jueves, 30 de junio de 2016

Reseña: CARTER & LOVECRAFT de Jonathan L. Howard.



Autopsias Literarias del Dr. Motosierra presenta:

CARTER & LOVECRAFT de Jonathan L. Howard.

Daniel Carter abandonó su trabajo como policía tras un inexplicable incidente persiguiendo a un asesino en serie. Poco después de abandonar el cuerpo, recibe una extraña herencia: una vieja librería en Providence. Allí conoce a la librera, Emily Lovecraft, la última descendiente del famoso escritor, H.P. Lovecraft. Juntos, Daniel y Emily acaban envueltos en una serie de extrañas muertes que parecen sugerir que los relatos de Lovecraft sobre los Dioses Antiguos podrían tener un inquietante poso de realidad.

Misterio sobrenatural y puro terror que harán las delicias de los fans de ambos géneros. Próxima adaptación a serie de televisión por Warner Bros.

En esta vida hay cosas que son totalmente irrebatibles. Que la política es el camino más corto para corromper a una persona, que el silbido del Whatsapp encabeza las listas de los sonidos más desagradables registrados por el oído humano y que cuando hablamos de las mayores influencias del terror literario actual, Howard Phillips Lovecraft es de aparición obligatoria.

Tal es la aportación que el escritor de Providence dejó en la literatura que su obra y mitología es conocida de sobra por lectores que nunca han leído un relato suyo. Tan solo tengo que ponerme a mi mismo como ejemplo. A lo largo de mi vida apenas habré leído media docena de sus relatos (menos disculpa tiene esto cuando confieso tener su narrativa completa en dos voluminosos tomos editados por Valdemar). Lo curioso es que gracias a otros autores e incluso un buen numero de obras cinematográficas, poco a poco y a veces sin darme cuenta, el resultado imaginativo de Lovecraft empezó a dejar una semilla que, alimentada de manera constante fue germinando y creando en mis preferencias literarias cierta dependencia  por el horror cósmico y leyendas sobre primigenios.

Y esta lista de obras inspiradas tanto argumental como narrativamente en la mitología lovecraftiana y los pastiches puros es inmensa. Antologías, relatos, novelas, películas, series e incluso videojuegos, ningún campo artístico o de entretenimiento se ha librado de verse en algún momento atrapado entre los tentáculos de Cthulhu o por el que a través de él hemos atravesado el mundo de los sueños o nos hemos atrevido a hojear las páginas del Necronomicon.

Así, entre pitos y flautas, un no parar de nuevas novelas que comparten gusto por lo viscoso y reptante (Por cierto, los autores patrios parecen sentir cierta debilidad por la obra de Lovecraft a la hora de idear muchas de sus novelas) e infinidad de memes reivindicando la presidencia del famoso primigenio ("¿Por qué elegir un mal menor?"), el espíritu literario del solitario de Providence y su R´lyeh sumergida sigue presente en las novedades literarias, y da la bienvenida al escritor inglés Jonathan L. Howard y su debut CARTER & LOVECRAFT.

Vale, reconozco que en un principio no daba un duro por este título, incluso lo vi como un claro candidato a romper la racha que últimamente me hacía pensar que el ranking de las peores lecturas del 2016 iba a ser esta vez muy corta, y lo se, se que pronto aparecerá esa novela que me haga volver a sacar lo peor de mi. Pero no, no va a ser esta.

¿Por qué pensaba esto? Primero por el factor "de moda". Da la sensación de que, aunque el uso del terror que acunó Lovecraft por parte de un buen número de autores existe incluso desde que el famoso escritor seguía vivo, estos últimos años se nota cierta proliferación de historias que usan los Mitos de Cthulhu y demás referencias lovecraftianas como eje central, y cuando una idea empieza a explotarse sin cuidado ni piedad... bueno, mirad la literatura zombi para entender a lo que me refiero.
Por otro lado, cuando una editorial recurre a notas de prensa demoledoras que situan a la obra como octava maravilla del mundo o se inventa descaradamente números de ventas para pretender sentirse uno ridículo por ser el único gilipollas que no lo ha leído, pues mucha confianza no inspira. En este caso el arma al que recurre la editorial Colmena es a anunciar a bombo y platillo que la Warner Bros ha comprado los derechos de la novela (En menos de un año desde su primera edición) para una futura serie. A partir de ahí creía que era el momento ideal para empezar a morderme las uñas desesperanzado.

Pero resulta que pese a no destacar por casi ningún aspecto entre los títulos más arriesgados, experimentales y originales del terror cósmico de los últimos años, estamos ante un entretenidísimo trabajo de gran calidad que esta vez si, hace que uno se frote las manos deseando saber qué es capaz de hacer una productora televisiva con una historia como esta.

La sinopsis no engaña (Aunque la portada si, lo que veremos más adelante). Estamos ante un relato que, en una mezcla de géneros destaca el terror, el thriller sobrenatural y el policíaco, de ritmo variable pero interés continuo y donde por supuesto sus personajes llevan la voz cantante durante la totalidad de la trama.
Es inevitable así destacar a su protagonista principal, Dan Carter, policía retirado y reconvertido en investigador privado que arrastra una pesada carga emocional que el pasado le obliga a transportar y que de repente se ve envuelto en hechos de naturaleza inexplicable. En apariencia, Carter tiene todas las papeletas para convertirse en una colección de clichés  del estereotipo de detective de novela negra y al que solo le falta una exagerada atracción por las bebidas alcohólicas. Y en parte si, pero Jonathan L. Howard es capaz de reflejar en él una personalidad estable, inteligente y atractiva gracias a la mezcla adecuada de los elementos citados sumados a la ineptitud ante ciertas circunstancias y uno de esos sentidos del humor que hace que los que le rodean empiecen a sentirse incómodos en su compañia.
Me atrevería incluso a decir que Carter es la principal baza del autor, pero al mismo tiempo su punto débil, ya que la manera en ser desarrollada su personalidad y consecuente evolución es capaz de eclipsar al resto de los personajes, incluida a otra de gran importancia como es Emily Lovecraft, relegándolo al nivel de personaje secundario sin una participación demasiado relevante. Dan Carter es Sherlock, pero también es Watson, E. Lovecraft no pasa de ser un aspirante a Lestrade que incluso es echado de lado por el correspondiente Moriarty de la historia.

Algo que llama mucho la atención además en CARTER & LOVECRAFT es la escasa relación que tiene el escritor de Providence con la trama principal de la novela... relativamente. Me explico: Por supuesto que H.P.L. es mucho más que el tataratío de la coprotagonista, y su obra tendrá mucha relevancia a lo largo del caso. Sin embargo no esperéis que la trama gire en torno a monstruos de aspecto indescriptible o libros que devuelven la vida a los muertos (de ahí la advertencia acerca de que la portada de la novela puede llevar a cierta confusión). En esta ocasión el autor hila la intriga usando como cordel la percepción del universo, y las múltiples dimensiones que esta puede tener, acompañadas de teorías matemáticas y físicas con las que construye un relato lleno de giros argumentales, preguntas que surgen, que son respondidas pero que a su vez suscitan otras muchas más cuestiones, asegurando al lector una lectura que si no brillante, sí es amena y entretenida.

A ello ayuda también un elemento fundamental como es el estilo narrativo de L. Howard con una clara influencia heredada directamente por su experiencia como guionista de videojuegos (suya es, ni más ni menos que la historia del famoso videojuego point and click BROKEN SWORD) y que se refleja sobre todo en la segunda mitad de la novela dotándolo de características propias de las aventuras gráficas, incluyendo diálogos, escenas de acción, puzzles de ingenio, etc. Jonathan además quiere llegar a todo el público posible, y no lo hace solo con un estilo nítido y directo y explotando el nombre de uno de los más representativos escritores del género de terror, cuyo nombre por cierto lo usa de manera muy respetuosa, sino llenando la narración de multitud de referencias de literatura, cine y otros de todo tipo, construyendo CARTER & LOVECRAFT con cimientos que intentan no ser desconocidos para el lector, y materiales asequibles y de fácil acceso. aunque puede que decepcionando a aquellos que no gustan de encontrarse elementos sobrenaturales o de difícil explicación en las novelas policíacas.

En resumen, CARTER & LOVECRAFT es una agradable sorpresa, una lectura ligera y amena que gustará tanto a entendidos de la obra de H.P.L. (menos a los más puritanos que consideran herejía cualquier pastiche lovecraftiano) como a los que no, que incluso pueda llenar a estos últimos de curiosidad por descubrir tan importante obra. El principio de una saga de novelas de investigación que comete el pequeño error de presentarnos tan a fondo a su protagonista, que todo lo demás acaba a su sombra.  Aun así, muy recomendable.


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