martes, 3 de noviembre de 2015

Reseña: LA PIEL FRÍA de Albert Sánchez Piñol.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

LA PIEL FRÍA de Albert Sánchez Piñol.

Un prófugo de la resistencia irlandesa llega a una pequeña isla austral para realizar mediciones meteorológicas durante un año. Allí solo encontrará una cabaña, un faro habitado por un personaje intratable y el inmenso océano que lo rodea y aísla del resto del mundo. Pero lo peor llega durante la noche, cuando el refugio se ve asediado por extrañas criaturas procedentes del océano. Sometidos a una tensión extrema y conscientes de su imposibilidad de vencer a la amenaza del exterior, los protagonistas deberán aprender a convivir con lo desconocido para conseguir sobrevivir.

Con ecos de la narrativa de Conrad, Lovecraft y Stevenson, La piel fría es una novela circular de ritmo trepidante y ambiente claustrofóbico sobre los conflictos entre los seres humanos y su entorno, la crueldad, el deseo y la incapacidad para comunicarse con el otro.

Cuando la gente habla del miedo a lo desconocido, muchas veces y de forma innecesaria, lo buscan mas allá de donde Cristo perdió el mechero y en los lugares mas insospechados. ¿No va el tío ese de Providence y se pone a buscar horrores innombrables en otras dimensiones? ¿O el escritorzuelo de Maine que se imagina payasos perversos o señoritas que se dan baños de sangre de cerdo y les entra la neura psicótica? Que si el espacio exterior, cielo o infierno... hasta allí llegan buscando lo desconocido, cuando muchas veces esos preciados enigmas están más cerca de lo que pensamos como, por ejemplo, a escasos pasos de la orilla del mar.

Admito que al Gran Azul le tengo un respeto que en ocasiones podría confundirse con miedo. Basta recordar y mentalizarnos de que solo conocemos el 5% de los fondos marinos. Imaginad la cantidad de especies marinas maravillosas (o terroríficas) que aguardan más allá de la zona abisal (a los que habría que sumar especies como el Caulophyne, Melanotecus, y alguna suegra de alguien, especies ya de por si salidas de la pesadilla de un cineasta de terror en horas bajas).

No es casualidad tampoco que los mares guarden tal cantidad de supersticiones o leyendas donde no es rara la presencia de monstruos submarinos y demás criaturas fantásticas. Mitos y leyendas que han servido de inspiración para muchos escritores a la hora de escribir relatos de terror. Albert Sánchez por lo visto, fue uno de ellos.

Cuando apareció LA PIEL FRÍA editada por primera vez, por el año 2002, mucha gente ya la catalogaba como un clásico contemporáneo de la literatura de terror. Ver que 13 años después, tras ser traducido a multitud de idiomas y aparecido numerosas reediciones (incluida ésta de Alfaguara, la mas actual) hace que uno se plantee que, ¿Quién sabe? igual estaban en lo cierto. Y es ya cuando te sumerges en su lectura cuando no tienes lugar a dudas al pensar que, si realmente existe el termino "clásico contemporáneo" fuera de su uso como tópico, la presente novela debería ser usada como ejemplo ideal.

Lo más curioso de todo es que la primera vez que tuve conocimiento de esta obra fue cuando, hace unos años pedí recomendaciones sobre historias de muertos vivientes, y alguien dejó caer su título como un libro a tener en cuenta a la hora de cumplir mis expectativas. Al principio no entendí qué relación podía haber entre los zombis y un relato que parecía por encima de todo un pastiche lovecraftiano. Pero cualquiera que lea las primeras páginas de LA PIEL FRÍA entenderá las semejanzas.

Porque ante todo, estamos ante una historia de supervivencia, donde los personajes viven un constante asedio por parte de una amenaza desconocida y en los que harán uso de cualquier cosa por sobrevivir un día más. No es que parezca una historia de zombis intentando entrar en un refugio para darse un festín con los inquilinos, es que mucha de la literatura Z debería aprender de una novela como esta para transmitir autenticas sensaciones de angustia y situaciones límite.

LA PIEL FRÍA nos traslada a principios del siglo XX y nos pone en la piel de un técnico de mediciones meteorológicas del que curiosamente nunca sabremos el nombre, un antiguo soldado irlandes que, huyendo de su pasado acaba en un pequeño refugio de un islote de apenas un par de kilómetros de diámetro solo, a excepción del misterioso técnico de un faro vecino.
Prácticamente desde el minuto uno, lo que parecía una jornada de un año que le ayudaría a poner sus pensamientos en orden, se convertirá en la peor de sus pesadillas cuando unas misteriosas criaturas le vean como una apetitosa cena y hagan todo lo posible por darle alcance.
Desde ese mismo momento, seremos testigos de uno de los asedios mas largos que hayamos visto, tanto, que a veces veremos casi incomprensible que los personajes protagonistas sobrevivan durante tanto tiempo, ya no vivos, sino cuerdos.
Y es que el cansancio físico será importante en la evolución de los acontecimientos, pero sobretodo sera el agotamiento psicológico y moral el que golpee con mas fuerza a los refugiados. Cosas que antes podían resultar repugnantes o extraordinarias terminarán volviéndose parte de una rutina que tendrá como único objetivo ver el amanecer un día más, y donde la atmósfera claustrofóbica y lúgubre recibirá el nombre de hogar.

Mencioné con anterioridad a Lovecraft, y creo que lo hago con razón. Raro será aquel al que no le venga a la mente relatos como La Sombra sobre Innsmouth, donde terribles criaturas acuaticas y antropomórficas hacían acto de presencia,  Pero no solo en el terror primigenio que despierta la narración se quedan las comparaciones con autores clásicos. La prosa de Sánchez Piñol es elegante, fluida y a la vez detallada, pero que no se para en descripciones viscerales y morbosas, sino que el esfuerzo recae sobre en los pensamientos y sensaciones que siembran la mente de los personajes.

La novela de Albert Sánchez esconde como pieza base un argumento que puede ser tildado de sencillo, si no simple, Básicamente es un "cojo a este tío, lo encierro aquí, y ahora cojo a 100 tíos mas que intentan entrar donde lo he metido". ¿Por qué entonces algo tan sencillo termina convirtiéndose en una experiencia tan gratificante/insufrible? Porque su aparente simple fachada esconde un interior lleno de sorpresas. Estas se traducen en acontecimientos y sorpresas que agitaran la trama principal, devolviendo las piezas de un puzzle que creías casi terminado a un montón indescifrable. Ademas, pese a ser una novela donde la acción es una constante, no será por ello por lo que se la pueda catalogar como tal. Las relaciones entre el protagonista y Batís Caffó, el operario del faro se convertirán en hilo conductor de la trama, creando situaciones y momentos que recuerdan mas a una obra de teatro o cine mudo que a un largometraje de alto presupuesto.

 LA PIEL FRÍA es una historia sobre la vida, la muerte y la mente humana. Que muestra hasta que límite es capaz de llegar para conseguir sus propósitos, o incluso la falta de ese mismo límite. Donde la esperanza enseguida da paso a la mas absoluta desesperación y donde dos puntos de vista totalmente opuestos deberán aprender a convivir para mantenerse vivos un día mas (este último punto también puede hacernos recordar a la novela de Juan de Dios Garduño, Y PESE A TODO..., y no es para menos)

Quizá su punto débil lo encontremos sobretodo en su desenlace que, sin que defraude, al menos a mí, si deja con cierto sabor agridulce. Uno de esos finales que cada uno puede interpretar a su manera. De ese modo, los habrá que le entusiasme y por el contrario no faltarán los que acaben decepcionados.

Concluyendo, LA PIEL FRÍA es una novela que fusiona a la perfección el terror clásico con el actual, que no busca la provocación pero no para de encontrarla, ya que todos sabemos lo maltrecho que puede acabar un cuerpo al ser torturado, mutilado y/o desmembrado pero ¿Acaso sabemos donde está el punto en que la mente es destruida y la cordura se quiebra como un cristal roto?¿Qué es capaz de hacer el ser humano cuando no acepta su destino? Si queréis una novela rápida de leer, que llena visualmente, y que te haga reflexionar tiempo después, no la dejéis pasar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario