas bélicas. Series como Mazinger Z, Robotech, Space Battleship Yamato, Gundam, Captain Harlock o Galaxy Express 999 expandieron el significado de un concepto que por aquel entonces desconocíamos, eso que más tarde descubriríamos que atiende al nombre de Space Opera y que cuya idea que teníamos por aquel entonces no iba más allá de lo que habíamos visto en Star Wars o Star Trek.
Pasó un tiempo hasta que empezamos a descubrir propuestas más complejas y más cercanas a la ciencia que a la ficción. Akira, Ghost in the Shell, Venus Wars o Roujin Z, nos sumergen en temas muy específicos como la inteligencia artificial, la búsqueda de uno mismo, de sus objetivos, la religión o la filosofía, preparándonos a algunos sin que nos diéramos cuenta para un modelo de género que trataríamos de distinta manera, quizá más reflexiva, en los libros. Ojo, muchos largometrajes o series de animación japonesa exhiben una gran carga argumental que invita al pensamiento y meditación.

Pero no todo lo conocido por ciencia ficción en Japón ha sido siempre robots, monstruos, magia y excusas para mostrar desnudos de forma gratuita. La literatura fantástica y especulativa ha ofrecido desde la posguerra una amplia oferta tanto en estética, temática o significado, y para acercarnos a nuestro país, donde la literatura proveniente de oriente está últimamente golpeando tan fuerte en estos géneros, la editorial Satori nos ofrece JAPÓN ESPECULATIVO, una antología de relatos y algo más que no solo ofrece ejemplos de las múltiples facetas que este tipo de lectura puede ofrecer, sino que otorga nuevos significados, puntos de vista, maneras de contemplar algo que creemos que ya conocemos y de lo que pensamos que ya nadie puede darnos lecciones. En ocasiones cristalino y otras completamente inclasificable o puramente emocional. Vale, voy a expresarlo de una manera que pueda entenderme incluso yo mismo...
JAPÓN ESPECULATIVO es una colección de relatos terriblemente atípico y absolutamente inesperado si uno llega al libro esperando encontrar alguna semejanza entre la magnífica obra de Katoh Naoyuki que ilustra la portada del mismo y las historias que aguardan en el interior. Y me atrevería a predecir que más de uno va a definir esta falta de nexo como una tomadura de pelo. Pero no lo veáis de esa manera. Pensad que este título nos ofrece, no 15 maneras de exponer el significado de la ciencia ficción de 15 personas, sino de 16, porque la ilustración no deja de ser un medio de comunicación, y una manera de contar una historia.
Más o menos esta idea es la que predomina a lo largo de todo el viaje que Gene Van Troyer y Grania Davis crearon para nosotros en el 2007, una idea que resalta la importancia de la idea no mostrada, sino insinuada, bocetada incluso. Por supuesto que muchos elementos de la ciencia ficción y la fantasía están presentes, criaturas increíbles, androides, viajes a través de planos espacio-temporales,... sin embargo la literatura japonesa no busca en sus relatos un predominio del apartado visual (salvo casos explícitos que veremos en autores como Komatsu Sakyo u Ohara Mariko) sino que se esfuerza en dotar a las historias de un fuerte valor sentimental y emotivo, dando especial importancia al individuo y a sus emociones basándose en la interacción con el medio, ya sea desconocido o no. Es por eso que algunas de estas historias no enfocan claramente su comienzo, su nudo y su desenlace, sino que se limita a la sencilla puesta en escena que no busca un objetivo final, sino conectar con lo que se nos describe, valorar lo que se nos propone y, en definitiva, especular.

Además si algo hay que reconocerle a la colección de relatos que se nos presentan en JAPÓN ESPECULATIVO, es sin duda su amplia variedad temática y genérica. Hay romance, drama, comedia, un montón de crítica social y educativa y un ligero toqueteo con el surrealismo, aunque aviso a los amantes de las emociones fuertes y las subidas de adrenalina que la acción está aquí representada en su mínima expresión. Seamos francos, salvo pocas excepciones, esto es un paseo por un jardín zen, ¿bello? si, ¿reflexivo? Por supuesto, ¿impactante? Eeeehmmm... no, no en el sentido del que genera tensión o sensación de peligro.

Como curiosidad antes de echar un breve vistazo por encima a los relatos que componen esta antología, mencionar que estos no empiezan propiamente hasta la página 59. La colección la anteceden tres introducciones a cargo de los editores y un tal David Brin (que no tengo muy claro cuál es su cometido) donde entre otras cosas, además de mostrarnos en un vistazo fugaz lo que vamos a encontrar aquí, nos hablan del nacimiento de la propuesta, de cómo se planto la semilla y de los antecedentes de sus creadores. Pero ahí no acaba todo. RAZÓN COLECTIVA: UNA PROPUESTA de Shibano Takumi (si, con su propia introducción a cargo de Tatsumi Takayuki) es una respuesta convertida en ensayo de casi 30 páginas a la pregunta de cuál es la dirección de la ciencia ficción en Japón, y sobre todo ¿Qué es la ciencia ficción para Japón?. No, no es un texto fácil y mucho menos ameno, pero ayuda a entender lo que yo en vano intentaba explicar acerca del valor sentimental e imaginativo de la obra del género.

No es fácil estar preparado para un relato como FAUCES SALVAJES de Komatsu Sakyo, sobre todo perteneciendo a una antología especializada en ciencia ficción y fantasía (insisto, iremos comprobando que los tópicos y recursos clásicos de dichos géneros apenas tienen cabida aquí), aunque no falta de lo primero y sin duda explora el lado más oscuro de lo segundo a nivel personal del individuo, creando en este breve texto una experiencia tan autodestructiva como reveladora.
Nos encontramos ante un relato que fuerza al máximo los límites visuales como en la exploración de un propósito, una predestinación final de la naturaleza humana que no se aleja demasiado de un retorcido instinto primario. Resumido así puede resultar complejo e intimidatorio, pero os aseguro que la única dificultad que encontraréis en el texto es la de mantener el contenido de vuestro estómago en el mismo mientras disfrutáis de este momento tan intenso como meditado. ¿Algo extremo? tal vez, más no descabellado.

LA HORA DE LA REVOLUCIÓN es un grito de guerra emitido por Hirai Kazumasa. Un canto al futuro que nos recuerda que los sentimientos humanos que toman forma en poemas canciones o pinturas no solo pueden sobrevivir a un porvenir oscuro, sino hacer que nos veamos en un espejo del mañana y contemplarnos como lo único que somos: los causantes de nuestro propio fin.
Esta es una historia donde lo que predomina es la fantasía y no el raciocinio, y es que muchas veces la especulación se apoya en las consecuencias sin importar en las razones o su veracidad.
Para que me entendáis, Kazusama nos trae un relato que nos recuerda en varios aspectos el concepto principal de las historias que nos prometen visualizar fugazmente nuestro destino y nos hace preguntarnos, ¿Existe algún modo de cambiar nuestro destino?

Kono Tensei fuerza la comprensión y el entendimiento del lector con HIKARI, un relato de fácil lectura pero cuya ausencia de antecedentes o explicaciones que aclaren los hechos relatados lo vuelven confuso.
Esta historia mezcla ingredientes característicos de los relatos de ciencia ficción más tradicionales sobre invasiones, elementos sobrenaturales y misterios con un fuerte sentido existencial y el nexo que vincula al ser humano con la sociedad que ha construido en torno a sí mismo. Así, con un desarrollo que no para de alimentar nuestra confusión (y la necesidad de una razón, un origen o un objetivo) llegamos al final del viaje de modo relativamente satisfactorio pero inconcluso.

ME DESHARÉ DE TU PESAR de Mayumura Taku fue mucho más allá de lo que aparentaba ser a simple vista. No deja de ser una historia de ficción llena de sueños y fantasía en torno a un objeto cotidiano, pero muy distinto a las lamparas de las que brotan genios con turbantes o manos de mono disecadas que conceden deseos tramposos, aunque sus principios pueden sernos familiares.
Taku firma un texto muy breve, muy sencillo y ágil, casi se diría que simple en una primera impresión, pero es al finalizarlo y al comprenderlo cuando uno de da cuenta de que está ante algo que va más allá de la propia idea del regalo que ese objeto mágico ofrece a su portador. Una delicia.

Tres, tan solo tres páginas le hacen falta a Ishikawa Takashi para destrozar el corazón del lector con EL SENDERO HACIA EL MAR. Tan emotivo como desgarrador, este pequeño cuento contado como tal no puede evitar pecar de ser algo tramposo, jugando con la percepción y la capacidad de predicción (la que cree tener) de quien la lee, que quizá pueda aventurarse a adivinar a dónde van a ir a parar todas las pistas, pero que realmente no está preparado ni quiere hacerlo para su desenlace.
Si, miramos todos al futuro, pero cuando todos estemos en él, ¿Qué ocurrirá cuando miremos al pasado, añorándolo?

Era inevitable encontrarme con un relato que se desvincula totalmente de mis expectativas e ideas presupuestas, y ¿ADÓNDE VUELAN AHORA LOS PÁJAROS? de Yamano Koichi no solo hace eso, sino que ya sea por su extensión o su manera de intercalar capítulos y sucesos y obligan al lector a que sea él el que ate cabos, la experiencia termina por ser agotadora.
La idea no carece de atractivo, y en su argumento es capaz de mezclar el siempre interesante recurso de los multiversos con nada menos que la ornitología , y lo hace no careciendo de sentido e incluso otorgando a la historia de cierta "interactividad" haciéndonos participes de la trama. Sin embargo uno se pasa demasiado tiempo ignorando a dónde quiere llevarnos exactamente el autor para que, cuando por fin empieza a vislumbrarse su objetivo, este se muestra algo anticuado o inverosímil. Puede ser por sus idas y vendas, por su manera de retrasar las respuestas o por lo difícil que es empatizar con las emociones de su protagonistas, la cuestión es que este historia es como subir una cuesta pronunciada para ir a un sitio que, pues oye, no es para tanto.

Mucho antes de EL FUGITIVO de Stephen King o de LOS JUEGOS DEL HAMBRE de Suzanne Collins ya se especulaba con la muerte y la violencia como algo parecido a un reality show. OTRO PRINCIPE DE WALES de Toyota Aritsune lleva la naturaleza bélica del ser humano a un nivel que resulta casi paródico y ridículo.
Es llevar el arte de la guerra al mundo del espectáculo observado y relatado bajo el punto de vista de quienes deben saber dónde está el límite de la obsesión humana por el enfrentamiento, llegando y sobrepasando la línea que lo sátiro se convierte en preocupante veracidad.

LA VIDA DE LAS FLORES ES CORTA es un relato tan emotivo como triste con el que Fukushima Masami nos advierte de las consecuencias que los avances tecnológicos y el progreso informático y vital en definitiva, puede provocar en la vida de las personas, en concreto con su sociabilidad. Ya en el año 1967, cuando se firmó este cuento, Masami pudo acercarse a las ventajas peligros de una dependencia profesional y nos anima, incluso nos suplica que levantemos la mirada,que el mundo donde vivimos puede no ofrecernos las emociones que encontramos en medios artificiales e interactivos pero, a fin y al cabo, es donde vamos a estar siempre, así que más nos vale apreciarlo y aprovecharlo.

Como completo ignorante de la cultura japonesa y entre otras cosas, de su manera de interpretar emociones a través de la literatura, leer un relato como CHICA de Ohara Mariko me provoca una extraña confusión. No se si estoy ante una historia que profundiza en el significado de las emociones, del atractivo intelectual por encima del físico y las primeras impresiones, una metáfora sobre el camino que todos terminamos recorriendo en busca de la verdadera felicidad o la satisfacción personal, la imagen de nosotros mismos que vemos reflejada a través de los sentimientos de otras personas... o simplemente estoy ante una comedia absurda sin pizca de gracia...
.. pero hay manos con dedos hechos de manojos de pollas, así que a mí me va bien, gracias por preguntar.

Con Tsutsui Yasutaka volvemos al tono más melancólico de la visión de un mañana ¿mejor?. MUJER DE PIE es un relato triste, ya no por la trama en la que nos sumerge donde las mayores injusticias suelen venir selladas por aquellos que dictan las normas, sino porque la realidad de su concepto, la idea que moldea y juega por muy fantástica e inverosímil que resulte pasa por el aro de nuestra mente con toda facilidad, la idea de un mundo donde la libertad es un mito y el castigo por el libre pensamiento no hace sino acrecentar la ternura del momento que aquí se nos expone y maravillarnos por, simplemente creérnoslo.

Pero para inverosímil, el culmen de la imaginación, de la inspiración surgida de la nada, de la manera que Hanmura Ryo plasma en pape una ocurrencia  que casi todos se nos ha pasado alguna vez por la cabeza.
Esta vez se titula LA CAJA DE CARTÓN, pero su fantástico resultado final podría haber funcionado perfectamente como historia y experiencia si se hubiera titulado El Sándwich de Queso o La Esponja de Baño. Su tono sencillo, casi abrazando el cuento infantil ayuda también a que de la nada, de lo inanimado, rutinario y prescindible crezcan una ternura y un humor y por supuesto un gusto por la literatura exquisito.

Llegamos con LA LEYENDA DE LA NAVE ESPACIAL DE PAPEL al relato más largo, pudiendo pasar por una novela corta. Y cuando digo que es el más largo no es solo por su extensión, sino porque en este caso su longitud juega en su contra.
Yano Tetsu construye aquí un cuento para adultos en el que se fusionan lo moderno con lo tradicional, pensamientos que alcanzan la creencia de vida fuera de nuestro planeta chocan con creencias ancestrales y supersticiones. Futuro y pasado se entremezclan para elaborar uno de esos cuadros que uno debe admirar largo y tendido para descubrir su belleza, por muy incómoda que sea lo que la imagen que quiere trasmitir.
Pese a la evidente crueldad que muestra la historia, causada por la incredulidad y la ignorancia y el malestar emocional que este provoca, la historia por mucho que lo intenta no consigue arrancar en ningún momento, prefiriendo que nos paremos a contemplar su prosa, sus bellos pasajes, atrapándonos con sus modos, y no con sus formas y evolución.

La frase "El poder del sol en la palma de la mano" cobra un nuevo sentido en LA CAJA UNIVERSO DE REIKO. Kaijo Shinji explora en su relato un abanico de posibilidades que parte del momento en que pone en poder de alguien cualquiera, que no ha destacado nunca en prácticamente ningún aspecto, algo que podría hacer que nuestra visión de todo lo que nos rodea cambiara para siempre.
Sin embargo el conjunto de los acontecimientos narrados convierten al texto en una tragicomedia donde dos mundos totalmente opuestos chocan hasta el inminente desastre, jugando mientras tanto con la percepción del lector, que tiene la posibilidad de abrir la ventana al conocimiento que Shinji le proporciona, pero se sorprende interesándose más por los aspectos más triviales, los que afectan a los sentimientos de los implicados.

MOGERA WOGURA de Kawakami Hiromi mantiene ese estilo del que a estas alturas ya nos habremos acostumbrado te tanto recuerda a las narraciones infantiles, pese a que su contenido no es en absoluto para niños.
Hiromi se acerca con su historia de hombres y bestias a la nueva ola del bizarro, situándonos en escenarios cotidianos pero ante hechos incomprensibles, ilógicos pero que permitimos que sigan ahí. No solo eso, los disfrutamos hasta el punto de verlos necesarios para entender lo que se nos quiere contar. Y no solo disfruta confundiéndonos con sus conceptos principales, sino también con los sentimientos que trasmite, pues esta fábula parece hablar de cómo la humanidad se autodestruye a si misma usando para ello lo que creemos que podría salvarnos, y la única posibilidad de salvarnos es aquello de lo que huimos.

Cierra este recorrido de relatos ADRENALINA, un poema escrito por Yoshimasu Gozo, y del que me cuesta mucho dar una opinión sincera. En apariencia parece que leemos una sucesión de frases y conceptos sin sentido, cuyo paso por la traducción al ingles no es que ayude precisamente a su comprensión, pero todo puede cambiar al llegar a la última línea del texto, que no solo nos da algo a lo que agarrarnos, sino que invita a volver atrás y releer todo el relato y que, sin dejar de ser complicado, sí que tenemos esta vez una conexión, un elemento con el cual relacionar cada frase, metáfora y kaiju.

JAPÓN ESPECULATIVO no se olvida de la complicada labor de los traductores, para los que dedica dos breves epílogos hablando del proceso del paso del texto vertical al horizontal, de la búsqueda de expresiones, de formas de saltar obstáculos que muchas veces se tornan tarea casi imposible. Recordemos que la edición que ha llegado a nuestro país ha sido traducida directamente del inglés, y es a muchos a los que debemos el titánico esfuerzo de facilitarnos el viaje hasta aquí.

Insisto, esta antología enfoca un punto de vista de la ciencia ficción y la fantasía muy atípico, lleno de significados que unas veces son fáciles de interceptar al vuelo y otras consigue que nos perdamos en su narrativa y el lado más sentimental y figurativo de las palabras, lo que la convierten en una experiencia irregular, satisfactoria pero celosa consigo misma, con las cartas boca abajo incluso cuando ha terminado la partida. Unos relatos que recuerdan que para leerlos no solo hace falta abrir los ojos... también la mente.

domingo, 13 de agosto de 2017

Reseña: Especial Editorial CERBERO.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

Especial Editorial CERBERO.

A menudo pasear por las redes sociales es como descubrir que no vives en el mismo mundo o multiverso que los demás. Crees que algunos acaban de retirar las manos de sus teclados y salen de su refugio, de su cueva a la que no llegan noticias del mundo real para darse de bruces con que todo lo que ellos creían era mentira. O quizá soy yo el que ha vivido hasta ahora en una burbuja de ignorancia, creyéndome el rey del mundo y de la verdad universal.

Resulta que aún existe gente plenamente convencida de que la literatura de género (refiriéndonos a la ciencia ficción, la fantasía e incluso el terror) ofrece a día de hoy una oferta minoritaria, muy limitada y, en conclusión, vive al borde de su extinción. Y ojo, que no lo dice gente aburrida que no sale de casa y su único modo de darle un poco de emoción a su existencia es inventarse conspiraciones y estadísticas de todo, sino gente que parece que se encontró un título de periodismo en la calle y lo aprovechan al máximo. Así que me reitero en mi opinión de que debo vivir en una realidad totalmente distinta a la del resto, porque cada mes, cada vez que se me ocurre comprobar las novedades y próximos lanzamientos que las incontables editoriales dedicadas a este tipo de literatura van a ofrecernos me siento como cuando era un niño pequeño delante del catalogo de juguetes que El Corte Ingles regalaba cada navidad, marcando con una equis las cosas que me gustan al compás de "lo quiero, lo quiero, lo quiero...".

Pero no, son cosas mías que a veces me queje de la saturación de títulos de una misma temática, son cosas mías que me esté planteando el comer piedras para poder seguir pagando mi dosis mensual de libros de género. Y son cosas mías que cada día veo emerger nuevas editoriales pequeñas que no paran de ofrecer nuevas oportunidades a autores nuevos y conocidos, modestas editoras pero llenas de grandes ideas, propuestas y sobre todo ganas de hacer las cosas bien.
En los últimos años hemos disfrutado de grandes títulos, muchos de ellos premiados por distintas asociaciones, que han llegado a nuestras manos gracias a estas editoriales. como Apache, Cazador de Ratas, Hermenaute, Orciny Press... todas ellas con algunas propuestas innovadoras, que han sabido acercarnos nuevas maneras de ver la literatura de siempre, o recuperando las antiguas formas y formatos, como por ejemplo la editorial Cerbero.

Esta joven propuesta editorial no solo apuesta por la ciencia ficción o el terror más tradicional, aunque siempre aportando nuevas ideas argumentales que vienen marcadas por la constante evolución de estas, sino que propone otorgar a una nueva juventud al bolsilibro, esas novelas "de a duro" que se vendían en kioscos. Pequeñas aventuras de viaje pero que no por su pequeño tamaño se veían obligadas a ofrecer igualmente pequeñas experiencias, sino que estas podrían ser de lo más satisfactorias e impactantes. Desde su nacimiento Cerbero ya nos ha aportado doce de estas historias, creadas por autores y autoras experimentados. Doce formas distintas de afrontar el reto de seguir creando nuevos viajes a distintos tiempos y lugares, metiéndonos en la piel de hombres, animales o maquinas. Doce ejemplos que pueden gustar mas o menos pero que son una prueba de que la literatura fantástica no esta, como algunos pretenden hacernos creer, estancada o agonizante, sino que escritores y lectores creen, algunos más que nunca, en esas ventanas que sirven para mirar a otros mundos, a otras realidades a las que huir.

Y como aquí somos muy chulos y nos gustan los retos no nos hemos limitado a dar nuestra opinión de uno o dos de sus títulos, sino que nos hemos leído los doce bolsilibros publicados por Cerbero y los hemos recopilado en esta colección de breves opiniones. como si un menú de platos de comida rápida pero no por ello carente de talento se tratara


ÚLTIMA NOCHE EN EL PÁRAMO de So Blonde.

Cuando Monica Estanco, ayudante del sheriff de Cerrojazo (Texas), se despertó aquella mañana, no imaginaba lo mucho que podrían complicarse las Fiestas de la Cosecha de ese año. Rednecks votantes de Trump, pornostars en plena gira, televisión por cable, un matadero abandonado y algo que resurge desde las entrañas de la siempre entretenida tierra de Texas.
So Blonde vuelve a calzarse las espuelas para adentrarnos esta vez en el páramo de Cerrojazo.

So Blonde es una de esas autoras que sin quererlo se vuelve para algunos casi omnipresente, un asunto personal pendiente, un "al final me va a tocar leer algo suyo". Ha sido cosa del destino que entre tanto currículo literario, artículos de prensa y tiras cómicas en El Jueves, ÚLTIMA NOCHE  EN EL PÁRAMO ha sido la primera toma de contacto con ella, y de la curiosidad por cómo será su obra ha pasado a la necesidad de leer cuanto más de ella, mejor.
Estamos ante una burda gamberrada que es incapaz de tomarse en serio a sí misma, que abraza, para luego amordazar y sodomizar al género de terror más redneck plagado de humor malsano y vísceras de origen desconocido. En efecto, algo que haría salivar de placer a cineastas como Robert Rodriguez y empalmar de gusto a seguidores del cine bochornoso que tiene como modelo sagas como Temblores o Feast. A lo largo de 160 páginas, So Blonde se regocija maltratando a todo ser vivo por medio de excesos sexuales de cualquier tipo, carnicerías descontroladas, chistes de índole sureño-patriótico y topicazos del género de esos que no nos aburre encontrar de vez en cuando.
ÚLTIMA NOCHE EN EL PÁRAMO es una rotunda respuesta a la pregunta de si hay un límite en pasarlo bien con lo políticamente incorrecto, que hace que nos riamos con temas de actualidad que no tienen ni puñetera gracia, y todo ello bajo un telón de fondo dominado por la tierra sucia del desierto, la pólvora, la sangre, los condones usado y el rock´n roll.



36 de Nieves Delgado.

El nacimiento de una nueva Inteligencia Artificial en el CIDIA siempre es motivo de alegría. En el caso de la que ocupará el cuerpo número 36, la felicidad es doble, puesto que, nada más nacer, ha sorprendido a todos los técnicos con un insólito «Buenos días». 36 no es una IA como las demás, se hace preguntas y quiere respuestas. ¿Dónde reside la verdadera identidad? ¿Qué sentido tienen las etiquetas? ¿Es necesario integrarse y aceptar la opinión de la mayoría?

Aparcamos a un lado las gamberradas divertidísimas y salidas de tono para adentrarnos en temas más serios y trascendentales. Nieves elige para esta narración el siempre fascinante y a la vez lleno de enigmas asunto de la inteligencia artificial.
Siguiendo la estela de historias que abordan la capacidad de la maquina para ser autoconsciente y, en cierto modo, ser "más humano que el ser humano", tal como hicieron anteriormente androides como Batty, Sonny, David, Ava o Andrew, pero enfocándolo en diferentes puntos de vista que no se quedan solo en la reflexión acerca de las limitaciones de las IA o dar reconocimiento a esta como ser vivo, sino que además lo dirige hacia un punto tan interesante como es el factor externo, la repercusión que estas investigaciones pueden tener en todo el mundo, y lo hace por medio de un lenguaje y escenografía originales, en una narración basada en el diálogo y la reflexión.
La única pega es que la autora aborda aquí ideas tan interesantes y complejas que por desgracia se ven limitadísimas en un formato como es el bolsilibro, que apenas permite mostrar la punta de un iceberg tan inmenso como es la inteligencia artificial y las redes.



DOMORI de Sofía Rhei

Los domori llevan mucho tiempo en guerra contra las abejas. Las vidas perdidas no pueden ni deben ser olvidadas. Es necesario hacer valer la justicia, que ardan sus colmenas, su ciudad, que no quede rastro del enemigo. Luna Roja es una guerrera dispuesta a todo por vengar a su pueblo, pero el destino le depara otra suerte. ¿Le han contado toda la verdad? ¿Será capaz de descubrir su propia identidad? ¿Qué significa verdaderamente ser una domori?

Teniendo en cuenta que mi única experiencia con la autora madrileña, RÓNDOLA me pareció una experiencia más bien agridulce, era normal que afrontara DOMORI con ciertas dudas, pero he de reconocer que la experiencia, excepto salvedades, no ha sido del todo desagradable.
Lo que aquí tenemos es una de esas historias cuyo género no sabríamos catalogar con exactitud, ni si es inclasificable o viste múltiples ropajes. Tiene algo de aventuro distópica, ciencia ficción, fantasía y un fuerte significado ecológico, pero en la práctica aunque suene raro, termina convirtiéndose en una especie de trama de conquistas a niveles tan microscópicos como universales.
Suena confuso, y el mundo al que nos traslada Sofía hace honor a esa sensación, soltando al lector en medio de un lugar dominado por unas circunstancias que no entendemos, con unos personajes extraños, de determinaciones no menos extravagantes. Por suerte, a medida que avanzamos en DOMORI vamos enlazando las piezas fundamentales para terminar descubriendo un cúmulo de ideas que de nuevo presumen de complejas e interesantes para querer abarcarlas en un espacio tan pequeño, aunque hay que reconocer que uno se puede sentir sobrepasado en momentos en los que el exceso de información nueva va y viene.
Ahora bien, tengo que admitir también su mayor pega la he encontrado en el personaje protagonista. Puedo usar muchos adjetivos para describir lo que me ha conseguido trasmitir Luna Roja, pero los que más se me repiten son sin duda antipática, egoista, manipuladora y cínica, y así obviamente me es difícil empatizar con ella y sus pensamientos.



BARRO. POST SCRIPTUM I de Alicia Pérez Gil

Alicia sabe qué llevará consigo y qué no cuando sus padres deciden cambiar de casa. Sin embargo, hay algunas cosas que quedan fuera de su alcance, como su hermana, su gemela problemática recluida en un centro especial, la única persona a la que quisiera tener a su lado en su nueva vida. Dispuesta a recuperarla, emprende un viaje más allá de las fronteras de lo real, al otro lado de la bruma de los sueños, donde cada uno de los objetos que ha guardado con ella demostrarán su auténtico poder. Y los necesitará, porque en el propio viaje se verá despojada de todo lo que la convierte en Alicia, incluido su propio nombre.

Estamos ante uno de esos relatos difíciles de clasificar y mucho más de dar una opinión clara, porque uno no sabe si le ha gustado o le ha parecido una absoluta ida de olla sin sentido. Y no es que carezca de él. BARRO, único título de este formato que pertenece a la serie dedicada a la ¿fantasía?, narra un viaje, pero no a un lugar común y conocido, sino al más misterioso de los rincones que existen: el interior de la mente. Como si de una versión de ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS, se nos presenta a una protagonista (que curiosamente comparte nombre con la famosa niña descrita por Carroll) que busca una vía de escape, una manera de huir de un mundo cuya estancia solo otorga dolor para que, una vez encontrado, darse cuenta de que tal vez la idea no era tan buena. Y buscar el camino de regreso no será nada fácil, sobre todo cuando uno no recuerda ni su nombre.
Un montón de respuestas a preguntas que que Alicia no sabe formular, y un montón de respuestas que, lo que soy yo, soy incapaz de interpretar.
Tras un primer tramo que sabe atrapar el interés del lector llevándole a un entorno conocido, bruscamente nos vemos sumergidos en algo completamente distinto, a veces bellos, a veces caótico, como si de nosotros dependiera dar un significado a todo lo que se narra... y es algo que se torna en muchas ocasiones una tarea casi imposible.
BARRO es una de esas, si. Un novela que, al pedirnos alguien nuestra opinión, ponemos cara de circunstancia y decimos. "es una historia personal". Y quizá en este caso en concreto demasiado, como si estuviera escrito para uno mismo y los demás estuviéramos invitados a disfrutar (si podemos), pero sinceramente, a veces a mi me ha sido imposible seguirle el ritmo e incluso encontrar parte de lógica.


LA BELLEZA DEL URÓBOROS

«25=2; 12+4=miles de millones. Asúmelo cuanto antes»
¿Quién firma el extraño telegrama? ¿Qué quieren decir esas cifras? ¿Qué relación tienen con un absurdo asesinato del pasado? El uróboros, la serpiente que se muerde la cola, el bucle infinito de la paradoja. ¿Deben los hijos cargar con los pecados de sus padres?

Memorizad bien el nombre de este autor, porque si su anterior novela HORROR VACUI supuso una agradable sorpresa para los seguidores de la ciencia ficción, con LA BELLEZA DEL URÓBOROS se ha subido a la cima de las novelas cortas del género en un ejercicio brillante.
Y es que prometer un thriller que se apoye en bases y teorías científicas complejas y llegue a emocionar es fácil, cualquiera puede hacerlo y tristemente cualquiera lo hace, pero conseguirlo es otra cosa muy distinta. Castañeda usa todos los ingredientes de que dispone para en tan poco espacio, atrapar al lector en una trama que, antes de resolver un enigma ya te está planteando el siguiente, pero sin llegar nunca a saturar. Y así hasta literalmente, la última página.
Es encomiable cómo el autor va desentrañando un problema que se ve salpicado por teorías de la lógica o las paradojas y lo hace mediante un lenguaje y unas explicaciones técnicas completamente claras, ayudándose además para ello de fábulas e historias que sirven para ejemplificar las conclusiones a las que el protagonista va llegando. Vale que algunos aspectos estén cogidos con pinzas y algunos nudos argumentales no quedan del todo apretados, pero el ritmo de la historia, el trato de sus personajes destacando a su protagonista principal y las numerosas referencias tanto a las mencionadas fábulas como al mundo del cómic hace que si tuviera que elegir un imprescindible entre los títulos actualmente pertenecientes a Cerbero, éste trabajo de Javier Castañeda estaría entre los más posibles.



CIUDAD TUMBA de Albert Hadmon

El terror se esconde en las entrañas de Barcelona, extiende sus tentáculos por entre los recovecos de la realidad, hurga en la cordura de sus habitantes desde hace eones. Pastillas, drogas alucinógenas, policías violentos, adolescentes sumergidos en la sangre burbujeante de los monstruos durmientes...


Una novela sobre seres depravados, una ciudad que esconde cadáveres bajo los adoquines y un dios tan antiguo que solo puede despertarnos pavor.

Parece casi evidente que en la colección Tíndalos, dedicada al género del terror, la editorial Cerbero tiene claro cuales son sus directrices y los ingredientes que en sus historias quieren que encontremos. Lo que se traduce en: Criaturas increíbles y repulsivas, retratos casi caricaturescos de una sociedad rendida a los excesos y montones de galones de sangre, vísceras y derivados que luego hay que fregar del suelo.
CIUDAD TUMBA es un nuevo homenaje a la mitología lovecraftiana en forma del más puro Cosmic Horror Exploited cargado una vez mas de muchísima mala baba y montones de reminiscencias pulp.
Una trama que transcurre en dos periodos temporales separados por unas décadas de años nos presenta un mundo y unos personajes abrazados por la locura, cuyo afecto es correspondido por estos, y no tanto por las criaturas de pesadilla que pueblan los rincones mas oscuros de los callejones, así como de la mente, como por los abusos en forma de estupefacientes que pueden llevar a lo que quede de la cordura de un cerebro batido a ponerse de rodillas implorando piedad.
Es una pena, eso si, que con la excepción de F. todos los personajes se presenten bastante huecos, como si el único motivo de la existencia de estos sea verse convertidos tarde o temprano en una masa irreconocible de carne desgarrada y regurgitada, en lugar de ofrecer una profundidad extra a la trama mediante una relación entre estos y el entorno. Aunque supongo que todo esto se compensa con un ritmo endiablado, donde apenas hay momento para la pausa y el cese de violencia gratuita.



RUBICÓN de J. G. Mesa

En algún momento, la cabeza del comandante Guillermo Nox hizo clic y, ante la inminente destrucción de la Tierra, comenzó a llenar su nave, la Julio César, con depredadores tales como el tigre, el oso pardo o el tiburón blanco. A pesar de que debería haber llevado a su tripulación lejos del peligro, mientras Dolmen se acerca de modo inexorable para arrasar el planeta, la Julio César aterriza en mitad de la sabana con el objetivo de rescatar al último depredador en la colección de Nox: el león africano. Masáis rebeldes, impactos megalíticos que anticipan el desastre y una insobornable cuenta atrás se pondrán en el camino del comandante y su misión enajenada y suicida.

Y de cosas venidas de otros mundos con el objetivo de convertirnos en suculentos Happymeals nos vamos a un relato donde el la humanidad no solo lucha por su supervivencia, sino por el recuerdo de su historia.
Disfruté en su momento de su visión personal del más allá y de cómo profundizaba en el mito del fantasma en GENTE MUERTA, así como del recorrido por calles corruptas llenas de delincuencia y vengadores urbanos en sus colaboraciones para el universo TIEMPO DE HÉROES. Ahora, lanzándose de cabeza en la ciencia ficción, J. G. Mesa, en poco más de 100 páginas nos presenta la historia de dos éxodos, el de toda la humanidad ante la inminente destrucción de su mundo y otro más intimo y personal, el de su protagonista Nox, que busca un lugar, un acto de redención que le ayude a escapar de una vez de la culpa, los remordimientos y su pasado.
La trama que se nos propone es interesante y compleja, no solo por los conflictos internos que hacen de sus personajes más atractivos, sino también por la relación de un ser humano perteneciente a una sociedad avanzadísima tecnológicamente con la naturaleza y las emociones que son capaces de ofrecerle estás aunque se las ignore, en un choque de culturas e intereses, destinos y deseos.
Tristemente también son factores todos ellos que en tan corto espacio apenas se nos permite indagar demasiado a fondo como nos gustaría y son tantas las cosas que ocurren que en ocasiones nos cuesta seguir un ritmo y perdemos detalles en momentos claves en los que no somos del todo conscientes de los acontecimientos hasta que ya han pasado. No obstante, su trasfondo es digno de tener en cuenta para próximas aventuras.



LOS ESPÍRITUS DEL HUMO de Mª Concepción Regueiro.

Entre lujos, cuidados y oropeles, Luanda y Gadea, las hijas del gran taumaturgo Antuss, viven ajenas al ajetreo de la gran ciudad, a los Técnicos y su desprecio hacia la magia milenaria, al humo que parece ocuparlo todo. Pero todo esto cambia un día, de la noche a la mañana, y las dos jóvenes hermanas se ven forzadas a enfrentarse contra un futuro extraño y desagradable donde solo se tendrán la una a la otra. Y el recuerdo de la magia y la grandeza. Y a los espíritus del humo.

Aún perteneciendo a la colección Wyser centrada en la ciencia ficción, la novela que nos ocupa apenas se acerca a dicho género, siendo ésta una historia con una atmósfera de corte visualmente victoriano sumergida en la fantasía que otorga la magia y salpimentada con breves retazos de cultura steampunk, La verdad, nada nuevo si tenemos en cuenta obras de ambientación similar escritas por autoras como Victoria Álvarez o Gail Carriger, pero no por ello carente de merito y por supuesto, atractivo.
Contado de una peculiar manera, en segunda persona del plural recurriendo a veces incluso al imperativo, que pretende aumentar la sensación de sentirnos partícipes de los acontecimientos que se narran, LOS ESPÍRITUS DEL HUMO nos muestra una sociedad que ha aprendido a convivir con el casi ilimitado poder de la magia, pero son otras fuerzas, la de las palabras, la sugestión, la creación de la fe y la manipulación las que protagonizan la vida de Luanda y Gadea.
Mª Concepción Regueiro crea aquí un universo muy interesante que invita a su vuelta, un universo donde los poderes de la naturaleza y los de la ciencia rivalizan por la anteposición, el reconocimiento y la supremacía, amable y cruel a partes iguales, representa una antesala al pasado, presente y posible futuro de nuestro mundo. Una buena historia a fin y al cabe, no exenta de cierta moraleja nada nueva y que hace de su desenlace predecible desde la primera página. No permitáis que eso os impida disfrutarlo.



DIOSEROS. MEMORIAS DEL GRAN ANILLO I de Eduardo Vaquerizo.

La cultura de los Funcionarios se extiende por toda la Galaxia desde sus instalaciones en el Gran Anillo, ofreciendo servicios a otras civilizaciones. Sus ministerios proporcionan, entre otras cosas, ejércitos privados, grandes ofertas de ocio o dioses hechos a medida a quien pueda pagarlos.


Un pobre ciego que pide limosna en las calles de Calandanar, ajeno a aspiraciones morales o metafísicas, se cruza en el camino de Isaías y Elena, dos dioseros que viajan a través de los planetas haciendo milagros y sorteando peligros. Desde ese momento, su vida entera, su destino y su propia fe se verán alteradas para siempre. No puede ni imaginarse todo lo que le queda por ver.

Tras leer su interesante aunque por momentos sobrecargado de detalles superficiales NOS MIENTEN, leer algo como DIOSEROS sin saber lo que a uno le espera es más o menos como que te taladren el cráneo y batan tu cerebro con una cucharilla al rojo vivo.
Más que una aventura, esta historia funciona casi como la presentación de un mundo cuyas facetas no dejan de sorprender, que degradan al sueño actual del ser humano de colonizar planetas al nivel de un hobby de aficionado. Múltiples razas extraterrestres, sociedades o culturas componen un universo o universos que muchas veces se confunde con la más pura fantasía, a lo que ayuda una aparente influencia a los viajes interestelares de Star Trek. Y en el centro, sus tres protagonistas, tres caracteres y personalidades que sirven para ofrecer distintos puntos de vista prácticos, éticos o morales que resumen una evolución intelectual que ha llevado a la humanidad a crear incluso sus propios dioses.
Vaquerizo crea una trama tan interesante como su desarrollo, al menos hasta cierto punto, y es que el autor deja claro sin problemas que sabe crear mundos llenos de detalles de innumerables orígenes jugando con todo tipo de ramas que surgen del tronco de la ciencia ficción, pero a la hora de afrontar los acontecimientos decisivos y puntos clave donde por supuesto destacaría su desenlace, parece que éste tira a lo fácil, al irónico dado el caso uso del Deus ex machina más descarado que busca una vía rápida de satisfacción del lector, olvidando que a veces el viaje es más importante que el destino.


CLOROFILIA de Cristina Jurado.

¿Quién es Kirmen? ¿Por qué el joven no se parece a sus padres, ni a su amigos, ni a ninguno de los habitantes del Claustro? En el exterior de las cúpulas que protegen a los últimos habitantes de la Tierra, una tormenta eterna y monstruosa se ceba con el planeta. Kirmen sigue cambiando y, mientras tanto, no deja de soñar con salir. Al exterior. A la tormenta. ¿Qué es Kirmen?

Me resulta difícil y un tanto incomodo valorar esta obra. El motivo es que por cada virtud que le encuentro, no puedo evitar ver asomar nuevos obstáculos personales. Es como cuando uno contempla una obra pictórica acabada, deleitándose con su belleza, hasta que su vista se fija por primera vez en un pequeño fallo que a otros les pasaría desapercibido y, a partir de ese momento cada vez que volviéramos a contemplar la obra automáticamente nuestra vista se dirigiera a ese detalle entre rechinar de dientes.
Esta es una historia que aparentemente retoma el tono ecológico de la ciencia ficción, busca y además encuentra la atención del lector con un primer capítulo, a modo de prólogo que nos presenta un futuro inestable, una puerta de entrada al fin de todo sin siquiera saber cómo hemos llegado allí... para proseguir con una trama que va diluyéndose poco a poco arrebatándonos el interés y causando cierta confusión por sus constantes cambios de escenarios, tiempos y personajes sin previo aviso, ni una misera separación entre los párrafos que nos sirva de guía. ¿Que consigue con esto? Pues sumado a un final que no supone ninguna sorpresa, un conjunto engorroso y poco convincente pese a la cantidad de buenas ideas que albergaba en un principio. Muchos buscamos encontrarle un sentido a todo lo que se nos narra, que, al juntarlo todo al llegar al último tramo podamos contemplarla en conjunto y poder valorarlo. ¿Cual es el error que llama la atención en nuestra vista cuando lo hacemos? Pues en este caso, que prácticamente toda la importancia de lo que se nos narra pierde completamente el sentido, y terminamos CLOROFILIA con una leve sensación de indiferencia.


YABARÍ de Lola Robles.

Muriel Johansdóttir llega a Yabarí dispuesta a contar la verdad sobre lo que está sucediendo con las empresas explotadoras de la inmensa jungla del planeta. Como periodista ve la necesidad de averiguar qué hay de cierto en los rumores acerca de maltrato a los nativos, violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos Universales y la aterradora deforestación de su hábitat natural. Para ello deberá adentrarse en el mismo corazón de la selva yabarí y afrontar una serie de peligrosos descubrimientos que la llevarán al límite de sus capacidades físicas y mentales.

Lo he dicho varias veces, una novela policíaca con un par de zepelines surcando los cielos NO es steampunk, así como una aventura por la una selva con varios elementos exóticos cuya existencia viene de la excusa de ser otro planeta, a veces no llega mas que a pisar la línea de la ciencia ficción.
Leer YABARÍ es como ver un capítulo de una ficticia Callejeros Viajeros por la Galaxia, viajando por un mundo selvático parecido al nuestro, lleno de injusticias contra los derechos humanos por culpa de la explotación de bienes y el dinero, como en el nuestro, y con personas que todavía son capaces de jugarse algo más que su trabajo para conseguir que se sepa la verdad... bueno, eso ya no es muy propio de nuestro mundo.
El relato funciona muy bien a la hora de ponernos en precaria situación haciendo uso de clichés típicos de este tipo de historias. Son usados con inteligencia y lo desarrolla con un ritmo pausado pero adecuado que mantiene cierta intriga en la justa medida. El problema es que cuando estamos cerca del final, muchas de las incógnitas  siguen siendo eso mismo, incognitas. Hilos que se han ido tejiendo a lo largo de la trama son cortados de golpe y otros acaban perdiéndose hasta el infinito.
Un buen ejercicio, en definitiva, que hubiera mejorado mucho si se le hubiera dado tiempo y espacio para desarrollarse.


LOS PRÍNCIPES DE MADERA de Daniel Pérez Navarro.

El príncipe de madera, de Bartók, contiene en sus compases una bomba de relojería. Al menos así lo siente el grupo de David, los cerebritos de Collins, un grupo de ocho jóvenes que se preparan para convertirse en ingenieros y ser enviados a la luna de Agarttha, donde dirigirán la extracción de una valiosa materia prima llamada Jebo. En aquel apartado lugar, sus pensamientos volverán una y otra vez sobre quiénes son y cuál es su verdadero cometido en la vida, como si recorrieran a cada paso el extraño solo de xilófono de la mítica pieza. Los problemas que se cruzarán en su camino acabarán por enfrentarlos con su verdadera naturaleza, con su yo más íntimo, en un vertiginoso in crescendo de acontecimientos.

Concluimos este especial de bolsilibros (por ahora) con otra novela de ciencia ficción cuyo autor me ha recordado a ese profesor que escribe en una pizarra como si le fuera la vida en ello, a una velocidad a la que es difícil de seguir el ritmo para, al final borrarlo todo cuando aún te quedaba un buen trecho por copiar. Así, Daniel Pérez compone una historia que suma tramas e incógnitas, nuevos planteamientos e ideas que surgen cuando aún no hemos asimilado las revelaciones anteriores.
El origen de los seres vivos, de dónde venimos, a dónde vamos, hasta qué punto el hombre ha conseguido emular a Dios y convertir la genética en un montón de arcilla a la que dar la forma deseada para cumplir sus propios objetivos... son varias de las cuestiones que el autor plantea en una historia que usa como eje central una humanidad volcada en la explotación de mundos (resulta curioso como este tema se vuelve tan recurrente en los títulos de esta colección) con fines energéticos, pero sin embargo no es eso lo que más me ha llamado la atención en la historia, sino el mensaje existencialista que domina el primer tramo de la historia, en el que se centra en las distintas personalidades de los protagonistas, en su modo de afrontar retos, miedos y futuro. El problema viene más adelante cuando la conexión de esas enseñanzas se disuelve con las experiencias creando un entorno difuso y un tanto inconexo (no digo que no exista dicho nexo, sino que a mi me cuesta encontrarlo) y reconozco que venía escarmentado, ya que la lectura de LA SONRISA DE LOS MUERTOS del mismo autor demuestra que su obra no es sencilla, que exige un esfuerzo por parte del lector para saber distinguir el camino que se marca.

Es posible que si, que debería haber empezado por hablar de una pega que se ha vuelto recurrente en casi todas las novelas aquí comentadas, y es que no estoy acostumbrado a este formato y posiblemente sea por ello que muchas veces vea el espacio dedicado para contar sus historias insuficiente. Me he encontrado argumentos realmente complejos que necesitarían varios centenares de páginas para ser narrados de manera profunda y satisfactoria, sin olvidarnos el papel que suele desempeñar el carácter y personalidad de sus protagonistas para con la trama, otro sacrificio en pos de la brevedad.
Pero tengo que admitir que he disfrutado mucho de estas pequeñas novelas, lo suficiente para asegurar que estaré atento a próximos títulos.

Y si eres de los que siguen pensando que la ciencia ficción o la fantasía apenas levanta la cabeza, no te voy a recomendar que le eches un vistazo a algunas de estas píldoras que Cerbero nos ha traído. Y es que como ellos mismos bautizan a sus obras, esto son "Libros para soñadores despiertos"... así que igual despertar es lo primero que deberíais hacer...

martes, 25 de julio de 2017

Reseña: TRES ENANOS Y PICO de Ángel Sanchidrián.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

TRES ENANOS Y PICO de Ángel Sanchidrián.

Wifo Medroso es un joven estudiante, cobarde y enclenque, que realizará sus prácticas de Enanología en la ciudad de Villa Trifulcas. Hasta aquí podría parecer una historia anodina y sin ningún interés. ¿Pero habría sido escrita si lo fuera? 

Mientras el becario estudia las costumbres de los enanos, el mundo se encamina hacia el desastre. 

Elfos racistas y xenófobos, una banda criminal dirigida por un niño de ocho años, enanas homicidas, políticos corruptos, trolls, orcos, guerreros errantes, ogros y magos, bosques encantados, reinas, asesinos, peleas, palizas, asedios y batallas, mentiras, secuestros, amenazas, un burro guardaespaldas y, aunque parezca increíble, mucho mucho más. 

¿Qué podrá hacer Wifo, en medio de este follón, para salvar su propia vida y la de los enanos?

A estas alturas de la vida aún no resulta extraño encontrar gente reacia al matrimonio de géneros. Recuerdo una vez, mientras indagaba entre opiniones y críticas literarias (por supuesto para copiarme y arrebatar el esfuerzo ajeno para beneficio propio), que encontré a alguien que acababa de descubrir a Terry Pratchett con el primer volumen de su famosa saga Mundodisco, EL COLOR DE LA MAGIA. Su opinión, en contra de lo que cualquiera pudiera adivinar, no podía ser más negativa, aludiendo que un género literario como la fantasía nunca debería mezclarse con cosas tan banales e innecesarias en el mundo como la comedia. Menuda desfachatez hacer que el protagonista haga reír al lector, ¿Verdad?. No, no me lo estoy inventando, y es que al parecer hay gente que considera a Mundodisco, una de las series literarias más importantes y que más ejemplares ha vendido en el mundo, una especie de herejía e insulto al mundo de la literaria, solo por el hecho de que la obra, además de emoción y drama, también busca en sus historias el logro del sano ejercicio de la sonrisa, e incluso de vez en cuando provocar una gratificante carcajada. Y puede que Pratchett sea una de las más importantes referencias para ejemplificar esto, pero no la única.

Géneros tan exigentes y a su vez saturados como son el terror o la fantasía han tenido muchos representantes cómicos entre sus publicaciones. Christopher Moore, Neil Gaiman, William Goldman, por nombrar unos pocos no solo han ofrecido ofertas que mezclan cualquier aventura que debería impactar o cautivar al lector con un desenfreno de situaciones absurdas, hilarantes o paródicas, y sinceramente, el futuro inmediato para estas iniciativas parece prometedor en nuestro país viendo la cantidad de autores y obras que abarcan estas fusiones y creaciones de Espada y Carcajada. Y por supuesto debemos mencionar si hablamos del presente, TRES ENANOS Y PICO de Ángel Sanchidrián.

Aunque muchos no le recuerden por su nombre (No, aquí no viene esa frase pseudo épica de "se nos conoce por nuestros actos"), quizá sí por su aportación al entretenimiento en las redes sociales con sus SINOPSIS DE CINE, que también fue convertido en libro. Desternillantes resúmenes de películas de todo tipo capaz de arrancarte nuevas carcajadas antes incuso de haberte recuperado de la anterior y de llenar vasos enteros con la lágrimas de las risas que han provocado a sus miles de seguidores. Sin olvidarnos de su primera novela, LA LUISI, una especie de parodia a todo lo relacionado con la novela romántico-erótica y que no hizo sino abrirle las puertas a un público, no más amplio que el de Internet, porque eso es imposible, pero sí más ¿Exquisito?, ¿Erudito? Jajaja...

En fin, pongámonos serios. No quiero que la gente se me asuste. TRES ENANOS Y PICO no es un humor tan desenfrenado que en ocasiones alcanza lo enfermizo y perjudicial para la salud del lector como lo que rezumaban sus famosas reseñas de largometrajes. Sanchidrián practica aquí un humor paródico, respetando el género pero tratándolo con delicadeza y crueldad a partes iguales, como si el autor golpeara metafóricamente a Tolkien con un tablón lleno de clavos... esterilizados.
Esta aventura nos presenta a Wifo, el clásico joven al que nadie toma en serio y todo el mundo le vacila, los camareros le suben la cuenta del restaurante y las señoras se le cuelan en las pescaderías mientras él no para de sonreír. Pero Wifo tiene un sueño: ser un reconocido erudito de la historia antigua y la educación, y para ello deberá emprender un arduo y arriesgado viaje para conocer y documentar la historia y costumbres de la comunidad enana. Hasta ahí todo bien, todo normal... el problema es que cuando se juntan conspiraciones élficas por la dominación mundial, fiestones que van más allá de la resistencia media humana, orcos, trolls, trolcos y demás criaturas regurgitadas del folclore tradicional y de circos mediantes, la cosa termina desmadrándose de manera que la palabra "catástrofe" se vuelve demasiado recurrente en nuestra mente.

Lo que aquí se nos propone es una aventura sencilla, que tiende a la linea recta pero eso si, realizando muchas paradas que dan lugar al engrose del tomo, que no de la trama. Dicho de otro modo para que me entendáis, TRES ENANOS Y PICO es una historia que fácilmente podría haber ocupado la mitad de páginas sin sacrificar un ápice de su argumente central ni perder sabor en su principal ingrediente cómico. En cambio Sanchidrián usa a su favor multitud de situaciones alternativas, paradas en el camino de un largo viaje y, por supuesto, a numerosos personajes secundarios de lo más pintoresco para ofrecer al lector un amplio catálogo de sketches humorísticos con el aparente único objetivo de sumar una nueva sonrisa en la lista de sus victimas. ¿Una forma alternativa de relleno? Pues mira, no voy a decir que no, resulta demasiado evidente, pero a favor del escritor he de decir que sabe cómo compaginar esa "paja" con el principal hilo conductor, impidiendo que olvidemos cuál es el objetivo de Wifo y compañía en cualquier momento. Compañía en la que por supuesto, se esfuerza en incluirnos.

Pero por contra...
Por contra también debo ser sincero y reconocer que la lectura de TRES ENANOS Y PICO me ha resultado en ocasiones (así, en plural) pesada y un tanto cargante. Esto no es porque la historia principal resulte aburrida. Al contrario, Sanchidrián ha creado un mundo atractivo, interesante y lleno de contrastes. Cada comunidad, cada raza y fragmento de la historia antigua de estos tiene algo que aportar con lo que enriquecer su trasfondo pese a lo relativamente sencillo con lo que comienza nuestro primer vistazo y cuya evolución tampoco supone datos excesivamente relevantes o totalmente originales. El problema radica en la aparente necesidad del autor de cubrir cada párrafo, cada línea y hueco entre palabras de una nueva coña o gracia. "Zi, pero reirze es lo maz chachi del mundo mundial y no exizte nada maz zano que la riza" dirán algunos. Vale no tengo nada en contra y no pienso burlarme de tal afirmación, y es por eso que hay que dejar claro cuál es el público objetivo de esta novela.

Puede que los que se interesen por la última obra de Ángel Sanchidrián busquen por encima de todo echarse unas risas durante un rato y ya si eso compaginar un chiste tras otro formando en su conjunto algo parecido a una historia. Pero también existe otro grupo de personas, aquellos que al abrir el libro añoran sumergirse en una trama que enganche, emocione, impacte y divierta, y si esa diversión produce alguna carcajada o una sonrisa perenne pues, mejor que mejor.
Bien, quiero que quede claro que TRES ENANOS Y PICO, independientemente de lo exigente que sea el lector, tiene todos los ingredientes necesarios para encandilar al segundo grupo, pero es el primero el que realmente va a encontrar aquí lo que realmente busca, una historia cómica que se apoya de un trasfondo fantástico y no al revés, eso es, una aventura del género que usa a la comedia para respaldarse a la hora de ser contada.

Aún así quiero insistir en que el humor que predica aquí Sanchidrián no es tan extremo y descarado como el de sus artículos cinematográficos que le dieron a conocer. En esta novela es suma protagonista la parodia y la sátira, y no duda en hacer uso de la crítica social para crear in reflejo de la sociedad bochornosa de nuestro mundo (país) y trasladarlo a un entorno que aún cree en la magia y las criaturas de leyenda como aquí creemos todavía en las ayudas sociales. Así, temas como la educación, la situación laboral, el racismo, la delincuencia, la inmigración, la política y la corrupción entre otros tienen su espacio en las idas y venidas de los protagonistas a través de Villa Trifulcas, Forcejeo o Velaria. Sin olvidarnos de un mogollón de referencias a obras cinematográficas o literarias que también se encuentran presentes aquí a modo de huevos de pascua o refuerzo humorístico.

Unos protagonistas los citados en los cuales recae buena parte de la razón de ser y la fuerza de la novela, mezclando estereotipos de personajes tradicionales de la fantasía épica con otras personalidades de lo más contradictorias o inesperadas y aprovechando estos matices para exprimir al máximo las características de cada uno, ya sea por sus costumbres manías o actitudes en general frente a las pruebas y situaciones que se les presenta, ofreciendo además a la trama giros tan inesperados como delirantes. Es una pena, eso si, que algunos personajes no hayan sido aprovechados como merecen, como es el caso del burro Tiranus o de Agonio, cuya presencia no va más allá de ofrecer una escena destacable y poco más.

Por cierto, me extraña mucho que una novela que casi alcanza las 500 páginas y que como decía anteriormente a veces corre el riesgo de resultar algo cargante, posea un final bastante apurado, o más bien apresurado y deficiente si lo comparamos con la cantidad de información que el autor nos ha otorgado hasta llegar a este punto, donde parece que le entra alguna especia de prisa por acabar, y lo que debería ser un cúmulo de momentos épicos, heroicos y dramáticos pasa más rápido que un tren de alta velocidad sin parada en la estación, dejando muchos cabos sueltos y dudas resueltas a medias... Que oye, a fin y al cabo no deja de ser una costumbre en los libros de éste género, por eso de la posible continuidad ¿No?.

Así y todo, TRES ENANOS Y PICO es un buen libro. Muy bueno teniendo en cuenta que mis expectativas eran mínimas. Ángel Sanchidrián firma una segunda novela ligera, muy divertida que cumple con su propósito principal, que no es otro que ofrecer a cualquiera, ya sea lector asiduo de fantasía o no, un rato (tirando a largo) agradable, ameno y gracioso. Un producto que no busca acumular premios y maldita la falta que le hace, sino que simplemente su sola mención genere una sonrisa más grande o más pequeña entre sus lectores. Algo que a este hombre se le da de maravilla y que, en los tiempos que corren ya es de por sí un gran logro.